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domingo, 10 de agosto de 2014

CAPÍTULO 73 "El comienzo del fin"


LUNES

Narra Zayn*

-¿Si?¿Quien es?-oímos por el telefonillo la voz de Marta.
-Somos los hombres de tus sueños-dijimos todos al unísono.
Se oyó un estridente grito al otro lado. Marta nos abrió la puerta al instante. Entramos por la puerta  del portal riéndonos, y nos reímos aún más cuando oímos como alguien bajaba por las escaleras gritando.
-¡Marta, baja con cuidado!-grito Niall, oliendose la desgracia.
-¡Barricada chicos! Ya llega...-nos dijo Louis en tono confidencial como si nos estuviésemos preparando para un ataque.
Los cinco nos pusimos en frente de la escalera esperando a que la cabra loca de Marta llegase...pero...ya no se la oía...no bajaba...
-¡Marta!-grito Niall, pero no recibió respuesta-¿Y si se ha caído?
-Lo hubiésemos oído-repuse seguro.
-Es una trampa-susurró Louis con una sonrisa.
Todos volteamos la cabeza lentamente hacia la escalera, con miedo, esperando el ataque inminente de la princesa de los nervios...
-¡Uh!-salto riendo Marta al descansillo que teníamos a la vista.
Niall soltó un sonoro resoplido mientras el resto reíamos.
-¡A por ella!¡Viene sola!-grito Louis adelantándose al resto empezando a correr.
Marta dio otro grito atronador mezclado con su típica risa antes de salir a correr escaleras arriba, seguida de Louis.
El resto nos miramos desconcertados un momento pero al momento nos emocionamos y salimos detrás de ellos.
Más momentos como este, por favor...
Que no se acabe esta semana...

Narra Ana Maria*

-¿A quién se le ocurre? Si es que estáis todos locos, de verdad...-les riñe Clara.
-No es nada grave, no os preocupéis-digo riendo.
-Ay, ay, ay, que me duele-me dijo Harry apartándome la mano con el algodón bañado en betadine de su pómulo.
-Pues yo creo que me queda sexy la herida en la ceja-añadió Louis delante del espejo del salón, al mismo tiempo que se colocaba el pelo de tal manera que el rasguño quedase enmarcado por su flequillo.
Eleanor bufo y le dio un manotazo.
-Yo también lo creo-le dijo mi hermana al tiempo que le guiñaba un ojo.
-¿Podéis explicarme que ha pasado otra vez?-pregunto Clara.
-Nos hemos caído-respondió Zayn masajeándose el pie.
-¡Más detalladamente que me quiero reír!-dijo Cristina emocionada recolocandose en el sofá en el que estaban sentados Liam, Zayn y ella.
Louis se puso delante de nosotros, justo delante de la televisión, carraspeo y se puso a interpretar su papel de narrador de troupe.
-Pues veréis, nosotros veníamos tranquilamente a veros cuando unos gritos nos alertaron de un ataque inminente. Por los gritos pensamos que debería ser un, o varios animales horribles que venían a separarnos de nuestras amadas. Pero no era otra cosa, que la aquí presente, princesa de los nervios-Marta,mi hermana se levantó de un salto del regazo de Niall e hizo una reverencia al resto con una sonrisa de oreja a oreja-Como no era ningún animal, sino que era alguien bastante inofensivo, nos lanzamos a su captura como los héroes que somos. Pero cuando subíamos velozmente por las escaleras, Martita se tropezó y yo, que soy un caballero pues me lance a cogerla pero claro al agarrarla me desequilibre un poco, me di una torta contra la pared, lo que me dejo esta bonita batalla de guerra-se señalo la brecha de la ceja.
-Esperemos que no se te quede la marca-dijo Eleanor chasqueando la lengua.
-¡Sigue contando!¡Sigue!-dijo Harry enfadado.
Louis sonrió inocentemente y continuo.
-Y claro, pues Harry, que venia detras nuestra, intento pararnos pero no consiguió otra cosa que caerse y darse en su elevado y perfecto pómulo contra un escalón de la escalera...no nos ayudo mucho...es bastante torpe, ¿sabéis?-dijo como si nos estuviese diciendo un secreto, lo que provoco la risa de todos y un lindo mohín de mi Harry-Y nada, que saltamos a Harry y seguímos bajando como pudimos por las escaleras, sin rodar, trastabillando, hasta que nos topamos con el fuerte Zayn, que nos paró y yo sin querer le pise un pie. ¡Y ya esta!
-Por una vez me he salvado-dijo Niall sonriendo con orgullo.
-¡Ay, ay, ay!-se quejó Harry.
Sonreí, le bese en la mejilla y le dije:
-Quejica.
En ese momento Liam apoyando su mano en la rodilla de Cristina se levanta y nos informa de que se va a ir bajando algunas cosas al coche.
-Me voy a peinar, ahora bajo, ¡cierro yo!-digo mientras voy a mi habitación.
-Esta lo que no quiere es bajar bolsas-oigo cuchichear a Louis, lo suficientemente alto para que lo oiga.
-Me has pillado-rio al tiempo que giro la cabeza mientras sigo caminando y le lanzo un beso.
-Ana, espera-me dice Louis mientras se acerca corriendo a mi y me pasa un brazo por los hombros, después me susurra en el oído-Cuando acabes, llama a la puerta del primer baño del pasillo.
Antes de que pueda preguntar que a que se refiere, grita:
-¡Voy al baño! Luego os ayudo a bajar las cosas, chicos.
-¡¡¡Louis!!!-grita Eleanor, que ha sido la única presente en nuestra conversación.
Los dos soltamos una risita contenida mientras seguimos andando y Louis me aprieta fuerte contra el.

Narra Liam*

-A este paso cuando salgamos, ¡ya es mañana!¡Venga rápidito!¡Moviendo el culo!-iba gritando mientras salía por la puerta del piso y bajaba los primeros escalones; llevando conmigo las bolsas llenas de bocadillos, hechos por las chicas.
Cuando llegue abajo, abrí el maletero y puse la bolsa de los bocadillos junto con la de refrescos y cervezas que traíamos nosotros.
Me quedo apoyado en el maletero, esperando a que todos bajasen. Creo que tardarán un buen rato más así que cojo el móvil y me meto en Twitter, decidido a seguir a un par de fans. Mientras me pongo a seguir a las primeras personas, algunos huevos incluidos, que salen en mi lista de seguidores, siento como alguien se recuesta en el maletero junto a mi.
-Hola Liam.
-Mmm...¿hola Marta? Creo haberte visto hoy y eso...
-Ya. Verás, tienes que hacer algo por mi.
-Ya veo.
-Es confidencial, obligatorio y muy importante.
-Ah, bueno, pues si es obligatorio no me puedo negar-le digo inclinando un pelin la cabeza.
Ella se recoloca y carraspea antes de seguir.
-Te voy a encomendar una misión, muy importante y la vas a tener que cumplir hasta que vuelva. Tienes que cuidar de Niall. Se que todos os cuidáis entre vosotros pero quiero que le eches un ojo especial a el. Niall es muy descuidado y muy infantil pero se que lo va a pasar mal cuando me vaya, porque es igual que yo; y yo ya me estoy empezando a dar cuenta de que esto no va a ser como un problema de esos que puedes obviar o reírte de ellos...-baja un momento la cabeza y no puedo verla bien, pero juraría que se ha quitado una lágrima de los ojos-Nos vamos en una semana, esto se acaba y tengo que irme con los cabos atados, Liam, ¿lo haras?¿Lo cuidarás por mi?
En las últimas palabras su voz se quiebra. La abrazo con fuerza mientras le masajeo con dulzura la espalda y ella se desinfla y comienza a sollozar silenciosamente. Nos quedamos ahí un rato y me siento por una vez en mi vida hermano mayor y no hermano pequeño.
-Lo haré Marta, te lo prometo.
-¡Soy tonta!-ríe Marta mientras se separa un poco de mi limpiándose la cara con las manos.
Yo le sonrió y ella me imita, me mira durante un rato y se pone de puntillas para darme un suave y dulce beso en la mejilla.
-Espero que lo hagas porque sino, ¡te castrare!-ríe ante mi expresión de horror.
-No se que te habrá hecho pero Marta, ¡quiero tener hijos!-oigo a Cristina decir mientras se acerca con más bolsas a nosotros.

