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domingo, 6 de octubre de 2013

LA NOVELA SIGUE ADELANTE

Siento muchísimo tanta espera pero estoy súper ocupada con la universidad y no puedo ni escribir, ni subir con asiduidad.
Se que os prometí acabar la novela en verano, siento que no haya sido así; lo intente pero con las vacaciones y los preparativos y un problema con el ordenador no me fue posible.
Escribo esta nota para que sepáis que esto no ha acabado, que la novela muy, muy, muy lentamente pero sigue adelante, subiré los últimos capítulos, no dejaré mi historia sin final, os lo prometo :)
Me vuelvo a disculpar y os pido más paciencia.
Un beso gigante <3<3

lunes, 5 de agosto de 2013

CAPITULO 70 "Love is in the air"

NOTA: Ántes de que empecéis a leer el capítulo me gustaría que leyeseis estas pocas palabras.

     Lo primero de todo decir que la maravillosa historia de Dream Rose ( http://the-way-of-love-one-direction.blogspot.com.es/ , http://www.music-following-one-direction.blogspot.com.es/ , http://going-in-one-direction-forever.blogspot.com.es/2013/08/capitulo-xl-epilogo.html ) ha acabado; produciéndome una honda tristeza. Solo quiero decir que este capítulo va dedicado a la maravillosa escritora que escribió esa maravillosa historia. Ya era hora de que le dedicase con todo mi corazón un capítulo a alguien a quien considero mi hermana postiza, alguien que me ha transmitido, ayudado y apoyado. Gracias por ser como eres, preciosa, no cambies nunca, nunca.
Podeis leer más de mi querida Dream Rose en estos maravillosos Blogs: http://stolen-lyrics.blogspot.com.es/ y La Hermandad De Los Corazones Literarios

     Lo segundo, es recomendaros la novela de mi anónima agradecida. Por lo poco que he leído, la historia apunta maneras, la expresión y la forma de escribir es excelente así que pasaros por la pagina que no os arrepentiréis :)) http://novela-porque-te-quiero.blogspot.com.es/2013/01/capitulo-1-odio-discutir-con-el.HTML

     Lo tercero, que disfrutéis el capiiii!!!
           Os quiero <3<3<3<3

                                                       ..............................................


Narra Marta*

-¡Hey! ¿Dónde os habíais metido?-pregunto Niall, nada más entrar en el restaurante Zayn y Clara, interrumpiendo nuestra conversación acerca de la diferencia entre los Donuts con agujeros y los que no tenían.
-Estábamos tomando "el aire"-dijo Zayn, enfatizando "el aire" levantando las manos en alto e imitando unas comillas en el aire con los dedos.
Todos reímos.
-Oye...y...aaahhh-Cristina soltó un grito sobresaltando a la mesa entera y haciendo que los padres se volteasen a mirar que pasaba. Cristina dio unas palmadas con las manos, mientras sonreía y nos miraba con complicidad,como si nosotros compartiésemos esa alegría repentina que le había entrado. Al ver, que la mirábamos sin entender, paró y rodó los ojos poniéndolos en blanco.
-¿Quien falta en la mesa?-dijo con voz cantarina.
Todos nos pusimos a mirar a nuestro alrededor, contando cuantos habíamos e intentando averiguar quien era esa persona que faltaba.
-Un, dos, tres...
-Niall, Zayn, Eleanor, Marta...
No nos culpéis somos muchos y muy nerviosos, nos movemos, bromeamos y la liamos tanto que en un segundo hay 8 en una habitación, después faltan 3, al rato te quedas sola, después aparece un calcetín volando, vuelven 4, después entra uno con una Nintendo y corren a por el 7, que no sabes de donde han salido...vamos, que es difícil controlar al grupo y a veces cuesta saber quienes están y quienes no.
-¡Harry y Ana! ¡Garrulos!-grito Cristina dando un manotazo en la mesa con las dos manos.
En la mesa sonó un <<Aaahhh>> general que fue acompañado por la media sonrisa de todos.

Narra Ana María*

Harry y yo salimos del hotel en silencio, sin ni siquiera respirar, en tensión. Salimos a la calle y andamos unos minutos hasta llegar a una pequeña plazoleta suficientemente cercana al hotel como para no morirnos de calor hasta llegar a ella pero lo suficientemente lejana como para que nadie nos pudiese ver si salía del hotel.


 

Harry se sentó en un banco, que tenía miles de pequeñas florecillas a los pies y que era el más cercano a la baja fuente que se encontraba en la pequeña plaza.
Yo me senté a su lado, no sin antes, dejar a mi pequeño primo en el suelo y susurrarle que no se alejase mucho. Me senté a una distancia prudencial pues quería dejarle su espacio y no presionarlo aunque yo en realidad me muriese por sentarme lo suficientemente cerca como para sentir el calor que desprendía y poder oler su perfume.
Tras unos segundos que se me hicieron eternos me decidí a hablar pues el silencio y las ganas de oír su voz me estaban matando. Hable por amor; quería decirle lo muchísimo que le quería, lo muchísimo que me importaba y que pensándolo bien si de irme con él, dependía nuestra relación, lo haría, me iría con él a pesar de las consecuencias que eso tuviese. También hable por miedo, por miedo a que lo que fuese a decirme en ese banco fuese que me dejaba, que no aguantaba más esta relación y que se iba.
-Yo...
-Yo...-me corto Harry que había volteado y abierto la boca al momento al que lo hacia yo.
-Dime-le dije aliviada.
Él se quedo mirándome a los ojos y me di cuenta de lo que había echado de menos esos ojos verdes pálido con ese toque de frescura, ese pelo rizado...
-Perdóname. Me he comportado como un capullo inmaduro. Te pido perdón. Se que no me lo merezco y aceptaré que no vuelvas a dirigirme la palabra, aunque eso me destroce por dentro.
Lo que había echado de menos sus bromas, sus abrazos por la espalda, sus besos en el cuello...
-No quería hacerte llorar, ni decirte esas palabras...no las sentía, de verdad. No quería hacerte sentir mal, eso es lo contrario a lo que busco.
Su nariz ancha, nuestras guerras de agua en la ducha, nuestras charlas interminables de cualquier cosa...
-Yo te quiero, te quiero más que a mi vida y siempre, pase lo que pase, estés donde estés va a ser igual. Este sentimiento no va a desaparecer nunca porque...
Y sus labios rojos y sus besos.
No aguante oírlo más disculparse porque sabía que le dolía haberme echo daño pero no había sido únicamente su culpa, su reacción se debía a su amor hacia mi y eso me hizo sentir tan feliz me hizo sentir tanto amor que lo único que pude hacer fue lanzarme a sus brazos y juntar nuestros labios.
Junte mis labios a esos rojos que había echado tanto de menos, pose mis manos sobre su cuello, sentí sus grandes manos en mi cintura, olí su perfume y sentí su calor.
Separamos nuestros labios sin dejar que lo hicieran nuestras frentes y narices. Nos quedamos tan cerca el uno del otro que todavía podía sentir su aliento sobre mis labios, tan cerca que nuestras pestañas se rozaban...
De repente sonrió ampliamente con los ojos algo llorosos y terminó:
-Porque estábamos, estamos y estaremos siempre destinados a ser.
Se me escapó una lágrima no se si de alivio o de felicidad. Una lágrima que recogió Harry entre sus dedos, luego paso su mano por mi cuello con delicadeza y se quedo mirándome con esa sonrisa que me torturaba, después me acercó y acarició con sus labios los míos, con ternura al principio para después convertirse en un beso rápido y pasional que desvelaba la falta de amor mutuo que habíamos sufrido estos días.
De repente algo me empezó a mojar...Harry y yo nos separamos bruscamente y buscamos de donde provenían esos chorros de agua que nos estaban literalmente bañando.
-¡Los aspersores!-grito Harry mientras se levantaba del banco rápidamente como si fuese a escapar de las gotas que llegaban de todos lados, pero ya daba igual lo que corriese, estaba empapado como yo, así que se quedo en el sitio mirándome divertido.


 

Yo solté una carcajada y me lancé a sus brazos extendidos que me recibieron con firmeza. Dio vueltas conmigo en brazos, mientras ambos reíamos, hasta que se dejó caer en el césped mojado, dejándome a mi sobre su fuerte pecho.
-Ana,Ana,Ana,Ana,Ana...-venía corriendo chapoteando mi primito hasta acercarse a nosotros riendo y levantando las manos como intentando atrapar el agua que caía sobre el.
Ambos reímos mientras veíamos al pequeñín dando vueltas sobre él mismo con la cabeza orientada hacia el cielo y riendo hasta que mareado se cayó de culo en el césped que desprendió por todos lados gotas de agua.
Yo, que seguía sonriendo pase mis piernas por los dos costados de Harry, le mire a los ojos y le dije:
-Ana y Harry. Ana y Harry porque no existe Ana sin Harry.
Y le besé.

Narra Liam*

-¿Dónde se habrán metido estos?-pregunté preocupado.
Llevaban dos horas fuera. Los padres de Ana y Marta y su tía se habían ido a dar una vuelta con los padres de Cristina y nosotros nos habíamos quedado allí "tranquilos".
-Yo me tengo que ir ya...si los veo, ¿les digo que os llamen?-pregunto Paula mientras se levantaba.
-¿Por que te vas? Quédate Paula.-le dijo Clara amable.
-No, es que bueno...he quedado...mañana os vuelvo a venir a ver, ¿vale?-dijo con una sonrisa.
Aunque al principio parecía algo retraída, luego se había soltado y había estado más habladora y amable. Me caía bien, me recordaba a un tímido y rebelde pelo perfecto Malik.
Cuando salió por la puerta nos dijo adiós con la mano y se marchó apresuradamente.
-Es rara-soltó Louis-No se ha reído del chiste del pollito.
-No es rara, Louis-le reprendió Eleanor-Nadie se ríe con ese chiste.
-Es rara, te lo digo yo. Sibilina, siniestra...-iba diciendo.
-¡Louis! ¡Que es mi prima!-dijo Marta con el ceño fruncido- Y además no es nada de eso, simplemente es callada... Su vida no ha sido fácil y es algo desconfiada, cuando la conoces mejor te das cuenta de que es un encanto escondida bajo un caparazón. ¿Sabes? No todo el mundo tiene la misma facilidad que tu para estar tranquilo y amigable, hay gente a la que le cuesta más y no por ello son raras, sibilinas o siniestras.
Todo el mundo nos quedamos en un silencio algo tenso y sorprendido, nunca había visto a Marta así. Al parecer no todo es azúcar y canela en ella...y eso me gusto.
Marta se quedo callada y con la cabeza agachada como si estuviese meditando sobre algo. Su ceño seguía fruncido y los labios parecían una línea.
-Lo siento, Marta, no quería ofenderla, ha sido una tontería-dijo algo avergonzado Louis.
Tras estas palabras, pareció que Marta recobraba la vida. Su ceño se relajó, sus ojos entornados se abrieron y los labios fruncidos se convirtieron en una pequeña sonrisilla.
-Te perdono si me das un beso.
Louis soltó una risa y dijo:
-Si mi princesita me pide un beso lo dejo todo y voy.
Bueno, en Marta casi todo el azúcar y canela.
Después del momento tierno de la mañana me di cuenta de que no tenía mi móvil conmigo. Me lo había dejado en la habitación, y si Harry o Ana llamaban para decirnos que estaban bien llamarían al sensato del grupo y el sensato no se lo cogería...¡perdería mi reputación!
-Chicos, voy a por mi móvil a la habitación por si alguno de estos llama.

Narra Paula*

Salí despavorida del hotel. Hacia tiempo que no me sentía tan bien y eso me asustaba. Estaba confundida, ¿como podían haber conseguido hacerme feliz en tan poco tiempo personas a las que conocía de menos de un par de horas? Eran tan diferentes a mis "amigos". Envidié por enésima vez a mis primas. Ellas habían tenido en su vida toda la suerte que a mi me había faltado, obviamente no me compadezco, yo también he pasado por momentos felices al igual que se que ellas también han pasado por momentos espantosos pero siempre he envidiado la relación de confianza y amor que mantenían con sus padres, la manera despreocupada de ver la vida, lo soñadora y poco conformistas que eran. En cambio, mi relación con mis padres es prácticamente nula, no tenía ninguna referencia de amor y eso me hacia ser desconfiada con los hombres; soy realista, quizás sea por eso por lo que soy conformista...son los soñadores aquellos que apuntan alto y luchan para conseguirlo y son esos los que consiguen hacerse novios de sus ídolos, los conformistas simplemente esperamos a ver que pasa y acatamos las normas del destino, por eso yo jamás conseguiría nada.
-Zorra-me dijo Lara saliendo a mi encuentro riendo-Te estaba esperando. ¿Dónde esta?-dijo esta vez más cerca de mi y con un tono algo desesperado.
-¿El dinero?-pregunté.
-Vamos, Paula, querida no seas tan desconfiada...-dijo acercándose a mi, poniéndome tensa-Dámela, nos la metemos juntas y después te doy el dinero.
-El dinero-dije rotunda extendiendo una mano.
Solía tratar con este tipo de persona pero nadie era tan desafiante como Lara y eso me ponía los pelos como escarpias, sabía que llegaría el día en el que tendría que enfrentarme a ella para dejarle claro quien era quien llevaba las riendas pero no sabía si podría con esta chica delgada de pupilas dilatadas que siempre iba colgada.
-Quiero verla-dijo con una sonrisa.
-Ya sabes como va esto, Lara. No me hagas perder el tiempo. Primero el dinero, luego la...
No acabe pues recibí un duro golpe en la boca. Sentí como me temblaron las encías de los dientes bajo el impacto de los nudillos de Lara. Me di la vuelta y la encaré escupiendo la sangre que emanaba en parte de mis encías y en parte de mi labio recientemente partido.


 

Me aparté el pelo de la cara y la observé. Estaba drogada, si se había metido algo potente no tendría escapatoria, bajo los efectos de la droga la gente se vuelve violenta, más fuerte y además no sentiría ni mis golpes más fuertes. Tampoco iba a huir, eso significaría que el resto de mis clientes se enterarían y perdería toda mi autoridad, esto solo significaba que tenía que ser rápida para que a sus ojos vagos y cargados les costase seguirme, que tenía que tener cuidado con el pelo que era un punto débil y que tenía que darle golpes fuertes a ser posibles en el estómago o en el pecho.
-No hagas esto, Paula. Dámela y otro día te la pago-dijo suave y sonriendo-Te lo prometo.
Me lance hacia ella corriendo, la agarré del pelo y tire hacia atrás; su cuerpo venció y se calló de espaldas. Aproveché para darle una patada en el pecho pero cuando me disponía a darle la segunda me agarró del pie y tiro con una fuerza sobrehumana. Perdí el equilibrio y caí al suelo dándome un fuerte golpe en la parte alta de la cabeza con un bordillo. Me daba vueltas todo y mi vista se desenfoco momentáneamente. Cuando me recompuse un poco fue tarde, sentí el cuerpo de Lara encima del mío, aprisionandome con fuerza; cuando enfoqué la vista, la enfoque en el puño que venía hacia mi cara y que chocaría con mi ojo derecho en un instante. Me revolví intentando apartarme pero lo único que conseguí fue que me diese en la sien y en el oído en vez de en el ojo.
-¿Dónde la tienes?¡¡DÁMELA!!
Oí amortiguadamente debido al fuerte golpe del oído.
Lara empezó a toquetear los bolsillos de mis pantalones...la iba a encontrar...pero antes de llegar al final del bolsillo trasero derecho se dispuso a darme otro golpe, supongo que para que me quedase lo suficientemente quieta como para que pudiese buscar cómodamente y no me revolviese tanto bajo ella.
Cerré los ojos cuando vi que el puño se aproximaba y esperé. Y esperé. Y esperé, pero el golpe no llegó. Deje de sentir el peso de Lara encima mía. Abrí los ojos pero ni siquiera me moví de donde estaba. Oía como Lara gritaba y oía otra voz pero no pude distinguirla por mi oído mal herido.  Lo único que deseé en ese momento fue que no me hubiese salvado un policía. Deseé estar en otro lugar. Deseé no ser yo. Deseé ser alguna de mis primas. Deseé ser Eleanor. Deseé ser Cristina. Y cuando me desmayé, deseé soñar que era Clara y que Zayn había sido el que me había rescatado como la rescató a ella en esa discoteca de Londres.

Narra Cristina*

Abrí suave la puerta para que Liam no la oyese. Asomé la cabeza y lo vi de espaldas a la puerta, enredando en los cajones de una mesa. Sonreí y cerré cuidadosamente la puerta para que no me oyese. Me acerqué a el por la espalda hasta que estuve lo suficientemente cerca, para ponerme de puntillas y besarle la nuca. Él se dio la vuelta asustado y mirándome sorprendido con una mano en el pecho.
-Me has asustado-dijo con una sonrisa.


 

-¿Tan fea soy?-le pregunté acercándome a él seductoramente, quedándole entre mi cuerpo y la mesa.
-Ni mucho menos-dijo riendo.
Pose mis manos sobre su pecho y me deje caer sobre él.
-Entonces bésame.
Liam no se lo pensó dos veces, me agarró de la cintura con fuerza y me levantó en vilo para poder besarme sin tener que agacharse. Yo pase mis brazos alrededor de sus anchos hombros. Me acariciaba, lenta y suavemente los labios mientras yo le acariciaba el pelo y el cuello con ansia. Cuando nos separamos sujeté cuidadosamente durante unos segundos su labio inferior entre mis dientes, juguetonamente.