Narra Clara*

Me quedo con la frente un momento apoyada en la puerta e intento de tomar aire, luego golpeo la puerta con los nudillos y oigo un ahogado; <<Pasa>>, desde dentro. Abro la puerta y allí esta mi amiga Ana cogiendose un moño alto con un pañuelo floreado. Cuando ve mi reflejo en su espejo, se queda un momento mirándome, antes de darse la vuelta y quedarse mirándome con una faceta neutral.
-Hola-me dice.
-Hola Ana, ¿podemos hablar?
-Seguro...
-Ya sabes como me pongo algunas veces, soy así. Quería pedirte per...
-No me pidas perdón-me corta de repente.
Suelta un pequeño suspiro y se sienta pesadamente en la cama antes de seguir:
-La que debería pedirte perdón sería yo-me sorprendo un momento y no se que decir así que simplemente espero a que continúe-Estas un poco nerviosa, eres mi amiga y si me dices que Zayn esta raro, tendría que preocuparme e intentar de buscar soluciones contigo y no enfadarme a la primera de cambio porque le insultes, ¿por que quien tiene más derecho que tu, su novia, a llamarle de todo?
Me sonríe débilmente y yo le devuelvo la sonrisa. Así somos nosotras regañamos, nos podemos hasta gritar, decirnos las cosas más feas del mundo y después en un momento perdonarnos y seguir como siempre.
-Te quiero-le digo antes de acercarme y abrazarla con fuerza.
Cuando nos separamos me agarra fuertemente de los brazos y zarandeándome suavemente me dice:
-Vamos a averiguar lo que pasa y si hace falta matar a Zayn, lo podemos hacer entre las dos, ¿vale? Así vamos juntas a la cárcel-me guiña un ojo y yo rio-Ahora vamos a por Louis, que todavía estará escondido en el baño, y, ¡nos vamos de picnic!-dice levantando los brazos en alto.
-¿Escondido en el baño?

martes, 15 de abril de 2014

CAPÍTULO 72 "Londres, hemos vuelto"

5 días más tarde...


Narra Cristina*


-¡Hogar, dulce hogar!-grité nada más entrar por la puerta de nuestros pisito de Londres.
-¡Ay, me ahogo!-la siguiente en entrar fue Marta que iba peleándose con su gran maleta, cuando por fin logro cuadrar sus hombros, con su gran bolso de mano y su maleta, tiro todo al suelo y corrió al sofá.
-Se...nos...olvido...que...el...ascensor...estaba...estropeado...-venía jadeando Ana que iba a cuatro patas como un perrito y empujando la maleta y un bolso de mano. Nada más entrar las cosas se dejo caer boca arriba en el liso suelo con un suspiro.
-¡Eh!¿Queréis tarde de chicas?-propuse-Los chicos tienen reunión esta misma tarde, no los dejan descansar... Así que hasta mañana no podemos contar con ellos.
-¡Me apunto!-Marta se levantó como un resorte y se puso a saltar en el sofá como una loca.
-¡Y...yo!-la voz de la ahogada Ana apenas era audible.
Sólo faltaba...
-Yo me quedo, no tengo muchas ganas de salir...
Clara entro silenciosa y cargando con sus cosas se fue directa a su habitación.
Yo gire la cabeza conforme pasaba al lado mía para dirigirse al pasillo que daba a las habitaciones; Marta dejo de dar saltitos y se la quedo mirando también y Ana...bueno Ana hizo el intento de levantar un poco la cabeza, pero viéndose incapaz la dejo caer hacia atrás de nuevo.


Narra Marta*


-Yo no quiero entrar-susurre con decisión.
-Tu eres aquí la graciosa preguntona que te saca todo, así que, ¡entra!-me dijo Cristina también susurrando y empujándome ligeramente.
Las tres, Cristina, mi hermana y yo nos encontrábamos en el pasillo, justo delante de la habitación de Clara y estábamos discutiendo sobre cual de las tres debía entrar a hablar con ella...
Clara llevaba un par de días algo inquieta, le preocupaba algo y no sabíamos que era. Queríamos ayudarla pero no podíamos porque se negaba a decirnos que era eso que le preocupaba aunque todas teníamos una idea de era algo relacionado con Zayn.
-¡Que entre Ana! Que es su amiga-dije señalando a mi hermana.
-A mi no me metáis en este enredo, ya sabéis que yo se lo he preguntado en el avión y con la mirada que me ha echado, he pensado que abriría la puerta del avión y me tiraría...sin paracaídas ni nada...
-¡Entra Ana!-la empujo Cristina.
-¿Y por que no entras tu, lista?-le pregunto mi hermana empujándola a ella también.
-¡Eso!¿Por que no entras tu, eh?-dije haciéndole cosquillas y uniéndome a la mini lucha libre que habíamos organizado en el pasillo.
Con tanto empujón, manotazo y cosquilla, las tres nos chocamos contra la puerta de Clara, tan fuertemente, que la abrimos de un tirón, cayendo las tres, una encima de otra, en el suelo de la habitación de Clara.
-Mmm...¿queríais algo?-preguntó dejando el montón de ropa que iba a colocar en el armario encima de la cama.
-¡Saber como estabas!-fuí yo al grano.
-¡Marta!-chistaron Cristina y Ana.
La mirada gélida de Clara no se hizo esperar... No me extraña que mi hermana se creyese que la iba a tirar del avión... Yo ya la veía con un cuchillo afilado matándome...
-Estoy bien, gracias. Ahora tengo que colocar mis cosas.
Me levanté de encima de Cristina, y esta de encima de Ana. Las tres nos acercamos con cautela a Clara y la sentamos en la cama.
-Estamos aquí para ti, Clara-le dijo mi hermana.
-¡Que no me pasa nada!
-¡Que si que te pasa!-le grito Cristina.
-¿Es Zayn, verdad?-le pregunté poniéndole una mano sobre la rodilla.
Las tres nos quedamos expectantes, esperando su respuesta que no llegaba. Clara se había quedado en silencio, confirmando de alguna manera lo que nosotras pensábamos.
-Es que...es que...-de repente levantó la cabeza con ojos chisporroteantes y boca crispada y se puso a decir-Oohhhh es que le odio, le odio, le odio, es un...¡un cara dura! Y un gilipollas y un capullo y un cerdo y...
-Eh, eh, eh, relajate Clara-dijo Ana levantándose bruscamente de la cama quedándose en frente nuestra con cara enfadada-No voy a permitir que hables mal de Zayn en mi presencia.
-Oye, perdona, ¿pero quien es aquí tu amigo?¿Zayn o yo?
-Ambos sois mis amigos por eso no pienso dejar que insultéis al otro estando yo delante.
-¿Qué pasa que tu no te das cuenta de nada?-grita alto Clara-¿Y tu tampoco, verdad?¡Ni tu!-yo me echo para atrás cuando veo que su dedo índice se aproxima peligrosamente a mi pecho.
-No, claro que no Clara, nadie se da cuenta de nada, porque no pasa nada-gesticula exageradamente Cristina uniéndose a la discusión.
-Para vosotras no. Egoistas, todas sois unos egoístas; como a vosotras os va magníficamente bien con vuestros novios; a mi y a mis problemas que nos den, ¿no? No podeis parar de miraros ni un momento el ombligo, ni de maravillaros de cuan bonita es vuestra relación, como para ver que Zayn no esta como siempre conmigo, que pasa algo, que hay un problema, que os necesito.
-No tengo porque aguantar esto-sentencia segura mi hermana.
-Pues entonces vete-le responde con resolución Clara.
Mi hermana entrecerró los ojos algo dolida pero se dio la vuelta y con enfado cerro la puerta de la habitación de Clara con fuerza.
Las tres nos quedamos en silencio hasta que Cristina rompió el silencio:
-Clara, no ha estado bien lo que has dicho, ¿sabes? Te estas pasando bas...
-¡Otra igual! Si quieres tu también puedes irte, ahí esta la puerta.
-Estas insoportable chica-le dijo Cristina mirándola con asco-Pues si, yo me largo también.
Cristina siguió el mismo caminito que mi hermana.
Bueno...me he quedado sola...y tengo miedo...
-¿Y tu qué?¿No te largas? Vete como se han ido todos; vete y déjame sola-me dijo Clara.
-Yo no me voy a ir, quiero saber que es eso que te tiene tan preocupada como para hacerte hablar mal de tu novio y meterte de esa manera con gente que te quiere. Yo me quedo a escucharte y a ayudarte.
Los hombros tensados de Clara se relajaron y se quedo mirándome con ojos agradecidos pero tristes, muy tristes...
-Zayn y yo estamos mal. No se lo que le pasa...-dije estrujando se las manos con ansiedad-Hay veces que parece estar como siempre, pero después le digo que le quiero o hago algún comentario acerca de lo increíble que es y de lo muy importante que es en mi vida y parece acordarse de algo y cambia por completo. Deja de ser mi Zayn y se convierte en otro y no se que es, no se si es que me oculta algo, si le preocupa algo o si...-pareció dudar un segundo antes de decir las siguientes palabras, como si se resistiese a decirlas-O si ya no me quiere.
Meneé la cabeza, negando las palabras que había dicho. Imposible, Zayn quería a Clara.
-Y nadie me hace caso, digo que esta raro y todo el mundo lo ve normal. ¿Normal?¿Normal es que no me diga que me quiere?¿Normal es que no se acerqué a abrazarme y a besarme nunca?¿Eso es normal?-las lágrimas empezaron a caer por los ojos de Clara y mi corazón se encogió y un nudo nació en mi garganta-Mi Zayn normal era aquel que me achuchaba por la espalda, que me daba la mano mientras comíamos, que no se cansaba de besarme y que se dormía todas las noches a mi lado no antes de decirme que me quería más que a nada en este mundo. Así que no se...si con vosotros se comporta normal es que el problema es mío.
-Clara habla claro con el. Dile que te diga que le pasa y si el problema es tuyo, de vosotros, dile que no te haga sufrir, que te diga la verdad.
Clara se sorbió la nariz y continuo:
-Justo eso es lo que no quiero hacer...tengo miedo, no quiero que me diga la verdad porque tengo el presentimiento de que será desgarradora y le quiero tantísimo que prefiero vivir una bella mentira a una asquerosa verdad.
Clara se derrumbó y yo la abracé, tranquila, sabiendo que esto se solucionaría como se había solucionado lo de Harry y Ana, sabiendo que nosotras estábamos hechas para ellos, que estaba claro y que no podía ser de otra manera.