 

Liam me sonrió cuando se lo solté y me dejo en el suelo.
Me quede indignada, allí plantada mirando su espalda. Puse los brazos en jarras y esperé con la expresión más enfadada que pude a que se diese la vuelta. Cuando lo hizo se empezó a reír, supongo que no le asusté mucho...
-¿Qué te pasa?
Crucé los brazos y le dije de forma refunfuñona:
-Ya sabes lo que quiero cuando te muerdo el labio.
-Ya...-dijo Liam riendo y pasando por mi lado, dirección la puerta.
Cuando estaba a punto de abrirla le paré y le di la vuelta, me lancé hacia él y le di un pasional beso que no sentí del todo correspondido aunque pude sentir como Liam se ponía tenso.
-Cristina...-dijo cuando le empecé a besar el cuello con ansia.
-¿Qué pasa?
-Es que verás...¡ay!-chillo cuando le mordí la oreja-Me siento... ya sabes, raro...no se, es el hotel de Ana y Marta es como...como si lo hiciésemos en su casa ¿sabes?
Hablaba entrecortadamente porque mientras hablaba, a mi me había dado tiempo a desabrocharle la camisa y a quitarle el cinturón, todo esto bañando su cara, cuello y pecho descubierto con mis besos.
-Calla y bésame, tontorrón mío.
Iba a hablar pero le calle juntando mis labios con los suyos con insistencia. Acaricié su pecho desnudo y pase mis manos por sus hombros, deslizando su camiseta por sus brazos hasta que callo al suelo.
-Cristina...-dijo, o más bien gruño antes de levantarme en vilo, agarrándome con sus firmes y fuertes manos por debajo de mis muslos. Me poso sobre la mesa y masajeo con fuerza mis piernas levantando mi falda mientras yo con una mano le agarraba de un mechón de pelo y con la otra tocaba las líneas de sus músculos que aparecían en su espalda, arañando de vez en cuando provocando que él se estremeciera y me besase y apretase mis piernas con más fuerza. Me bajó de la mesa y me dejó que me quitase la camiseta y me tendiese en la cama mientras el se desabrochaba los pantalones.
-Esa es la cama de Niall.
El tono dulce a la hora de hablar que tenía Liam normalmente, había cambiado a uno más duro y peligroso pero al mismo tiempo más seductor que hacia que me pusiese nerviosa.
Reí pero no me cambie de cama y su expresión volvió a cambiar de dura a dulce cuando me oyó y me vió reírme en ropa interior sobre la cama.
-Ya he hecho mucho accediendo a hacerlo en el hotel, no voy a hacerlo en la cama de Niall.
Yo volví a reír esta vez más fuerte y me cambié a la cama individual de al lado. Cuando se tiró encima mía, hizo que aflorase de mis labios una risita nerviosa y  de mi mente unas ganas insaciables de él.
-Acceder, acceder...oye si tanto te cuesta, lo dejamos, ¿eh?
El encima mío, sonrió contra mi boca.
Acarició mi barriga y mis brazos, después paso las manos por debajo de mi espalda y me desabrocho el sujetador en el primer intento.
-Supongo que eso quiere decir que no lo dejamos, ¿no?
Me beso en los labios, luego bajo hasta el cuello y después hasta mis pechos. El corazón me iba a mil, como siempre, como la primera vez.


 

Cuando paró repitió el mismo caminito de besos que había utilizado para bajar, pero esta vez para subir. Cuando se separó se quedo mirándome a los ojos con un amor y una franqueza infinita en ellos hasta que dijo:
-Nunca.
Tras lo cual me beso de nuevo, ahogando mi bajo quejido y lo sentí dentro de mi, dentro de mi cuerpo, de mi mente y dentro de mi corazón.

Narra Paula*

Un dolor punzante en la cabeza fue lo primero que sentí nada más despertar. Intenté abrir los ojos pero nada más intentar llevar a cabo esa nimia acción, el dolor latente en mi cabeza se hizo más palpable.
-Eh, ¿estas bien? ¿Cómo te encuentras?-me hablaban en inglés.
¿Habría tenido la suerte de ser rescatada por un guiri y no por un policía?
Ante esta pregunta surgida, mi cabeza se clareó de repente. ¿Cuanto tiempo llevaba inconsciente?¿Había perdido la mercancía?¿Habría llamado el guiri a la policía, o a la ambulancia? En cualquiera de esos casos me harían preguntas...preguntas que no quería responder.
Me incorporé rápido y abrí los ojos con un esfuerzo sobrehumano. Al hacerlo todo dio vueltas a mi alrededor y entorné los ojos intentando que el marco oscuro con el que veía las cosas desapareciera.
Estaba sentada en la escalera de un portal, no muy lejos de donde había quedado con Lara.
-Despacio, despacio...-una mano me agarró el brazo derecho obligándome a apoyar la espalda en la pared.
Apoyé también la cabeza y cerré los ojos un momento intentando relajar mi mente para pensar con más claridad. Cuando abrí los ojos pensé momentáneamente que estaba soñando.

Narra Harry*

Tras jugar con los aspersores y con Iván durante un largo rato, revolcándonos en el césped y salpicándonos; los tres caímos agotados en un banco al que no llegaba el agua que expulsaban los aspersores pero si el sol. Así que estábamos genial con la ropa mojada y sacándonos bajo los potentes rayos de luz.
Ana estaba sentada a mi lado, yo le pasaba un brazo por los hombros y no podía estar en mejor posición, con ella a mi lado. El bebé estaba encima nuestra; Ana le acariciaba el pelo y yo le hacia cosquillas por los brazos, se estaba quedando dormido.
De repente me vino un pensamiento y no pude hacer otra cosa que soltarlo.
-Parecemos una familia.
Ana levantó la cabeza del hueco que había entre mi hombro y mi cabeza, justo ese lugar donde ella y no otra chica encajaba perfectamente. Me miró y me sonrió.
-Una familia muy joven, ¿no?
Reí pero no le contesté. Con todas las chicas que había estado anteriormente había ido deprisa y luego las había dejado también rápido; con Ana había ido al contrario, lento hasta conocerla, hasta enamorarla. Con ella todo era diferente, hasta me hacia plantearme la idea de formar una familia.
Cuando volvió a acomodar la cabeza en su hueco especial, le bese el pelo y ella me dijo:
-Te quiero.
Y yo me sentí el hombre más afortunado, amado y especial de todo el mundo.

sábado, 27 de julio de 2013

CAPITULO 69 "Mmmm...raro"

Narra Harry*

Todos hablaban animadamente cuando la puerta de cristal del restaurante volvía a abrirse. Ya estábamos todos: nosotros, las chicas y sus padres; excepto los de Clara, a los que todos sin preguntarle si quiera, sabíamos que no teníamos que esperar. ¿Quien entraría por esa puerta? Mientras volteaba la cabeza para ver al recién llegado, pasee mi vista por los rostros de la gente a mi alrededor. Pude percibir la mirada tensa y algo preocupada de Sonia, que miraba a un punto, la vista fija y curiosa del recientemente más silencioso de lo normal: Zayn, y la sonrisa en el rostro de Ana...
Un momento...
¿Qué era eso que había echo sonreír a Ana como una boba?
-¡Iván!-dijo mientras se levantaba.
Un momento, un momento...¿quien es Iván?

Narra Paula*

Puto cochecito de las narices...
Entre el calor sofocante que hace y tener que ir empujando toda la cuesta la mierda de cochecito, el niño llorando y yo amargada por tener que ir a donde tengo que ir; me planteé si abrir la puerta del restaurante o dejarla cerrada y largarme.
La puerta del restaurante era de cristal, así que podía ver a todos los que se encontraban dentro; ellos estaban demasiado ocupados como para fijarse si quiera en que yo estuviese allí fuera, así que los observe.


 

Uno por uno... Estaban mi madre, mis tíos, los padres de una de las amigas de mis primas, las amigas, mis primas, Eleanor y los chicos.
Me fije especialmente en ellos. No cuadraban en ese ambiente...o quizás fuese que jamás pensé que llegase a verlos allí, en el restaurante del hotel de mi familia, charlando como si nada.
Cuando me fije en el último, lo vi mirándome. Cambie la expresión de mi cara curiosa a la que tenía siempre: neutral y algo descarada; e hice un gesto como diciéndole que que miraba, subiendo en una especie de aspaviento los hombros y las cejas. Zayn me miro con recelo pero no aparto la vista (que era lo que yo esperaba). Eso me quedo algo desconcertada, así que levanté los brazos en alto de forma amenazadora mientras me acercaba a la puerta dejando a mi hermano en el cochecito detrás. El lo único que hizo fue subir una ceja inquisitivamente, confuso. Resoplé. Ya lo único que podía hacer era ponerme a darle puños a la puerta o entrar acercarme a él, cogerle la cabeza y volteársela para que mirara a otro lado, pero supongo que eso habría sido demasiado. Me estaba retando a no apartar la vista y hasta ese momento nadie lo había echo, no se si era por la advertencia que llameaba en mis ojos constantemente o por mi altanería pero todo el mundo apartaba la vista de mi, cuando yo quería.
Empecé a andar de espaldas hacia el cochecito pero me choqué con una silla, aún así no deje de mirar al chaval; después paso un camarero al que casi le caigo la bandeja encima pero seguí sin desviar la vista. Él, que había cambiado su expresión atenta a una divertida, prorrumpió en una carcajada que pude oír claramente incluso a través del cristal, cuando me vio intentando obstinadamente de coger los mangos del cochecito sin mirarlos. Al final meneo la cabeza mientras reía y apartó la vista.
A punto estuve de saltar gritando que había ganado pero dos cosas me lo impidieron. La primera, la confusión de por que había tenido que retener una sonrisa cuando lo había visto riendo; la segunda, la risa de Zayn había alertado a algunos comensales, entre ellos mi madre que me miraba y me hacia gestos para que entrara.
Cogí los mangos del coche y me dispuse a entrar.