Narra Harry*


-Ya veo...bueno tu tranquila...pero Ana no llores...que no llores que me pones nervioso...vale, vale...no te tomes muy a pecho sus palabras, esta un poco tensa últimamente...ahora hablare con él y le dejaré las cosas claras...¿Qué?...no, no, yo no se nada...vale...un beso, te quiero gorda.
Le lancé un besito a Ana antes de colgar el móvil. Tras lo cual, lo dejé sobre la mesilla de mi cuarto y resoplé agobiado mirando hacia el techo.
¿Qué hago? Era el único que sabía toda la historia. Sabía que Zayn "creía" que ya no estaba enamorado de Clara y gracias a Ana, también sabía que Clara aunque con Zayn y con nosotros delante se portaba completamente normal; en el fondo sabía que algo pasaba y que Zayn no estaba igual con ella. Era el único que lo sabía y era una mierda; saber todo eso y querer ayudar a Zayn a aclararme y a hacer todo lo posible por no hacer sufrir a Clara estaba haciendo que me comiese la cabeza porque evidentemente, esto estaba afectando al grupo.
Me levanté soltando un suspiro, abrí la puerta de mi cuarto y me dirigí al de Zayn. Cuando entré me lo encontré tirado en la cama con los cascos puestos. Supongo que no me oiría entrar pero se dio cuenta de que había entrado porque volteó la cabeza y se quitó los cascos.
-¿Que pasa?-me dijo mientras se incorporaba y se quedaba sentado a lo indio  enrollando los cascos alrededor del reproductor de música.
-Ana se ha cabreado con Clara-solté mientras me echaba en su cama boca arriba-Bueno, y Cristina también.
-¿Que ha pasado?-pude notar la preocupación en su voz.


                                 



-Al parecer Clara esta últimamente algo más insoportable de lo normal...-hice una pausa pensando como abordar el tema-¿Sabes por que estaría así?
Le mire a los ojos cuando giré la cabeza y el desvío la mirada, despreciando mis ojos.
Ya que no contestaba, decidí seguir hablando.
-Al parecer, esta muy nerviosa porque alguien, no se quien, se esta comportando de una manera extraña con ella y claro sus amigas le preguntan, ella insulta a esa persona y sus amigas se enfadan porque la persona de la que habla es también su amigo y no les gusta que hablen mal de él...pero claro es que esas amigas, que resultan que son una de mis mejores amigas y mi chica no saben lo que yo sé.
Zayn se revolvió el pelo mientras hacía un ruidoso de disgusto y se tendió a mi lado.
-Ya vale de echarme cosas en cara, ¿no?
-Hombre Zayn, ¡lo mínimo que puedo hacer es echarte estas cosas en cara! Clara esta mal, y si Clara esta mal se extiende al resto del grupo; para lo bueno y para lo malo estamos tan relacionados que lo que le pasa uno, le afecta a todos; así que, ya sabes, terapia amiguil.
Me senté en la cama y le pregunté:
-¿Quieres a Clara?
-Si.
-¿Cuanto?
-Mucho.
-¿La sientes como la mujer de tu vida?
-No.
-¿Vas a dejarla?
-No.
-¿Por que?
-Porque quiero cerciorarme de que realmente no la quiero tanto como pienso, porque quiero saber si estoy loco por ella y no me doy cuenta...porque no quiero estropear todo esto...
Le mire con tristeza.
-Arréglalo Zayn.
Me levanté de la cama y salí de la habitación sin decirle, que del amor no se duda, que el amor entra y te recorre entero, que se te entra en las venas y no sale, que si por un momento ha sentido que no quiere lo suficiente a Clara es; porque realmente no lo hace.


Narra Liam*


Nada más llegar de vacaciones y ya teníamos reunión para hablar del Tour y de todas las entrevistas y viajes que nos esperaban este año; y si no fuese poco deprimente tener ya todo un año planificado y empezar con el estrés, encima nos echaban la bronca por unos míseros días de vacaciones extras...
-¿Sabéis cuanto tiempo habéis estado desaparecidos?-nos grito Simon.
Todos nos revolvimos en nuestras respectivas sillas.
-¡Dije una semana se vacaciones!¡Una semana!-mientras gritaba, hacia gestos exagerados con las manos mientras se movía de un sitio a otro-Y vosotros os pasáis mis órdenes por el forro y no sabemos nada de vosotros en 2 meses. No hacéis ni entrevistas, ni conciertos, ni grabáis...
-Hemos escrito-dijo Niall subiendo la cabeza sonriendo amigablemente.
-¡No me digas!¿Y estáis cansados?¡Cuanto trabajo!
Le di un pequeño codazo a Niall, indicándole que cerrase la boca.
-Simon nos merecíamos unas vacaciones, unas vacaciones de más de una semana-dijo seguro Louis.
Y tenía mucha razón.
-Cuando yo digo algo, se hace lo que yo digo, ¿estamos?
-No estamos. Somos personas, no tus peones y tenemos vida a parte de todo esto y vamos a disfrutarla-dijo con el ceño fruncido Harry.
-Quizás os deba llevar otra persona-repuso rápidamente Simon con una sonrisilla de suficiencia-Quizás alguien que os de más vacaciones y asi trabajéis menos, una persona con la que seréis olvidado en unos pocos años  pero, pero que os deje vivir unas bonitas vidas al lado de vuestras familias y vuestras novias.
-Quizás-dije yo-Quizás debiéramos cambiar, si.
Me miró a los ojos con rabia contenida y guardamos todos un tenso silencio.
Simon recogió todos los papeles que tenía esparcidos por la mesa, los metió en una carpeta con rabia y antes de darse la vuelta se recostó, apoyando las palmas de la mano en la mesa y nos dijo con tono amenazador:
-Empezáis mañana.
-No, empezamos en una semana-le corrigió Louis.
-¡Empezáis mañana, he dicho!-grito a pleno pulmón dando un tortazo en la mesa, que hizo saltar a Niall y al hasta ahora abatido Zayn.
-Mañana nos vamos de picnic, Simon. Tenemos que aprovechar los últimos días de vacaciones con nuestras chicas-dijo Harry sonriéndole y mirando al resto que nos pusimos a asentir enérgicamente-Podemos ir algún día con ellas a ensayar durante la semana. El sábado y el domingo, vuelve a ser nuestro.
Simon dejó caer la cabeza hacia adelante.



-Esas chicas acabarán con vosotros.
-Esas chicas son las que nos sostienen ahora mismo-dije yo.
-Muy bien, como queráis, vosotros veréis...-se rindió Simon.



Simon es un buen hombre, sólo quiere lo mejor para nosotros, quiere que triunfemos y que sigamos en esta industria por mucho tiempo; y era eso lo que nosotros queríamos también pero no de la forma que el quería.


NOTA: Hola!!! Muchisisimo tiempo, lo sé. Me quereis matar, lo sé. Se que ahora mismo no tendré ni la mitad de lectores y que claro, ya ni os acordareis de la novela, ni de por donde iba, pero un día dije que la terminaría y lo voy a hacer, porque esta historia se merece un final. Así que nada, hoy dos capítulos y ya veremos como van las cosas :))
Un beso enorme aquí siga aquí!

CAPÍTULO 71 "Nada es lo que parece"

Narra Clara*

-Me voy a por mi Coca Cola, ya que Zayn parece haber desaparecido otra vez-dijo Niall.
-Aquí desaparece todo el mundo-sentenció Eleanor.
Hacia cómo una hora que Paula se había ido, al momento salió Zayn para pedir unas bebidas y aún no había regresado. Hace menos de una hora que se había ido Liam a por el móvil y no volvía. Tras lo cual, inmediatamente, se fue Cristina "al baño" y tampoco ha vuelto. Harry y Ana no aparecen, lo que se extiende también al bebe.
-¿Nos vamos a dar una vuelta?-pregunto Marta.
-Zayn esta raro hoy o, ¿me lo estoy imaginando?-pregunté con curiosidad.
-¿Raro en que sentido?-me dijo Louis.
-Raro, no se explicarlo. Esta como evasivo conmigo, me rehuye, desaparece.
Los chicos levantaron los hombros indicándome que no sabían nada.
-¿Podríais preguntárselo?-les dije con cara de súplica.
-No nos pidas eso...-me respondió Niall como disculpándose.
-Verás Clara, Zayn, es muy reservado. No le gusta que le preguntemos nada cuando lo vemos raro o triste. Cuando este preparado para contárnoslo nos lo dirá; en el caso de que tenga algo que decirnos, porque yo no lo veo muy distinto a como suele ser normalmente, quizás este cansado y sea sólo eso-me intentó convencer tranquilizadoramente Louis.
Suspiré, dejando el tema aparcado, pero me mostré descontenta e insatisfecha con sus explicaciones.
De repente la puerta del restaurante se abrió. Harry y Ana aparecieron agarrados de la mano.
-¡Parejita!-gritó Niall.
-¿Otra vez, Harry?¿Otra vez?-dijo Louis indignado-Creí que ya había quedado claro que no me podías poner los cuernos con Ana.
-No he podido evitarlo.
-¿Ya estáis bien?-pregunto Marta emocionada, mientras daba palmitas y saltaba en la silla.
Harry y Ana se miraron y se sonrieron amorosamente, dándonos a entender cual era su respuesta. No dijeron ni una palabra, pero no hacia falta.
-Entonces, ¿te vienes a Londres este año?-dijo esperanzada Eleanor, haciendo que el resto levantarán la cabeza, dejarán de reír y abrieran de par en par los ojos.
-No, me quedo en España-respondió Ana.
Todos bajaron la cabeza y resoplaron apenados.
Pero Harry y Ana seguían sonriendo, a pesar del futuro desagradable que se les acercaba, a pesar de saber que en unas pocas semanas se separarían por un periodo de tiempo más largo del que cualquier pareja enamorada quiere pasar. Y aún así, sonreían.
Y yo estaba triste y mustia como una hoja que se cae en otoño, yo, que me iba a quedar todo el año en Londres, que iba a poder ver a Zayn cada vez que quisiese, que iba a poder ir a sus conciertos y que iba a estudiar en una prestigiosa universidad. Y aún así, estaba triste, triste y mustia y sin ganas de hacer nada, porque yo no tenía a Zayn a mi lado, ni sonreíamos.

Narra Zayn*

-Despacio, despacio...-le dije a Paula, cuando empezó a reaccionar, agarrándola del brazo derecho obligándola a apoyar la cabeza en la pared del portal donde la había dejado después de echar a la loca con la que se estaba peleando.
Se quedo un momento allí apoyada con los ojos cerrados, yo no pronunciaba palabra, no quería asustarla o ponerla nerviosa. Le había limpiado la sangre que emanaba del labio roto y había comprado una botella de agua helada en un bar cercano para echarla en un pañuelo que encontré en mi pantalón y así poder refrescarla un poco y de paso rebajarle con frío el dolor que tenía que sentir en el golpe de la sien.
Cuando abrió los ojos se quedo asombrada mirándome, supongo que sería la persona que menos esperaría encontrarse. Se le desorbitaron un momento los ojos, se recompuso rápidamente y su expresión entre miedosa y asombrada, cambio radicalmente a la típica expresión que reinaba en su rostro, soberbia y segura, aunque algo tensa.
-¿Qué haces aquí?-me preguntó.
Yo me quede algo confundido y enfadado, me había costado mucho echar a esa tipa y además la había cuidado, para que me dijese que qué hacia allí.
-¿Yo?¿Tu me vas a preguntar a mi?¿Qué hacías tu peleandote con una tía?
Paula se terminó de tensar entera, sus gruesos labios se convirtieron en una fina línea, pude sentir como sus manos se crispaban y su espalda se enderezaba de repente.
Se levantó velozmente y se tocó el bolsillo trasero con una expresión de horror absoluto en su cara, como cuando crees haber perdido el móvil y te palpas entero esperando encontrarlo, pero mil veces peor. Su expresión se relajó en parte y después me miro como si no me hubiese visto hasta ahora. Hizo un ademan como despidiéndose y se dio la vuelta.
-¡Eh!¿No vas a responder a mis preguntas?-le iba diciendo mientras la seguía- ¿Ni si quiera me darás las gracias?
-Gracias-dijo mientras seguía andando y sin ni siquiera voltear la cabeza.
-Al principio pensé que no conocías a esa tía y que te atacaba sin más, pero después de ver como te comportas...supongo que sabías quien era y que quería...-tenía la sartén por el mango y me iba a aprovechar de esa situación-Me podrás decir tú quien era o quizás deba contarle a tu madre lo que he visto y preguntarle por si ella la conocía.
De repente Paula se paró en seco, se dio la vuelta velozmente y me agarró del cuello de la camiseta.
-Tu no vas a decirle nada a nadie.
-Oohh, claro que se lo diré, a quien sea para mantenerte a salvo, ya que esta claro que tu no sabes cuidarte sola.
-¿Sabes? No soy una princesa en apuros, ni tu eres mi héroe, así que déjame en paz y desaparece de mi vista cuanto antes. No te necesito ni a ti, ni a nadie.
Se volvió a dar la vuelta y yo aproveché ese momento para intentar de buscar eso que tenía en el bolsillo trasero y que tanto miedo le había dado perder en manos de esa loca.
En cuanto sintió mis dedos rebuscando, se fue a dar la vuelta, pero antes de que pudiese la agarré de la cintura con fuerza impidiendo que se pudiese dar la vuelta y pegarme un puño.
-¡Sueltame!¡Que me sueltes!-no paraba de moverse y dar saltitos haciéndome dura la tarea de llegar a eso que escondía con tanto celo.
Cuando por fin lo saqué, averiguando que era, solté a Paula que se quedo mirándome, mientras yo no podía apartar la vista de esa bolsita de plástico llena de polvo blanco.







Narra Niall*

La verdad es que ver a Harry y Ana venir de la mano fue un alivio. Por fin las cosas seguían su cauce, todo estaba solucionado, todas las parejas éramos de nuevo esas que un día fuimos...o eso creía en ese momento.
-Me voy a por mi Coca Cola, porque me parece ridículo seguir esperando a que Zayn las traiga, la verdad...-dije levantándome.
-Tráeme una Fanta a mi, por favor-me dijo Ana.
-Una Coca Cola.
-Otra.
-Acuarious.
Se unieron algunos más. Resoplé y respondí:
-¿Qué pasa?¿Esperabais a que me levantase o qué?
Cuando salí del restaurante, me fijé en que la cafetería estaba considerablemente más llena, sobre todo de gente joven. Supongo que se habría extendido el rumor de que estábamos allí y la gente se estaba acercando al hotel para confirmar o desmentir el rumor.
Sin embargo, la gente se mantuvo bastante respetuosa y solo tuve que aguantar unas cuantas miradas, un par de fotos y abrazos, hasta llegar a la barra. Cuando llegué me apoyé, y esperé a que se acercase el camarero; mientras, eché una ojeada a mi alrededor; los padres de las chicas ya habían vuelto y al parecer, al entrar Ana y Harry habían dejado al pequeñín con su madre. Los mire un momento pero rápidamente desvié la vista al ver a Miguel mirándome fijamente. Se le veía buen hombre (evidentemente era buen hombre si tenía hijas como las que tenía) pero era callado y eso me ponía nervioso. Quería evitar a toda costa hablar con él a solas...
-Hola.
Era Miguel...que suerte la mía...
Me di la vuelta y farfullé el peor <<hola>> español de mi vida antes de apartarme un poco dejándole hueco a él para apoyarse en la barra.
-¿Si te hablo lento me entenderás?-me preguntó.
Afirmé con la cabeza y esperé.
-Es evidente que mis hijas os quieren y por eso no las voy a prevenir de los riesgos que corren teniendoos como novios, pero habéis sido la peor elección que podían haber tomado.
Le miré algo sorprendido y bastante molesto, me pregunté a mi mismo si le habría entendido mal pero todo estaba bastante claro: Harry y yo no éramos bien recibidos para él.
La mirada de Miguel permanecía fría e impasible.
-Habéis sido la peor elección porque tendrán que aguantar y sobrellevar una vida que ellas no han elegido, una vida donde se sentirán agobiadas, vigiladas y amenazadas y todo por vosotros.
Bajé la cabeza, pensando en sus palabras y dándome cuenta de que tenía razón. Pero no por ello me iba a rendir y a guardar mis sentimientos; así que con el mejor español que pude, parándome a pensar en mis palabras de vez en cuando, confundiendo algunas terminaciones de verbos y teniendo que recibir ayuda incluso por parte de Miguel, le intenté expresar lo que sentía acabando con su dura charla. Más o menos, esto podría ser un resumen:
-Su hija...Marta, es la persona más increíble que he conocido en toda mi vida... Estoy seguro de que jamás podré encontrar a alguien como ella, porque la quiero con todo mi corazón, tal y como es. Amo todo en ella-me detuve para pensar mis próximas palabras, aunque el español fluía como nunca-Así que, como la quiero tanto y se que nunca encontraré a alguien tan afín a mi como ella, voy a luchar para permanecer a su lado, a pesar de lo que usted pueda pensar de mi. La defenderé siempre que haga falta, intentaré que permanezca lo más alejada posible de los medios, y cuidaré de ella si por alguna razón sale lastimada. Puede que no sea el mejor hombre que podía haber tenido a sus ojos, pero ella piensa que yo soy el mejor de los hombres, y con eso me basta.
Miguel se quedó parado mirándome. Bajó la cabeza, mirando hacia el suelo, mientras sacudía la cabeza y mostraba una pequeña sonrisa.
-Chico, eso que has dicho, es muy bonito pero no me has dejado terminar. Creo que por un lado habéis sido su peor elección, pero mis hijas no son tontas y aunque las circunstancias a las que las vais a someter no van a ser fáciles, se que han elegido a hombres que las quieren y que sabrán cuidarlas...-me miró y me puso una mano sobre el hombro aún con una sonrisilla antes de añadir- Y con este hermoso, a la vez que cursi discurso me lo has demostrado. Habéis sido su peor y a la vez, mejor elección. Estoy feliz de ver a mis hijas felices, no hagáis que mi alegría desaparezca.
Estas últimas palabras se tiñeron de una suave amenaza.
Me quede mirándole con los ojos abiertos de par en par, sin saber muy bien que decir a continuación. Así que sólo le sonreí y dije:
-No suelo ser tan cursi.
Miguel rió, palmeandome el hombro amigablemente.
-Te ayudo a llevar lo que pidas.