Narra Ana Maria*

-¡Iván!-grite mientras me levantaba con una sonrisa de oreja.
-Ana,Ana,Ana,Ana,Ana...-se puso a decir sin parar mi primo de año y medio, mientras me echaba los brazos para que lo cogiese.


 

Y lo hice al vuelo porque sino podría haberse caído de la silla, ya que mi prima Paula no paraba de dar tirones del carrito porque una rueda se había quedado encajada en la puerta y la muy burra en vez de moverlo, daba tirones para sacarla.
Mi hermana se acercó rápidamente para hacerle carantoñas a mi primito y mi tía se puso a echarle la bronca a mi prima.
-¿No ves que puedes romper el coche con esos ademanes?
-No lo hubiese podido romper si no me hubieses mandado a por el niño y me hubieses dejado tranquila con mis amigos.
-¿Haciendo que? ¿Algo más importante que venir a ver a tus primas que han pasado tanto tiempo fuera?
-Algo mucho más importante, si.
Todo el mundo se había quedado callado, incluso mi primo dejo de repetir mi nombre como un loro.
-Ya esta, Sonia. No se ha dado cuenta...-intento de apaciguar el ambiente mi madre.
Mi prima roja de ira, saco su iPod del bolsillo y se fue a un rincón alejado donde se sentó. Al parecer seguía como siempre...

Narra Marta*

Lo bueno de tener un bebe en la habitación es que todas las miradas sin excepciones, van para él. A la gente le encantan los bebés con sus babitas, sus gorgoritos, sus manos rechonchas y sus ojos despiertos. Un bebe viene bien cuando quieres pasar desapercibida.
Me levanté de la mesa sin hacer ningún ruido y me alejé hacia la esquina de la habitación donde estaba mi prima, me fuí, bajo la atenta mirada de mi chico...al que le gustan los bebés, pero más yo y mi culete.
-Paula, no me has ni siquiera saludado. ¿Qué tal?-le dije dándole dos besos, que me respondió con algo de desgana.
-Ya ves...aquí...
Me quede mirándola. Siempre ha sido una chica algo retraída, supongo que las circunstancias la hicieron así. Mi tía y su padre se separaron al tener ella 5 años; siempre ha vivido una vida llena de discusiones y guerras internas, sin estar nunca del todo en un bando o en otro siempre ha sido una extraña en ambos.
Paula me miró un momento, meneó la cabeza y se quitó rápidamente los cascos.
-Marta, yo... Quería venir a veros y me alegro de que estéis bien y felices... Sólo he dicho eso para cabrear a mi madre...no lo sentía de verdad... Odio que me diga lo que tengo que hacer, ya lo sabes...
Solté una risita y la abracé con fuerza. Ella me rodeó con sus brazos también, esta vez con más entusiasmo. Yo le di un besito en el cuello.
-¡Ya lo se tonta! No te preocupes.
Siempre ha sido retraída y guerrera y firme defensora de su libertad pero por encima de todo, siempre ha sido muy buena chica; al menos con todo el mundo que no sean sus padres.
-Anda, ven...que te voy a presentar a mi novio y al resto.

Narra Zayn*

Cuando se acercó a darme dos besos, la mire a los ojos. Me gusto volver a hacerlo, me gustaba ver su cara de disgusto cuando lo hacía. Sus ojos eran marrones claros, rasgados, grandes, parecidos a los de Ana. La nariz pequeña y respingona, el pelo era liso y marrón, estoy seguro del que al tacto sería sedoso, muy, muy suave. Lo que más me llamo la atención fue la boca, tenía los labios gruesos, carnosos y al natural.
-Encantado.
-Encantada.
Cuando le di dos besos pude oler su pelo, lavanda. Pero también olí otra cosa...olía a tabaco. Iba vestida con ropa sport y sin pintar.
Su ropa, su mirada descarada y dura, su comportamiento...todo hacia ver que era una chica mala, como a mi me gust...
Un remordimiento me recorrió la columna vertebral, hasta llegar a mi nuca, lo que me provoco un dolor en el cuello, en la cabeza y mas intensamente en el corazon. Hoy no es mi día.
-Voy a salir a tomar el aire, ¿vale?-dije interrumpiendo la conversación que se había formado en torno a Paula. Louis le hablaba y el resto reía; ella solo asentía y le miraba más animada pero no sonreía. Al parecer tenías que ganarte más puntos para ver su sonrisa.
-¿Te acompaño?-me dijo Clara agarrándome del brazo.
-No, prefiero ir sólo.-le dije al más duramente de lo que quería. Para redimirme, le sonreí y le di un pico.
Y salí a la calle para intentar aclarar mis pensamientos.

Narra Liam*

-¿Esta algo raro, no?-menciono Clara mientras todos veíamos a Zayn salir por la puerta hacia la cafetería y después a la calle.
-Yo también voy a salir. Adiós.-Harry salió por donde Zayn.
Ana le miró suplicante con Iván en brazos mientras pasaba por su lado. Harry ni siquiera movió su cabeza, ni cambio su expresión.
El círculo que habíamos formado se quedo algo tenso y en silencio, hasta que Eleanor nos instó a sentarnos en una mesa, algo más apartada de los padres; los cuales habían empezado una animada conversación y no queríamos molestarlos hablando nosotros.
Se formaron dos grupos: los papis españoles y los chicos que hablaban en inglés.
-Esto se nos esta llendo de las manos-me dijo Cristina en susurros.
-¿Eh?
-¡Que esto es un desastre!¿Qué le pasa ahora a Zayn?-dijo gesticulando exageradamente, lo cual hacia cuando estaba muy nerviosa.
-No tengo ni idea... Esta así desde esta mañana.
-Pues no lo entiendo, de verdad...
Yo tampoco lo entendía, estaba más confuso que nunca, no entendía absolutamente nada. Sólo espero que todo se solucione...
De repente mi ceño fruncido se relajó, la expresión tensa y pensativa de mis ojos cambio a una de sorpresa, mi cuerpo se tenso como un resorte y mis pensamientos de preocupación se disolvieron en el aire, cuando sentí la pequeña y dulce mano de Cristina en mi pierna.
Volteé la cabeza para mirarla extrañado y ella solo me levantó las cejas y los hombros con una pequeña y burlona sonrisilla en sus labios para después decir:
-Obviamente son nuestros amigos y nos tenemos que preocupar por ellos pero no toda nuestra vida debe girar en torno suyo...yo también me lo quiero pasar bien...
Estas últimas palabras las dijo acercándose a mi para después darme un corto pero intenso beso en los labios, que me dejócon ganas de más.

Narra Zayn*

Hacía un calor horroroso fuera. Esto parece un infierno, no solo por el calor sofocante que quema la piel; también por la tortura a la que me estaba sometiendo yo mismo allí.
Saqué un cigarrillo, lo encendí y comencé a fumar. Fue reconfortante darme cuenta de que eso seguía como siempre, fue reconfortante sentir el sabor del tabaco bajando por mi garganta.


 

Al momento Harry salió por la puerta de la cafetería y se posicionó a mi lado. No dijo nada, simplemente se quedo allí, a mi lado, quieto. Y los dos sabíamos lo que pensábamos. Yo sabía porque el había salido, lo había echo porque odiaba ver a Ana y no poder demostrarle que la quería a cada maldito instante y él no sabía porque lo había echo yo, pero lo intuía, sabía que era algo que me martirizaba y que necesitaba ayuda...simplemente estaba esperando a que hablara y no tarde en hacerlo.
Le di un calada fuerte al cigarrillo y lo miré, girando la boca mientras expulsaba el humo, para que no le diese en la cara.
-¿Sabes? Ayer me enseñaste lo que era el amor.
Harry que tenía la cabeza gacha la levanto levemente pero seguía sin mirarme.
-Ayer cuando te pusiste a decir esas cosas maravillosas de Ana, me di cuenta de que mi sentimiento por Clara no es tan fuerte. No es el mismo...-le mire esperando que me dirigiese una mirada reconfortadora, animándome a continuar. Al parecer la gravedad de lo que decía, despertó a Harry, que ahora si, me miraba con los ojos como platos y algo extrañado.
-La quiero, quiero a Clara-dije con rudeza y enfatizando cada palabra-Pero no como lo debería hacer-añadi más bajo-No como lo hacéis tu o Liam o...no he hablado con Louis y Niall pero estoy seguro de que ellos me dirían algo muy parecido a vosotros, algo que yo no tengo claro y que no puedo decir.
Harry carraspeo.
-No todos amamos igual, Zayn.
-No todos queremos igual, pero amar...-sacudí la cabeza- Amar, amamos todos igual. Podemos tener diferentes formas de amar pero el sentimiento es siempre igual y es eso lo que yo no siento.
Nos quedamos un rato en silencio. Yo dando caladas desesperadamente y Harry mirando a un punto infinito.
-¿Estas seguro de lo que estas diciendo?-dijo de repente mirándome- Yo siempre os he visto muy enamorados...Mira Zayn, estas confundido y te estas agobiando tu solo, relájate, piénsalo y verás como te darás cuenta de que la quieres y...
-Quererla, la quiero y es por eso por lo que tengo que aclarar cuanto antes mi mente para no hacerla sufrir, para no hacerla creer cosas que no son verdad. Le he dicho cosas...le he jurado amor eterno y no se si...
-¿Le has mentido?-dijo con un tono acusador Harry.
Me quede pensativo.
Respira. Piensa. Repasa los momentos juntos.
Cigarrillo a la boca. Aspira. Expira. Piensa.
Giro la cabeza y miro los verdes ojos de Harry que esperan una respuesta impacientes.
-Puede que me haya mentido a mi mismo.
Harry resopló y se revolvió los rizos.
-Madre mia...

Narra Clara*

Sentada en la mesa me siento sola. Los padres de las chicas están en el restaurante y los míos no. Me siento la diferente, el bicho, la que destaca. Todas están riendo, incluso Ana que esta dándose besitos en los labios con el pequeñín; y más fuerte, Paula también. La seria y algo macarra prima de las hermanas parecía que ya se había integrado en el grupo y soltaba alguna risita tímida cuando Louis, el eterno alma de la fiesta la seguía intentando hacer reír de verdad, a carcajada limpia.
Y yo estaba allí sola. Sin padres, sin la atención de mis amigos y sin novio. Estaba algo molesta con Zayn. Sabía que la situación no tenía que ser del todo fácil para mi en casa cuando me había venido sola y ni si quiera se había dignado a mirarme por más de 5 segundo a los ojos, ni me había dirigido una mirada reconfortante, ni me había besado en condiciones. Estaba raro y un novio raro, después de lo que había echo por él, retar a mis padres y rebelarme, era lo que menos me esperaba y quería.
Voy a salir a buscarlo y se va a enterar.
-Voy a hablar con Zayn-informé antes de levantarme...nadie me hizo caso.
Salí del restaurante y fuí caminando hacia la puerta que daba a la calle. Al abrirla y asomar la cabeza pude ver a Zayn y a Harry hablando, los dos estaban algo nerviosos se les notaba por la manera de mover las manos y la cabeza. Me alarmé, ¿de qué estarían hablando? Puse el oído, para ver de que me enteraba pero entonces alguien dio un golpecito en la puerta de la cafetería y me sobresalté.
-Esta mal espiar, Clara.-me dijo Ana.
Le sonreí y salí de mi escondite, dejándola en la cafetería paseando a su primo y haciendo que Harry y Zayn parasen de hablar. Me acerqué lentamente a ellos. Mientras lo hacía, Harry se apresuró a susurrarle algo en el oído y a mirarle como advirtiéndole, tras esto dio media vuelta y mirándome con una sonrisa dijo:
-Yo ya me iba.
Asentí sonriéndole al tiempo que ponía una mano en mi brazo y lo apretaba suavemente. Recorrí los últimos metros que me faltaban hasta Zayn, que miraba a un punto más lejano que el mío, supongo que a Harry; y me quede muy cerca suyo.
-Zayn, ¿te pasa algo?
Él me miró por un largo instante a los ojos, con una mezcla entre miedo y algo que pude reconocer como...¿culpa? Abrió la boca como si fuese a decir algo pero se paró de repente y la cerro con fuerza. Lo vi tan confuso y tan dolido que el impulso que sentí de protección y cariño hacia él, me hizo darle un beso. Me acerqué, le cogí desde la nuca con una mano y con la otra recorrí su hombro y parte de su espalda, enredé mi lengua con la suya y acaricie suavemente sus labios. Intente transmitirle con ese beso todo mi amor.
Cuando nos separamos, quede mi frente pegada a la suya; rozándose nuestras narices pude sentir su aliento en mis labios. Le miré y el me miró, me sonrió sinceramente y acariciándome con delicadeza la mejilla me respondió al fin.
-Nada. No me pasa nada.
Y lo sentí como siempre, cariñoso, bueno, rebelde y mío. Como siempre excepto por esa duda y esa...¿culpa?; que reflejaban sus ojos.

Narra Harry*

Me fuí a paso veloz, no me quería quedar a ver lo que podría pasar si a Zayn le daba un arrepio y sin pensárselo la liaba. Cuando llegue a la puerta de la cafetería, mire hacia atrás y vi a Zayn quieto mientras Clara se acercaba a él. Le hice señas con las manos, para que actuara tranquilamente y se pensara las cosas, mientras pasaba a la cafetería.
Como estaba mirando a otro lado cuando entre sin mirar al frente, por la puerta, me choque contra algo. Me choque contra alguien y no de una manera muy adecuada. Choque algo contra algo que no se deben chocar en ciertas situaciones...
Ana estaba paseando a su primo agachada de una forma demasiado sensual, con el culo en pompa agarrando con sus manos las de su primo; y yo, al entrar, de repente, y sin apenas mirar, choqué mi entrepierna con su culo.
-¡Eeehhh!-grito Ana cogiendo a su primo y dándose la vuelta enfadada.
Al percatarse de que era yo, perdió la expresión de enfado y se quedo mirándome seria.
-Lo siento, ¿eh? No quería darte con...-tartamudeé-con...vamos, que no quería darte en el...no quería darte en ningún lado con nada...aquí y ahora...-me refregué la cara con las manos ante la atenta mirada de Ana- Aaiii Dios, ¿te he hecho daño?
Ana me seguía mirando, en sus ojos se reflejaba la risa y supe que se estaba aguantando una carcajada. A mi también me entraron ganas de reír así que me mordí los labios para que no se me notase y baje la vista pero no aguanté mucho rato y solté una risita, que vino acompañada con una carcajada de Ana a la que siguió una mía.
La mire mientras los dos reíamos, me fije en sus labios tensos por la carcajada  y en que sus ojos formaban arrugas al cerrarlos un poquitín al reír. Los dos fuimos perdiendo fuelle hasta que nos quedamos en silencio.
-¿Podemos hablar?-le pregunté.
-Si-me respondió.
Y ese <<si>> me supo a gloria viniendo de sus labios y en esos momentos.

NOTA: Este capi va dedicado a las cumpleañeras de este mes: Lidia y Laura :))

domingo, 30 de junio de 2013

CAPITULO 68 "España es especial"

NOTA: Chicas, con este capítulo comienza el principio del final. Hoy subo el primer capítulo del final de esta historia que comenzó siendo un sueño...
 
Narra Louis*

Niall se levanta de la silla rápidamente después de haber escupido medio desayuno. Todos nos reímos de él, pero en el fondo estamos bastante nerviosos por conocer a todas las familias y, sobre todo, por el hecho de como nos vamos a entender porque teniendo en cuenta que nuestro español es nulo y ellos no hablan inglés la comunicación iba a ser complicada.
-Chicos, mis padres, Miguel y Elena-anuncia Marta mientras se agarra al brazo de su padre.
Niall carraspea y se acerca rojo como un tomate extendiéndole su mano al padre de Marta.
-Niall.
Los dos se la estrechan por un momento ante la mirada orgullosa y emocionada de la pequeña Marta. Después Niall se apresura a darle dos besos a Elena que le mira con una sonrisa amistosa pero con una mirada recelosa.
Al momento ya nos hemos levantado todos y nos hemos presentado gracias a las traducciones oportunas de las chicas. 
Todos estamos bastante contentos y los padres de Ana y Marta no pueden parar de reír al igual que nosotros ante la situación que estamos viviendo, sin embargo, algo no funciona, puede ser que la mirada de Ana sea la más triste que jamás halla visto, que sus padres la miren con preocupación, que Harry se mantenga callado y con la cabeza gacha, puede que lo que no funcione sea que Harry y Ana no se dirijan ni siquiera la palabra.

Narra Zayn*

Los padres de Ana y Marta son simpáticos, aunque se les ve algo incómodos, supongo que por estar sentados con los ídolos de sus hijas, que son además sus amigos y novios. Pero son realmente educados y se esfuerzan en ocultarlo.
Cristina y Clara aún no han llegado. Yo, a pesar de los nervios del anterior día, cuando mis tripas se retorcían al pensar en que tendría que tratar con los padres de Clara, estaba realmente tranquilo. La imagen de unos adultos parecidos a Clara tendiéndome la mano con asco había desaparecido de mi cabeza y ahora no podía dejar de pensar en otra cosa. Una cosa que retumbaba en mi cabeza, un pensamiento que mortificaba mi corazón y cansaba mi cabeza. Una idea que se hacía a cada pensamiento más clara y aterradora...una idea que no quería aceptar.
 