Narra Paula*

Le iba a quitar de un manotazo la bolsita que miraba embobado pero en el último momento, apartó rápidamente la mano, dejándola fuera de mi alcance.
-¿Te metes esto?
Obvie su pregunta y le grite:
-¡Dámelo!¡Te van a ver!¡Que me lo des!-le dije mientras saltaba para llegar a la droga.
-Dímelo, ¿te metes esto?-dijo tenso.
-¡Que no!¡Cállate, dame eso y te lo explicare todo!
Zayn se relajó un poco, pero sin bajar la mano con la bolsa, antes de añadir.
-¿De verdad?
-Te lo prometo.
Me miro un momento, mientras yo le echaba una mirada ansiosa. Cuando bajo un poco la mano, agarré la bolsa y me la guardé rápidamente en el bolsillo de los pantalones y miré a mi alrededor buscando a cualquier persona que nos pudiese haber visto.
-Habla.
No tenía escapatoria, se lo tendría que contar todo y no tenía ninguna gana. Le miré desafiante a los ojos, pero como las veces que lo habia echo en el dia de hoy, no me aparto la vista, se quedo fijo, sin pestañear, sin sentir miedo.
Me fuí a sentar a un banco cercano y espere a que él se sentase a mi lado, cuando lo hizo, suspire y empece.
-Lo primero de todo es decirte que no tengo ningún problema con la droga, ¿vale?-le dije bajando la cabeza.
-¿No? Entonces, ¿eres un camello?
-Más bien eso, si.
-¿Por que?-me pregunto.
Abrí la boca para responder pero antes de poder hacerlo, Zayn me corto para explicarse.
-Quiero decir-continuo-Lo tienes todo. Una familia, dinero, ¿por que te complicas la vida de esta manera?
-Y yo te pregunto: ¿por que no? No lo hago por nada en especial. Hacer esto para mi es como un trabajo, y ya esta. Gano mucho dinero.
-Un trabajo algo peligroso, ¿no crees?
Sonreí antes de añadir:
-Me gusta lo peligroso.
Zayn meneo la cabeza. No me entendía, nadie me entendía nunca.
-Verás...mis padres se separaron cuando yo era pequeña, nunca he tenido muy buena relación con ninguno de mis padres y mi carácter algo reservado y huraño no me ha costeado muchos amigos. Siempre...he buscado... meterme en problemas...-Zayn levantó su cabeza y me miro con sus grandes ojos marrones rodeados de largas pestañas con interés-Lo se, suena estúpido, pero una madre coraje ocupandose de su hija, de su trabajo y buscando recobrar su vida amorosa y un padre volcado por entero en su nueva familia no tienen suficiente tiempo para ocuparse por entero de una hija que no encaja en sus nuevas vidas-hice una pausa y me pase un mechón de pelo por detrás de la oreja-Meterse en problemas es la única manera de llamar su atención y así lo hago...me junto con mala gente, llego tarde a todos lados, les oculto cosas... aunque sólo sea para que me griten y se enfaden conmigo, ya me hacen caso. La primera vez que me sentí integrada fue en un grupo de gente marginal en mi instituto, una amiga me metió en todo este mundillo...y aquí estoy.
Sin darme cuenta le había contado toda mi historia; es como si en realidad se la quisiese contar a alguien, como si necesitase soltar toda esta mierda, como si ya no aguantase más y buscase a alguien que pudiese ayudarme.
-Paula, esto es muy peligroso. Escúchame, entiendo como deberás de sentirte... Sola e incomprendida entre muchos adjetivos negativos más pero no todo es tan difícil como tu crees. Te has sumido en tu tristeza y crees que todo te sobrepasa pero no es así. Te has caído de un acantilado, te jodes, mala suerte, ahora estas hundida y las olas te están abatiendo, puedes dejarte llevar por la corriente, es el camino fácil, fastidiar a tus padres, no hacer nada con tu vida, correr riesgos y ser quien no quieres ser; pero créeme puedes nadar, nadar y subir a la superficie y respirar, puedes hacerlo, ¿me escuchas?
Baje la cabeza y cerré los ojos, intentado aclarar las ideas que bullían sin control en mi cabeza.
-Todo el mundo se equivoca, pero puedes arreglarlo. Deja esto atrás, no te juntes con gente que no te conviene, perdona y busca el perdón de tus padres, perdonate a ti misma, nada, nada hacia la superficie, nada y respira.
En ese momento cogí aire y me llene de ellos los pulmones y con lágrimas en los ojos, con dolor de cabeza y con el labio partido aún latente, me di cuenta de lo que me rodeaba. Tenía unos padres, un hermano, una familia, coño, estaba sentada en un banco con el que había sido uno de mis ídolos. No todo se iba a solucionar rápido y sin esfuerzo pero lo iba a hacer, iba a luchar.
Sonreí devilmente y le dije un simple:
-Gracias.
Gracias Zayn Malik. Gracias por salvarme de mi misma.

domingo, 6 de octubre de 2013

LA NOVELA SIGUE ADELANTE

Siento muchísimo tanta espera pero estoy súper ocupada con la universidad y no puedo ni escribir, ni subir con asiduidad.
Se que os prometí acabar la novela en verano, siento que no haya sido así; lo intente pero con las vacaciones y los preparativos y un problema con el ordenador no me fue posible.
Escribo esta nota para que sepáis que esto no ha acabado, que la novela muy, muy, muy lentamente pero sigue adelante, subiré los últimos capítulos, no dejaré mi historia sin final, os lo prometo :)
Me vuelvo a disculpar y os pido más paciencia.
Un beso gigante <3<3

lunes, 5 de agosto de 2013

CAPITULO 70 "Love is in the air"

NOTA: Ántes de que empecéis a leer el capítulo me gustaría que leyeseis estas pocas palabras.

     Lo primero de todo decir que la maravillosa historia de Dream Rose ( http://the-way-of-love-one-direction.blogspot.com.es/ , http://www.music-following-one-direction.blogspot.com.es/ , http://going-in-one-direction-forever.blogspot.com.es/2013/08/capitulo-xl-epilogo.html ) ha acabado; produciéndome una honda tristeza. Solo quiero decir que este capítulo va dedicado a la maravillosa escritora que escribió esa maravillosa historia. Ya era hora de que le dedicase con todo mi corazón un capítulo a alguien a quien considero mi hermana postiza, alguien que me ha transmitido, ayudado y apoyado. Gracias por ser como eres, preciosa, no cambies nunca, nunca.
Podeis leer más de mi querida Dream Rose en estos maravillosos Blogs: http://stolen-lyrics.blogspot.com.es/ y La Hermandad De Los Corazones Literarios

     Lo segundo, es recomendaros la novela de mi anónima agradecida. Por lo poco que he leído, la historia apunta maneras, la expresión y la forma de escribir es excelente así que pasaros por la pagina que no os arrepentiréis :)) http://novela-porque-te-quiero.blogspot.com.es/2013/01/capitulo-1-odio-discutir-con-el.HTML

     Lo tercero, que disfrutéis el capiiii!!!
           Os quiero <3<3<3<3

                                                       ..............................................


Narra Marta*

-¡Hey! ¿Dónde os habíais metido?-pregunto Niall, nada más entrar en el restaurante Zayn y Clara, interrumpiendo nuestra conversación acerca de la diferencia entre los Donuts con agujeros y los que no tenían.
-Estábamos tomando "el aire"-dijo Zayn, enfatizando "el aire" levantando las manos en alto e imitando unas comillas en el aire con los dedos.
Todos reímos.
-Oye...y...aaahhh-Cristina soltó un grito sobresaltando a la mesa entera y haciendo que los padres se volteasen a mirar que pasaba. Cristina dio unas palmadas con las manos, mientras sonreía y nos miraba con complicidad,como si nosotros compartiésemos esa alegría repentina que le había entrado. Al ver, que la mirábamos sin entender, paró y rodó los ojos poniéndolos en blanco.
-¿Quien falta en la mesa?-dijo con voz cantarina.
Todos nos pusimos a mirar a nuestro alrededor, contando cuantos habíamos e intentando averiguar quien era esa persona que faltaba.
-Un, dos, tres...
-Niall, Zayn, Eleanor, Marta...
No nos culpéis somos muchos y muy nerviosos, nos movemos, bromeamos y la liamos tanto que en un segundo hay 8 en una habitación, después faltan 3, al rato te quedas sola, después aparece un calcetín volando, vuelven 4, después entra uno con una Nintendo y corren a por el 7, que no sabes de donde han salido...vamos, que es difícil controlar al grupo y a veces cuesta saber quienes están y quienes no.
-¡Harry y Ana! ¡Garrulos!-grito Cristina dando un manotazo en la mesa con las dos manos.
En la mesa sonó un <<Aaahhh>> general que fue acompañado por la media sonrisa de todos.

Narra Ana María*

Harry y yo salimos del hotel en silencio, sin ni siquiera respirar, en tensión. Salimos a la calle y andamos unos minutos hasta llegar a una pequeña plazoleta suficientemente cercana al hotel como para no morirnos de calor hasta llegar a ella pero lo suficientemente lejana como para que nadie nos pudiese ver si salía del hotel.


 

Harry se sentó en un banco, que tenía miles de pequeñas florecillas a los pies y que era el más cercano a la baja fuente que se encontraba en la pequeña plaza.
Yo me senté a su lado, no sin antes, dejar a mi pequeño primo en el suelo y susurrarle que no se alejase mucho. Me senté a una distancia prudencial pues quería dejarle su espacio y no presionarlo aunque yo en realidad me muriese por sentarme lo suficientemente cerca como para sentir el calor que desprendía y poder oler su perfume.
Tras unos segundos que se me hicieron eternos me decidí a hablar pues el silencio y las ganas de oír su voz me estaban matando. Hable por amor; quería decirle lo muchísimo que le quería, lo muchísimo que me importaba y que pensándolo bien si de irme con él, dependía nuestra relación, lo haría, me iría con él a pesar de las consecuencias que eso tuviese. También hable por miedo, por miedo a que lo que fuese a decirme en ese banco fuese que me dejaba, que no aguantaba más esta relación y que se iba.
-Yo...
-Yo...-me corto Harry que había volteado y abierto la boca al momento al que lo hacia yo.
-Dime-le dije aliviada.
Él se quedo mirándome a los ojos y me di cuenta de lo que había echado de menos esos ojos verdes pálido con ese toque de frescura, ese pelo rizado...
-Perdóname. Me he comportado como un capullo inmaduro. Te pido perdón. Se que no me lo merezco y aceptaré que no vuelvas a dirigirme la palabra, aunque eso me destroce por dentro.
Lo que había echado de menos sus bromas, sus abrazos por la espalda, sus besos en el cuello...
-No quería hacerte llorar, ni decirte esas palabras...no las sentía, de verdad. No quería hacerte sentir mal, eso es lo contrario a lo que busco.
Su nariz ancha, nuestras guerras de agua en la ducha, nuestras charlas interminables de cualquier cosa...
-Yo te quiero, te quiero más que a mi vida y siempre, pase lo que pase, estés donde estés va a ser igual. Este sentimiento no va a desaparecer nunca porque...
Y sus labios rojos y sus besos.
No aguante oírlo más disculparse porque sabía que le dolía haberme echo daño pero no había sido únicamente su culpa, su reacción se debía a su amor hacia mi y eso me hizo sentir tan feliz me hizo sentir tanto amor que lo único que pude hacer fue lanzarme a sus brazos y juntar nuestros labios.
Junte mis labios a esos rojos que había echado tanto de menos, pose mis manos sobre su cuello, sentí sus grandes manos en mi cintura, olí su perfume y sentí su calor.
Separamos nuestros labios sin dejar que lo hicieran nuestras frentes y narices. Nos quedamos tan cerca el uno del otro que todavía podía sentir su aliento sobre mis labios, tan cerca que nuestras pestañas se rozaban...
De repente sonrió ampliamente con los ojos algo llorosos y terminó:
-Porque estábamos, estamos y estaremos siempre destinados a ser.
Se me escapó una lágrima no se si de alivio o de felicidad. Una lágrima que recogió Harry entre sus dedos, luego paso su mano por mi cuello con delicadeza y se quedo mirándome con esa sonrisa que me torturaba, después me acercó y acarició con sus labios los míos, con ternura al principio para después convertirse en un beso rápido y pasional que desvelaba la falta de amor mutuo que habíamos sufrido estos días.
De repente algo me empezó a mojar...Harry y yo nos separamos bruscamente y buscamos de donde provenían esos chorros de agua que nos estaban literalmente bañando.
-¡Los aspersores!-grito Harry mientras se levantaba del banco rápidamente como si fuese a escapar de las gotas que llegaban de todos lados, pero ya daba igual lo que corriese, estaba empapado como yo, así que se quedo en el sitio mirándome divertido.


 

Yo solté una carcajada y me lancé a sus brazos extendidos que me recibieron con firmeza. Dio vueltas conmigo en brazos, mientras ambos reíamos, hasta que se dejó caer en el césped mojado, dejándome a mi sobre su fuerte pecho.
-Ana,Ana,Ana,Ana,Ana...-venía corriendo chapoteando mi primito hasta acercarse a nosotros riendo y levantando las manos como intentando atrapar el agua que caía sobre el.
Ambos reímos mientras veíamos al pequeñín dando vueltas sobre él mismo con la cabeza orientada hacia el cielo y riendo hasta que mareado se cayó de culo en el césped que desprendió por todos lados gotas de agua.
Yo, que seguía sonriendo pase mis piernas por los dos costados de Harry, le mire a los ojos y le dije:
-Ana y Harry. Ana y Harry porque no existe Ana sin Harry.
Y le besé.

Narra Liam*

-¿Dónde se habrán metido estos?-pregunté preocupado.
Llevaban dos horas fuera. Los padres de Ana y Marta y su tía se habían ido a dar una vuelta con los padres de Cristina y nosotros nos habíamos quedado allí "tranquilos".
-Yo me tengo que ir ya...si los veo, ¿les digo que os llamen?-pregunto Paula mientras se levantaba.
-¿Por que te vas? Quédate Paula.-le dijo Clara amable.
-No, es que bueno...he quedado...mañana os vuelvo a venir a ver, ¿vale?-dijo con una sonrisa.
Aunque al principio parecía algo retraída, luego se había soltado y había estado más habladora y amable. Me caía bien, me recordaba a un tímido y rebelde pelo perfecto Malik.
Cuando salió por la puerta nos dijo adiós con la mano y se marchó apresuradamente.
-Es rara-soltó Louis-No se ha reído del chiste del pollito.
-No es rara, Louis-le reprendió Eleanor-Nadie se ríe con ese chiste.
-Es rara, te lo digo yo. Sibilina, siniestra...-iba diciendo.
-¡Louis! ¡Que es mi prima!-dijo Marta con el ceño fruncido- Y además no es nada de eso, simplemente es callada... Su vida no ha sido fácil y es algo desconfiada, cuando la conoces mejor te das cuenta de que es un encanto escondida bajo un caparazón. ¿Sabes? No todo el mundo tiene la misma facilidad que tu para estar tranquilo y amigable, hay gente a la que le cuesta más y no por ello son raras, sibilinas o siniestras.
Todo el mundo nos quedamos en un silencio algo tenso y sorprendido, nunca había visto a Marta así. Al parecer no todo es azúcar y canela en ella...y eso me gusto.
Marta se quedo callada y con la cabeza agachada como si estuviese meditando sobre algo. Su ceño seguía fruncido y los labios parecían una línea.
-Lo siento, Marta, no quería ofenderla, ha sido una tontería-dijo algo avergonzado Louis.
Tras estas palabras, pareció que Marta recobraba la vida. Su ceño se relajó, sus ojos entornados se abrieron y los labios fruncidos se convirtieron en una pequeña sonrisilla.
-Te perdono si me das un beso.
Louis soltó una risa y dijo:
-Si mi princesita me pide un beso lo dejo todo y voy.
Bueno, en Marta casi todo el azúcar y canela.
Después del momento tierno de la mañana me di cuenta de que no tenía mi móvil conmigo. Me lo había dejado en la habitación, y si Harry o Ana llamaban para decirnos que estaban bien llamarían al sensato del grupo y el sensato no se lo cogería...¡perdería mi reputación!
-Chicos, voy a por mi móvil a la habitación por si alguno de estos llama.