 
 
 

Narra Cristina*

-Papá, por favor, no digas tonterías, ¿vale?
-¿Yo? ¿Pero por quien me tomas?-me respondió mi padre mientras entrábamos por la puerta del hotel.
-Sonia, ¿qué tal? ¿Muy atareada?-preguntó mi madre a Sonia que sentada en una de las mesas de la recepción estaba ladeada mirando la pantalla de una televisión puesta sobre una mesita a la izquierda del escritorio.
La tía de mis amigas al oír la voz de alguien dio un respingo pero al vernos se relajó el rostro de una trabajadora contrariada al ser pillada ganduleando.
-Extresada más bien. Estaba aquí mirando el entretenido desayuno por las cámaras de seguridad. Os podíais haber echado unos novios menos revoltosos, ¿no te parece?-dijo sonriendo mientras pasaba la mirada de la pantalla que le mostraba varias zonas del hotel, a mi.
-Bueno, cada uno tiene lo suyo-le dije, al tiempo que me acercaba a ella y la besaba en la mejilla-Algunos son unos revoltosos, otros unos cotillas...ya sabes.
Sonia rió con ganas ante mi ataque franco.
-Están en el restaurante.
A mi lado mi pequeño Antonio empezó a crujir los nudillos, cuando le miré inquisitivamente lo único que respondió fue:
-Esta puesto a examen, recuérdalo.
Estaba a punto de cogerme de los pelos y arrancármelos uno por uno cuando la puerta por la que hace un momento habíamos entrado volvía a abrirse. Por la puerta entro una demasiado sonriente Clara, que se acercó corriendo y me dio un par de besos; después continuó con el resto de mi familia y saludo con la mano a Sonia, que volvía a sentarse y a inclinarse hacia la televisión, mientras yo; acompañada de mis protectores padre y hermano, de mi comprensiva madre y de una Clara huérfana, caminaba hacia el momento más bochornoso de mi vida.

Narra Liam*

-Eh, Zayn, ¿bien?-le dije en un susurro.
La mesa era una locura, por un lado Els hablaba con la madre de Ana y la misma Ana que las iba traducciendo a las dos con parsimonia, mirando de vez en cuando a un cabizbajo Harry, que sólo la miraba cuando estaba completamente seguro de que ella ya no lo hacia. 
Por otra parte estaban Louis, Niall, Marta y su padre. Aquí Louis le pedía a Marta que tradujese historia en las que Niall se tiraba irutos estruendosos y pedos malolientes, mientras Niall intentaba taparle la boca y le gritaba que se callara y Marta hablaba con su padre, que confuso, miraba alternativamente la cara de tranquilidad forzada de su hija y a su yerno rojo como un tomate pegándose, prácticamente, con su amigo.
-¿Puedo preguntarte algo?-me preguntó mientras se estiraba notoriamente en la silla y dirigía su profunda mirada hacia mis ojos.
-¡Claro!
-¿Tu cuanto quieres a Cris?
Me quede algo confundido. Nunca me habían hecho esa pregunta...ni si quiera me la había planteado a mi mismo...
-Pues, no se-dudé-Supongo que...¿mucho?
Zayn sacudió la cabeza y apartó su vista.
-Es que no se a que te refieres, chico. Últimamente estáis todos de un raro...
Pensé un momento en lo que me decía. ¿Cuánto quiero a Cristina? Pues mucho, muchísimo, haría todo por hacerla feliz, por tenerla a mi lado eternamente. 
Le miré y al ver que seguía con esa expresión entre preocupada y dolorosa reflejada en su rostro, insistí.
-¿A qué te refieres con esa pregunta? 
Atraje su atención al saber que me tenía intrigado. Rápidamente preguntó.
-¿Qué harías por ella?
-Todo lo que estuviese en mi mano.
-¿Te ves en un futuro con ella?
-De viejos y paseando a nuestros nietos, si. ¿Por qué preguntas esto?
-¿Podrías dejarlo todo atrás por estar a su lado? 
-No creo que me pidiese dejar nada de lado por estar con ella, pero...teniendo en cuenta que ella es la persona más importante en mi vida, supongo que si lo pidiese por alguna razón importante y sensata...si, lo haría.
-¿Y por qué estas tan seguro de todo?
Las preguntas, algo personales e inquisitivas de mi amigo, comenzaban a incomodarme.
-¿Qué por que estoy seguro?-le mire sin entender al tiempo que sonreía-Simplemente lo se.
Los ojos de Zayn se entornaron y volvió a apartar la vista.
-Zayn, ¿qué pasa?
-Nada, déjalo estoy bien.
-¿Es algo referente a...a Cla...?
-Déjalo.

Narra Clara*

Vergüenza. Vergüenza me daba entrar en ese restaurante sin mis padres. Sería la única que iría sola y me molestaba eso, pero lo que más me dolía era que Zayn pensase que era el culpable de esa situación.
El camino hacia el hotel me repetí una y otra vez a mi misma los cambios que tenía que hacer en mi misma. 
No más rendición, no volvería a rendirme a los deseos del resto, dejando los míos propios.
No más autocompasión, se acabó decir no puedo, se acabó poner una excusa a todo lo que no puedo hacer o me sale mal, si algo malo me ocurre es mi culpa, porque no he sido capaz de llevarlo por el buen término.
No más sensatez. Toda mi vida ha sido una obligación, tras otra, sin disfrutar completamente de un placer, sin poder rendirme a la vagancia o al simple disfrute... Ahora haría todo lo que no me había atrevido a hacer, todo lo que mis prejuicios o mis buenas maneras impedían, ahora iba a mostrarme como realmente era.
Y con esas ideas en mente entre en el restaurante. Saludé a todos con la mano y me acerqué a Zayn para darle un largo beso...si, delante de todo el mundo, si, loca y apasionadamente.

Narra Eleanor*

Algo tiene España. Algo tiene España o el calor sofocante que desprende que nos ha vuelto a todos locos. 
Las cosas ya estaban siendo lo suficientemente raras, pero que entrase una Clara rebosante de hormonas (no se a lo que se habría acostumbrado en las vacaciones para estar así tras una sola noche separada de su novio...) que lo primero que hizo fue besar a un Zayn al principio confuso y tras separarse algo molesto; seguida de un niño haciendo karate, unos padres gritándole y una Cris abochornada sobrepasaba los límites de lo que pensaba podría llegar a ser ese día.
Esta entrada triunfal  nos hizo reír a todos, incluso a la dramática pareja del distrito 12, a los Romeo y Julieta de la época, a los trágicos amantes de Teruel...Harry y Ana. 
Cristina se puso a presentar a los recién llegados, todos le dimos la mano a su padre y dos besos a su encantadora madre pero ninguno se atrevió a acercarse al pequeño karateca.
-Eh, hola-dijo Liam animadamente en español al chico mientras se acercaba con la mano en alto para revolverle el pelo.
El chico soltó unas palabras en español, que no tuvieron que ser muy correctas, lo cual pude deducir por la cara de los españoles de la sala, y después le agarró la mano a Liam y le mordió.
-Aaaahhhhh-gritó el pobre.
-¡Antonio!-Cristina aparta rápidamente a su hermano.
Nuestra estancia en España es cada vez más interesante.

Narrador Omnisciente*

Una chica en medio de la calle no hace más que dar voces a su teléfono móvil, mientras sus amigos, algo más lejos fuman porros llenos de a saber qué.
-¡Que no voy a ir ahora al hotel mama! Me da igual quienes estén allí.
Esta chica tiene el pelo castaño y liso, la cara redonda enmarcada por dos grandes ojos, tiene la nariz pequeña y respingona y unos labios gruesos que forman una hermosa sonrisa, que no muestra muy a menudo.
-¡Que vaya Jaime a por Iván! Yo me quedo con mis amigos.
Discute con su madre, que esta divorciada de su padre desde que ella tenía cuatro años. Jaime es su novio actual, con el que tiene una relación respetuosa pero, para nada amigable. Su medio hermano Iván es la persona a la que más quiere en el mundo...pero teniendo excusa, no va a dejar a su pandilla para ir a recogerle y mucho menos si eso implica ir al hotel a comer con unos extraños...aunque estos fuesen quienes eran...
-Vale, vale, mira déjalo-se rindió ante la insistencia de su madre-Voy a ir, pero te juro que el sábado llegaré a casa a la madrugada y no podrás decirme nada.
Colgó el móvil con rabia sin esperar su respuesta y se dirigió al pequeño grupo.
-Paula-dijo, más que afectado, un amigo de la chica-No te vayas, mi amor...
La agarró del tobillo mientras reía como un loco y movía los ojos en unos movimientos nada normales...
-Tengo que ir a por mi hermano, nos vemos el sábado.
-Tía, no te impones en absoluto, la próxima vez mándala a la mierda, que vaya a recoger al crio ella que para eso es suyo-le dijo una chica de pelo morado teñido.
 
 
 
 
-Da igual-respondió Paula-Suelta, Carlos...¡Suelta!
-Dame un besito, un besito...-el chico perjudicado seguía agarrado al tobillo de la chica.
Paula se agachó y le dio un beso en los labios, después se separó con repugnancia por el sabor a tabaco de su saliva, mientras el chico soltaba su tobillo y seguía tirado en el suelo riendo.
-Paula, dale duro a esos maricones.
Paula sabía a quienes se refería, todos sus amigos sabían quienes eran sus primas, todos sabían quienes eran los novios de éstas. Sus antiguos ídolos, los que había tenido que borrar de su iPod porque en su pandilla eran más de bandas de rock y heavy; eran One Direction... y sus primas, Ana y Marta eran las novias de dos de ellos.