Narra Paula*

Salí despavorida del hotel. Hacia tiempo que no me sentía tan bien y eso me asustaba. Estaba confundida, ¿como podían haber conseguido hacerme feliz en tan poco tiempo personas a las que conocía de menos de un par de horas? Eran tan diferentes a mis "amigos". Envidié por enésima vez a mis primas. Ellas habían tenido en su vida toda la suerte que a mi me había faltado, obviamente no me compadezco, yo también he pasado por momentos felices al igual que se que ellas también han pasado por momentos espantosos pero siempre he envidiado la relación de confianza y amor que mantenían con sus padres, la manera despreocupada de ver la vida, lo soñadora y poco conformistas que eran. En cambio, mi relación con mis padres es prácticamente nula, no tenía ninguna referencia de amor y eso me hacia ser desconfiada con los hombres; soy realista, quizás sea por eso por lo que soy conformista...son los soñadores aquellos que apuntan alto y luchan para conseguirlo y son esos los que consiguen hacerse novios de sus ídolos, los conformistas simplemente esperamos a ver que pasa y acatamos las normas del destino, por eso yo jamás conseguiría nada.
-Zorra-me dijo Lara saliendo a mi encuentro riendo-Te estaba esperando. ¿Dónde esta?-dijo esta vez más cerca de mi y con un tono algo desesperado.
-¿El dinero?-pregunté.
-Vamos, Paula, querida no seas tan desconfiada...-dijo acercándose a mi, poniéndome tensa-Dámela, nos la metemos juntas y después te doy el dinero.
-El dinero-dije rotunda extendiendo una mano.
Solía tratar con este tipo de persona pero nadie era tan desafiante como Lara y eso me ponía los pelos como escarpias, sabía que llegaría el día en el que tendría que enfrentarme a ella para dejarle claro quien era quien llevaba las riendas pero no sabía si podría con esta chica delgada de pupilas dilatadas que siempre iba colgada.
-Quiero verla-dijo con una sonrisa.
-Ya sabes como va esto, Lara. No me hagas perder el tiempo. Primero el dinero, luego la...
No acabe pues recibí un duro golpe en la boca. Sentí como me temblaron las encías de los dientes bajo el impacto de los nudillos de Lara. Me di la vuelta y la encaré escupiendo la sangre que emanaba en parte de mis encías y en parte de mi labio recientemente partido.


 

Me aparté el pelo de la cara y la observé. Estaba drogada, si se había metido algo potente no tendría escapatoria, bajo los efectos de la droga la gente se vuelve violenta, más fuerte y además no sentiría ni mis golpes más fuertes. Tampoco iba a huir, eso significaría que el resto de mis clientes se enterarían y perdería toda mi autoridad, esto solo significaba que tenía que ser rápida para que a sus ojos vagos y cargados les costase seguirme, que tenía que tener cuidado con el pelo que era un punto débil y que tenía que darle golpes fuertes a ser posibles en el estómago o en el pecho.
-No hagas esto, Paula. Dámela y otro día te la pago-dijo suave y sonriendo-Te lo prometo.
Me lance hacia ella corriendo, la agarré del pelo y tire hacia atrás; su cuerpo venció y se calló de espaldas. Aproveché para darle una patada en el pecho pero cuando me disponía a darle la segunda me agarró del pie y tiro con una fuerza sobrehumana. Perdí el equilibrio y caí al suelo dándome un fuerte golpe en la parte alta de la cabeza con un bordillo. Me daba vueltas todo y mi vista se desenfoco momentáneamente. Cuando me recompuse un poco fue tarde, sentí el cuerpo de Lara encima del mío, aprisionandome con fuerza; cuando enfoqué la vista, la enfoque en el puño que venía hacia mi cara y que chocaría con mi ojo derecho en un instante. Me revolví intentando apartarme pero lo único que conseguí fue que me diese en la sien y en el oído en vez de en el ojo.
-¿Dónde la tienes?¡¡DÁMELA!!
Oí amortiguadamente debido al fuerte golpe del oído.
Lara empezó a toquetear los bolsillos de mis pantalones...la iba a encontrar...pero antes de llegar al final del bolsillo trasero derecho se dispuso a darme otro golpe, supongo que para que me quedase lo suficientemente quieta como para que pudiese buscar cómodamente y no me revolviese tanto bajo ella.
Cerré los ojos cuando vi que el puño se aproximaba y esperé. Y esperé. Y esperé, pero el golpe no llegó. Deje de sentir el peso de Lara encima mía. Abrí los ojos pero ni siquiera me moví de donde estaba. Oía como Lara gritaba y oía otra voz pero no pude distinguirla por mi oído mal herido.  Lo único que deseé en ese momento fue que no me hubiese salvado un policía. Deseé estar en otro lugar. Deseé no ser yo. Deseé ser alguna de mis primas. Deseé ser Eleanor. Deseé ser Cristina. Y cuando me desmayé, deseé soñar que era Clara y que Zayn había sido el que me había rescatado como la rescató a ella en esa discoteca de Londres.

Narra Cristina*

Abrí suave la puerta para que Liam no la oyese. Asomé la cabeza y lo vi de espaldas a la puerta, enredando en los cajones de una mesa. Sonreí y cerré cuidadosamente la puerta para que no me oyese. Me acerqué a el por la espalda hasta que estuve lo suficientemente cerca, para ponerme de puntillas y besarle la nuca. Él se dio la vuelta asustado y mirándome sorprendido con una mano en el pecho.
-Me has asustado-dijo con una sonrisa.


 

-¿Tan fea soy?-le pregunté acercándome a él seductoramente, quedándole entre mi cuerpo y la mesa.
-Ni mucho menos-dijo riendo.
Pose mis manos sobre su pecho y me deje caer sobre él.
-Entonces bésame.
Liam no se lo pensó dos veces, me agarró de la cintura con fuerza y me levantó en vilo para poder besarme sin tener que agacharse. Yo pase mis brazos alrededor de sus anchos hombros. Me acariciaba, lenta y suavemente los labios mientras yo le acariciaba el pelo y el cuello con ansia. Cuando nos separamos sujeté cuidadosamente durante unos segundos su labio inferior entre mis dientes, juguetonamente.


 