Narra Ana María*

Ni me mira... 
Si no me doliese admitirlo, si no me costase tanto creer que no me quería lo suficiente para entenderme y respetar mi decisión, diría que no le importaba. Pero algo en mi corazón me decía que era una pequeña rabieta, que todo seguía como ántes, que me seguía queriendo...sin embargo, era tan buen actor mi Harry, tan bueno como para hacerme dudar de si esto se podría solucionar. 
Miré a Cristina y a Liam, charlando con Antonio que estaba mucho más receptivo a hablar con el novio de su hermana. Los tres reían y Liam y Antonio jugaban al juego del pulgar...
Louis y Eleanor susurraban en una esquina mientras con gestos y alguna que otra palabra en español intentaban mantener una conversación con Sonia. No podían parar de reír ninguno de los dos...
Mi hermana y el irlandés hablaban con mis padres y los de Cristina, haciéndose carantoñas. Mi hermana contaba la historia de como los conocimos y de vez en cuando Niall le hacia un apunte a lo que decía y volvían a acariciarse disimuladamente en la mano o en el brazo...
Zayn y Clara estaban más serios de lo habitual, Zayn que estaba perdido en sus pensamientos fue despertado por Clara, que le preguntaba que le pasaba y si estaba molesto porque no hubiesen venido sus padres. Él negó con la cabeza con una sonrisa falsa y la abrazó pero aún así pude ver que su cara seguía tapada por una máscara de amargura y supe con exactitud que no se trataba de eso, que le pasaba algo aún más grave, algo muy importante...
Y aquí estaba yo. Con 6 personas entre medio del amor de mi vida y yo, mirándole beber agua despreocupadamente...mi vida es un asco... 
Me buscaré un novio, más guapo y español, que no parase de hacerme carantoñas y darme besitos y abrazos...
Y el destino quiso que lo encontrase inmediatamente, pues nada más abrirse la puerta del restaurante por enésima vez, vi al candidato ideal.

viernes, 21 de junio de 2013

Mis niñas!!!!

HOLAAAAAAA!!!!!

Que tal se encuentran mis abandonadas lectoras??? jajajjajajajaja

Se que queréis matarme por todo el tiempo sin subir y que queréis arrancarme la piel a tiras y regalarme unicornios explosivos pero...sería un error, porque además de que soy buena gente, he acabado selectividad y... EMPIEZO A ESCRIBIR!!!!!!!!!

Esa es la buena noticia, la mala es que quizás tarde un tiempito más en subir, como una semana, debido a que ahora mismo no me acuerdo ni de por donde deje la historia y tengo que volver a retomarla mentalmente para poder comenzar a escribir.

Otra cosa, la novela se esta acabando y ya se que os mareo pero NO HABRÁ SEGUNDA PARTE. Así que disfrutad de lo que queda, que va a ser precioso y romántico, unos 10 capítulos, que seguro que me preguntáis jajjajajajajjaja No os pongáis tristes pliss...

Bueno, que ya conteste a los comentarios del último capi, por si queréis verlos :))

Me lo pase genial en el concierto, después de subir un capi haré una entrada contando mi experiencia.

Hoy es el cumple de la anónima agradecida Bea!!!!! FELICITARLA O ME ENFADO!!!!!

Mañana, Marta tiene festival de ballet, desearle suerte a mi hermanita <3<3<3

Y creo que ya, no?? No se me olvida nada...aaahhh siii, que me alegro de estar de vuelta y de nuevo en contacto con vosotras!! :))) os echaba de menos...

Os quiero, os quiero, os quierooooooo

domingo, 14 de abril de 2013

CAPITULO 67 "Amor y dolor"

Narra Zayn*

-Venga, mañana nos vemos tíos-dice Louis mientras se baja en la primera planta del ascensor con Eleanor, donde Sonia tras mucho parloteo, signos y dibujos en un papel le había dado una habitación con cama de matrimonio.
Nosotros teníamos dos habitaciones dobles en la segunda planta, así que tras unos segundos, ya estábamos allí.
-¿Quieren dormir los cuñados juntos? ¿O nos repartimos las habitaciones diferentes?-dijo con tono de guasa Liam.
Harry que permanecía con la cabeza gacha, la levantó bruscamente, se quedó mirando a Liam y después extendió la mano, le arrancó una de las tarjetas y se fue en dirección a una de las habitaciones que nos habían dado.
-Pero...¿qué he dicho?-dice el pobre de Liam algo asombrado.
-Creo que ha sido por lo de cuñados...-responde Niall.
-Ya me quedo yo con él, iros vosotros a la otra-les digo.
Niall me mira y dice:
-¿Seguro? Te puedes venir con nosotros, te hacemos sitio...
-Pero bueno Niall, ¡ni que Harry mordiera!
-Últimamente...-dicen ambos al unísono mirándome mientras encarnan las cejas.
Yo levantó los ojos y cogiendo mis maletas me dirijo a la habitación en la que hace un momento desaparecía Harry.

Narra Cristina*

-Mira en esta estamos todos-le digo a mi hermano.
Cuando vivía en casa, la mayoría de las noches mi hermano se venía a acostar a mi cama. Era un incordio porque no paraba quieto, me daba patadas, manotazos, me empujaba... Sin embargo, fue una de las cosas que más eche de menos cuando me fuí a Londres; su cuerpecito pegado al mío, sus cariños ántes de dormirnos y sus besos por la mañana temprano.
Ahora estábamos los dos metidos en la cama, a oscuras y con el ordenador en medio. Le estaba enseñando fotos y vídeos que habíamos hecho durante este verano, fotos en las que salíamos todos, solo los chicos, sólo las chicas o por parejas. Se las enseñaba en un intento de que le empezase a gustar más Liam aunque por ahora no íbamos bien.
-Estos somos Liam y yo...-le digo mirándole.
-Pues es feo.
-¡No es feo! Es muy guapo.
 
 
-No, es horroroso y le voy a pegar.
Yo, que se como controlar a mi hermano, bajo la cabeza y la aplastó contra las sábanas como si estuviese llorando. Al rato puedo sentir sus manitas acariciándome el pelo:
-Bueno, venga Cristina, que no es tan feo... No llores, ¿vale? Mañana estará a prueba.
Yo rio por lo bajito sin levantar la cabeza. Al rato siento como mi hermano se incorpora de la cama, se sube a ella y salta al suelo. Al momento besa mi cabeza y me susurra al oído.
-Pero aunque le de permiso para ser tu novio...tu siempre serás mía, ¿vale? Y no te preocupes que si al final deja de ser tu novio te podrás venir a vivir conmigo y con mi mujer y cuidarás de tus sobrinos, ¿quieres? Te quiero.
Mis ojos se han empañado, mi hermanito siempre creando momentos tan emotivos...
-¿Dónde vas?-le digo cuando oigo que se abre la puerta.
-Me voy a mi habitación, que ya soy mayor y puedo dormir solo.
Su voz proviene de la oscuridad.
Me dice <<Buenas noches, esposa>> antes de cerrar la puerta. Si, ya es mayor, mi pequeño crece...

Narra Marta*

Silencio completo. Es raro volver a estar en casa, habiendo estado en tantos sitios últimamente. Es como sentir que vuelves al sitio del que provienes, reconoces la cama, el olor, el tacto de las sábanas...pero sabes que algo ha cambiado, pero no ha cambiado nada de lo que te rodea, lo que ha cambiado soy yo. Ya no soy la chica que dormía nerviosa pensando en que al día siguiente iría rumbo a Londres, ahora había vuelto y no era la misma.
De tanto pensar me entra sed, así que me levanto y me dirijo a la cocina a oscuras. Voy arrastrando una mano por la pared y me resulta raro el tacto rugoso, ya me había acostumbrado a las lisas de Londres...supongo que ya no es este el único lugar al que considero mi hogar.
Pero algo me hace detenerme. Estaba pasando por la habitación de mi hermana cuando oigo unos quejidos amortiguados por la puerta cerrada. Esta llorando. Abro la puerta sin hacer ruido y digo:
-¿Ana?
Mi hermana no responde y sigue sollozando. Yo entro, cierro la puerta y a tientas, levanto las sábanas y me tiendo a su lado. Al segundo ya la tengo abrazada a mi, llorando en mi hombro.

Narra Zayn*

Llamo a la puerta.
-¡Vete!-grita desde dentro Harry.
-Gilipollas, abre la puerta. ¿No ves que la habitación es doble?¿Dónde quieres que duerma yo?
Al rato la puerta se abre. Yo entro con las maletas y las dejo en la cama que no había ocupado Harry.
-¿Que pasa contigo?¿Por qué nos hablas así? Liam se ha quedado muy desconcertado. No se que te habrá pasado con Ana pero tienes que relajarte un poco porque desde que hemos llegado de las vacaciones estas un poco insoportable, ¿sabes?
Dejo de echarle la bronca cuando veo como desazonado se sienta en la cama y hunde la cara entre las palmas de sus manos.
-La estoy cagando, Zayn.
Suspiro, me acercó a él y me siento a su lado.
-¿Que ha pasado?¿Por qué te portas así?¿Por qué le dices esa cosas a Ana?¿Que te pasa?
Supongo que son demasiadas preguntas porque Harry responde tajante:
-Nada.
Yo le paso la mano por la espalda y le digo:
-Sabes que puedes contar conmigo hermano. Estoy contigo.
Él levanta la cabeza, me mira a los ojos y de repente se pone a hablar, rápido y sin pausa. Me cuenta como siguió mi estrategia, que llamo a Oxford y consiguió plaza, me dice lo feliz que estaba y como se sintió después de que Ana dijese que no, en esa discusión horrible en la que él dijo tantas que no sentía, ni pensaba, ni quería decir realmente.
-Y no se que hacer... Quiero a Ana como nunca he querido a nadie, siento cosas por ella que nunca pensé que podría sentir una persona... He aprendido a quererla en este verano más que a cualquier otra persona en toda mi vida. Lo daría todo por ella, todo, sin pensarlo, sin dudarlo, todo; podría dar incluso mi vida. Dejaría mi carrera, me mudaría a cualquier sitio del planeta, le daría todo lo que me pidiese porque estoy obsesionado con ella. No puedo dejar de pensar en sus ojos cuando le da la luz del sol, en su sonrisa cuando le digo algo bonito, no puedo quitarme de la cabeza su risa y como habla rápido y de repente se detiene y me mira expectante porque no recuerda la palabra en inglés y quiere que yo se la diga. ¿Te has dado cuenta de como se muerde el labio o como pone los ojos en blanco, antes de reírse, cuando alguno dice alguna tontería? No solo estoy obsesionado con ella, no solo la quiero, la amo con toda mi vida. No soportaría perderla o hacerle daño y estoy haciendo las dos cosas. No quiero que se vaya, soy un egoísta, lo se; y me cabreo con ella aún sabiendo que las cosas que dice tienen sentido. En el fondo se que lo que dice es verdad y que es mejor que no estemos juntos cuando empiece el curso, pero la quiero a mi lado. Y este egoísmo, esta obsesión, este amor, puede conmigo y le hago daño a la persona por la que mataría para que estuviese feliz. Y por eso se me ha pasado por la cabeza dejarla...quizás sea mejor para ella...quizás con otra persona este mejor...una persona que no le haga tanto daño como le hago yo...
Harry para de hablar y yo me quedo fijo mirándole porque no se que decirle, no se que hacer. Estoy ahí, quieto mirándole, pensando en todo lo que ha dicho mientras él se sorbe la nariz y se seca la cara de las lágrimas que han ido cayendo de sus ojos mientras hablaba. Cuando se serena un poco mira serio al suelo, pensando en algo. Supongo que recuerda algo gracioso porque sonríe.
 
 
-Desde el primer momento que la vi supe que era especial. Desde que la vi allí parada, roja y con los ojos abiertos de par en par. Me enamoré cuando sus ojos se cruzaron con los míos.
Harry soltó un sollozo y se puso a llorar. Yo le abracé y le dije lo que realmente pensaba.
-Harry, no la dejes. No lo hagas, porque nadie, nunca, jamás, podrá decir lo que tu has dicho esta noche de ella, porque estoy seguro de que jamás nadie la podrá querer como tu.

Narra Clara*

Me despierto con las luces de la mañana. Salto de la cama y me visto rápidamente, hago el desayuno y para cuando mis padres se despiertan ya esta todo puesto sobre la mesa, listo para ser comido.
 
 
-Venga dormilones, habéis tardado.
Me siento en una silla mientras que digo esto. Mi padre se me acerca por detrás y me abraza mientras me dice al oído:
-No sabes lo que te hemos echado de menos hija.
Desayunamos mientras me cuentan cosas de nuestros familiares y de como se lo han pasado ellos este verano. Al parecer, ha sido un rollo sin mi, pero al mismo tiempo como una segunda luna de miel, así que están contentos a fin de cuentas.
-¿Os vestís rápido o me voy y os espero en el hotel?-les digo mientras recojo mi plato y mi vaso y los limpio en el fregadero.
-¿Qué dices?-me pregunta mi madre.
-Ayer no os lo dije. Los chicos están en el hotel de Ana y Marta y habíamos quedados todas allí con nuestros familiares para que los conozcáis y eso...
-Nosotros ya tenemos comida con la abuela, Clara. Además ya le dije ayer a la noche que habías vuelto y tenía muchas ganas de verte así que no podrás ir.-me dice mi madre.
-No iréis vosotros entonces; yo me voy ahora mismo. Darle recuerdos a la abuela y decirle que iré a verla antes de volver a Londres.
-Pero, Clara...
Dejo a mi madre con la palabra en la boca y me voy a mi habitación a vestirme rápidamente. Esta última noche ha sido horrible sin tener el hombro de Zayn para apoyarme, estaba deseando ir a verlo con toda mi alma. Y lo iba a ir a ver, me lo iba a pasar genial, voy a vivir mi vida y a hacer lo que quiera y no lo que me digan.

Narra Eleanor*

-Bueno, Liam dice que esta en la 201 intentando de despertar a Niall y que Zayn y Harry están en la 208...-le estoy diciendo a Louis mientras leo su mensaje, antes de que me interrumpa.
-Yo ayudo a despertar a Niall, tu ve con los otros dos-dice corriendo.
-¿Por que tanta prisa? Harry es tu amigo, ¿sabes? Quizás quiera hablar contigo de lo que le pasa con Ana.
-Ya hablo ayer con Zayn, me mando un mensaje diciéndome que se acababa de quedar dormido después de tirarse media hora llorando. No me gusta verlo mal, además no puedo ayudarlo.
Los dos cerramos la puerta de la habitación y nos dirigimos al ascensor. Cuando estamos dentro me quedo mirando la cara tensa de Louis y pregunto:
-¿Estas enfadado con Ana?
-¡En absoluto! Esta en su derecho de hacer lo que quiera, además me parece que tiene razón en lo que dice. No estoy enfadado, estoy preocupado por Harry.
-Entrara en razón-le digo.
-Eso espero.

Narra Ana María*

-Me voy Ana...¿Seguro que vas con papá y mamá? Te puedo esperar y así te vienes ya conmigo...
-No, de verdad. Ve tu, nosotros llegaremos en seguida-le contesto con la voz ronca que se me queda al estar recién levantada.
Mi hermana me mira con preocupación mientras hago la cama pero yo la ignoro y sigo a mi tarea. Cuando me canso de estar haciendo la cama con los ojos de mi hermana puestos en mi cogote, la miro y le digo:
-Marta, en serio, vete. Que yo quiero ir con mamá y con papá, que los he echado de menos-Marta enarca una ceja.
-Ana, no me mientas.
-Mira, haz lo que te de la gana.
Unos minutos más tarde Marta se acerca a darme un beso y se va de casa.
Yo termino de hacer la cama y me voy al baño con la ropa que me pondré hoy. Cuando me miro al espejo, lo primero que se me pasa por la cabeza es la cantidad de maquillaje que me tendré que echar para que parezca que no tengo los ojos tan hinchados como un pez globo.
Cuando estoy en la ducha pienso en lo que me dijo Harry. ¿De verdad quería dejarlo? No podía quitarme de la cabeza esa pregunta. Se que estaba enfadado conmigo, mucho; pero creí que nuestro amor podría con todo, que podría perdonarme por no quedarme con él... Ahora no lo tengo tan claro...

Narra Niall*

Sonia!-grito saliendo corriendo del ascensor y dirigiéndome a la recepción.
-¿Que pasa?¿Que pasa?-grita en español.
Cuando estamos los dos uno en frente del otro le digo con una sonrisa:
-Hola.
Ella resopla y mira al resto de chicos que han salido más lentamente que yo del ascensor y que ahora se unen a nuestra "conversación".
Sonia vuelve a parlotear en español con una sonrisa y nosotros nos ponemos a asentir con caras de tontos como si entendiésemos todo lo que nos decía pero vamos que nada, ni una palabra le pillo; va súper rápido...
Y en ese momento, asoma por la puerta el ángel más bonito, la salvación. Mi española.
Tita!-grita Marta y corre hacia ella.
Las dos se abrazan y vuelven a parlotear en español, sigo sin entender una palabra pero vamos que nos miran y se ríen, se están cachondeado de nosotros claramente.
-Mi tía decía que os fueseis a desayunar pero que os estaba preguntando que qué os pedía y que vosotros solo sabías asentir y sonreír-dice Marta dándome un beso en la mejilla y dándole la mano a Eleanor a modo de saludo mientras Zayn le desordenaba el pelo.
-Tortitas, tortitas...-dice Liam mientras todos seguimos a Marta a través del hotel en dirección a la parte reservada de la cafetería.
El hotel esta genial y la verdad es que ese reservado nos va a venir genial, así podremos estar con las familias de las chicas sin que nos hagan fotos ni nos molesten. Mientras que andamos por la cafetería todo el mundo nos mira y los camareros saludan y se paran a hablar con Marta en español.
Cuando ya ha saludado a todo el mundo, me mira y me tiene ver cara de embobado con la que la miro porque me pregunta:
-¿Que pasa?
Yo la agarro de la barriga y le digo al oído:
-Estas tan sexy hablando en español...
Marta se ríe y me besa con fuerza.

Narra Harry*

Cuando nos acaban de traer las cosas y todos empezamos a desayunar, algunos con más apetito que otros, porque yo no tengo ganas de nada; la puerta vuelve a abrirse y pasa la primera familia que llega.
Entran un hombre con gafas y cara amigable, alto y delgado y una mujer morena y elegante que tiene unos rasgos que reconozco.
Detrás de ellos viene una chica, de pelo rizado castaño con ojos triste e hinchados que me mira con dolor.
-Mamá, papá-se levanta rápido Marta.
Yo no aparto la vista de Ana pero puedo oír como Niall se atraganta de la sorpresa.
Todos ríen, pero yo no.