Liam me sonrió cuando se lo solté y me dejo en el suelo.
Me quede indignada, allí plantada mirando su espalda. Puse los brazos en jarras y esperé con la expresión más enfadada que pude a que se diese la vuelta. Cuando lo hizo se empezó a reír, supongo que no le asusté mucho...
-¿Qué te pasa?
Crucé los brazos y le dije de forma refunfuñona:
-Ya sabes lo que quiero cuando te muerdo el labio.
-Ya...-dijo Liam riendo y pasando por mi lado, dirección la puerta.
Cuando estaba a punto de abrirla le paré y le di la vuelta, me lancé hacia él y le di un pasional beso que no sentí del todo correspondido aunque pude sentir como Liam se ponía tenso.
-Cristina...-dijo cuando le empecé a besar el cuello con ansia.
-¿Qué pasa?
-Es que verás...¡ay!-chillo cuando le mordí la oreja-Me siento... ya sabes, raro...no se, es el hotel de Ana y Marta es como...como si lo hiciésemos en su casa ¿sabes?
Hablaba entrecortadamente porque mientras hablaba, a mi me había dado tiempo a desabrocharle la camisa y a quitarle el cinturón, todo esto bañando su cara, cuello y pecho descubierto con mis besos.
-Calla y bésame, tontorrón mío.
Iba a hablar pero le calle juntando mis labios con los suyos con insistencia. Acaricié su pecho desnudo y pase mis manos por sus hombros, deslizando su camiseta por sus brazos hasta que callo al suelo.
-Cristina...-dijo, o más bien gruño antes de levantarme en vilo, agarrándome con sus firmes y fuertes manos por debajo de mis muslos. Me poso sobre la mesa y masajeo con fuerza mis piernas levantando mi falda mientras yo con una mano le agarraba de un mechón de pelo y con la otra tocaba las líneas de sus músculos que aparecían en su espalda, arañando de vez en cuando provocando que él se estremeciera y me besase y apretase mis piernas con más fuerza. Me bajó de la mesa y me dejó que me quitase la camiseta y me tendiese en la cama mientras el se desabrochaba los pantalones.
-Esa es la cama de Niall.
El tono dulce a la hora de hablar que tenía Liam normalmente, había cambiado a uno más duro y peligroso pero al mismo tiempo más seductor que hacia que me pusiese nerviosa.
Reí pero no me cambie de cama y su expresión volvió a cambiar de dura a dulce cuando me oyó y me vió reírme en ropa interior sobre la cama.
-Ya he hecho mucho accediendo a hacerlo en el hotel, no voy a hacerlo en la cama de Niall.
Yo volví a reír esta vez más fuerte y me cambié a la cama individual de al lado. Cuando se tiró encima mía, hizo que aflorase de mis labios una risita nerviosa y  de mi mente unas ganas insaciables de él.
-Acceder, acceder...oye si tanto te cuesta, lo dejamos, ¿eh?
El encima mío, sonrió contra mi boca.
Acarició mi barriga y mis brazos, después paso las manos por debajo de mi espalda y me desabrocho el sujetador en el primer intento.
-Supongo que eso quiere decir que no lo dejamos, ¿no?
Me beso en los labios, luego bajo hasta el cuello y después hasta mis pechos. El corazón me iba a mil, como siempre, como la primera vez.


 

Cuando paró repitió el mismo caminito de besos que había utilizado para bajar, pero esta vez para subir. Cuando se separó se quedo mirándome a los ojos con un amor y una franqueza infinita en ellos hasta que dijo:
-Nunca.
Tras lo cual me beso de nuevo, ahogando mi bajo quejido y lo sentí dentro de mi, dentro de mi cuerpo, de mi mente y dentro de mi corazón.

Narra Paula*

Un dolor punzante en la cabeza fue lo primero que sentí nada más despertar. Intenté abrir los ojos pero nada más intentar llevar a cabo esa nimia acción, el dolor latente en mi cabeza se hizo más palpable.
-Eh, ¿estas bien? ¿Cómo te encuentras?-me hablaban en inglés.
¿Habría tenido la suerte de ser rescatada por un guiri y no por un policía?
Ante esta pregunta surgida, mi cabeza se clareó de repente. ¿Cuanto tiempo llevaba inconsciente?¿Había perdido la mercancía?¿Habría llamado el guiri a la policía, o a la ambulancia? En cualquiera de esos casos me harían preguntas...preguntas que no quería responder.
Me incorporé rápido y abrí los ojos con un esfuerzo sobrehumano. Al hacerlo todo dio vueltas a mi alrededor y entorné los ojos intentando que el marco oscuro con el que veía las cosas desapareciera.
Estaba sentada en la escalera de un portal, no muy lejos de donde había quedado con Lara.
-Despacio, despacio...-una mano me agarró el brazo derecho obligándome a apoyar la espalda en la pared.
Apoyé también la cabeza y cerré los ojos un momento intentando relajar mi mente para pensar con más claridad. Cuando abrí los ojos pensé momentáneamente que estaba soñando.

Narra Harry*

Tras jugar con los aspersores y con Iván durante un largo rato, revolcándonos en el césped y salpicándonos; los tres caímos agotados en un banco al que no llegaba el agua que expulsaban los aspersores pero si el sol. Así que estábamos genial con la ropa mojada y sacándonos bajo los potentes rayos de luz.
Ana estaba sentada a mi lado, yo le pasaba un brazo por los hombros y no podía estar en mejor posición, con ella a mi lado. El bebé estaba encima nuestra; Ana le acariciaba el pelo y yo le hacia cosquillas por los brazos, se estaba quedando dormido.
De repente me vino un pensamiento y no pude hacer otra cosa que soltarlo.
-Parecemos una familia.
Ana levantó la cabeza del hueco que había entre mi hombro y mi cabeza, justo ese lugar donde ella y no otra chica encajaba perfectamente. Me miró y me sonrió.
-Una familia muy joven, ¿no?
Reí pero no le contesté. Con todas las chicas que había estado anteriormente había ido deprisa y luego las había dejado también rápido; con Ana había ido al contrario, lento hasta conocerla, hasta enamorarla. Con ella todo era diferente, hasta me hacia plantearme la idea de formar una familia.
Cuando volvió a acomodar la cabeza en su hueco especial, le bese el pelo y ella me dijo:
-Te quiero.
Y yo me sentí el hombre más afortunado, amado y especial de todo el mundo.

sábado, 27 de julio de 2013

CAPITULO 69 "Mmmm...raro"

Narra Harry*

Todos hablaban animadamente cuando la puerta de cristal del restaurante volvía a abrirse. Ya estábamos todos: nosotros, las chicas y sus padres; excepto los de Clara, a los que todos sin preguntarle si quiera, sabíamos que no teníamos que esperar. ¿Quien entraría por esa puerta? Mientras volteaba la cabeza para ver al recién llegado, pasee mi vista por los rostros de la gente a mi alrededor. Pude percibir la mirada tensa y algo preocupada de Sonia, que miraba a un punto, la vista fija y curiosa del recientemente más silencioso de lo normal: Zayn, y la sonrisa en el rostro de Ana...
Un momento...
¿Qué era eso que había echo sonreír a Ana como una boba?
-¡Iván!-dijo mientras se levantaba.
Un momento, un momento...¿quien es Iván?

Narra Paula*

Puto cochecito de las narices...
Entre el calor sofocante que hace y tener que ir empujando toda la cuesta la mierda de cochecito, el niño llorando y yo amargada por tener que ir a donde tengo que ir; me planteé si abrir la puerta del restaurante o dejarla cerrada y largarme.
La puerta del restaurante era de cristal, así que podía ver a todos los que se encontraban dentro; ellos estaban demasiado ocupados como para fijarse si quiera en que yo estuviese allí fuera, así que los observe.


 

Uno por uno... Estaban mi madre, mis tíos, los padres de una de las amigas de mis primas, las amigas, mis primas, Eleanor y los chicos.
Me fije especialmente en ellos. No cuadraban en ese ambiente...o quizás fuese que jamás pensé que llegase a verlos allí, en el restaurante del hotel de mi familia, charlando como si nada.
Cuando me fije en el último, lo vi mirándome. Cambie la expresión de mi cara curiosa a la que tenía siempre: neutral y algo descarada; e hice un gesto como diciéndole que que miraba, subiendo en una especie de aspaviento los hombros y las cejas. Zayn me miro con recelo pero no aparto la vista (que era lo que yo esperaba). Eso me quedo algo desconcertada, así que levanté los brazos en alto de forma amenazadora mientras me acercaba a la puerta dejando a mi hermano en el cochecito detrás. El lo único que hizo fue subir una ceja inquisitivamente, confuso. Resoplé. Ya lo único que podía hacer era ponerme a darle puños a la puerta o entrar acercarme a él, cogerle la cabeza y volteársela para que mirara a otro lado, pero supongo que eso habría sido demasiado. Me estaba retando a no apartar la vista y hasta ese momento nadie lo había echo, no se si era por la advertencia que llameaba en mis ojos constantemente o por mi altanería pero todo el mundo apartaba la vista de mi, cuando yo quería.
Empecé a andar de espaldas hacia el cochecito pero me choqué con una silla, aún así no deje de mirar al chaval; después paso un camarero al que casi le caigo la bandeja encima pero seguí sin desviar la vista. Él, que había cambiado su expresión atenta a una divertida, prorrumpió en una carcajada que pude oír claramente incluso a través del cristal, cuando me vio intentando obstinadamente de coger los mangos del cochecito sin mirarlos. Al final meneo la cabeza mientras reía y apartó la vista.
A punto estuve de saltar gritando que había ganado pero dos cosas me lo impidieron. La primera, la confusión de por que había tenido que retener una sonrisa cuando lo había visto riendo; la segunda, la risa de Zayn había alertado a algunos comensales, entre ellos mi madre que me miraba y me hacia gestos para que entrara.
Cogí los mangos del coche y me dispuse a entrar.

Narra Ana Maria*

-¡Iván!-grite mientras me levantaba con una sonrisa de oreja.
-Ana,Ana,Ana,Ana,Ana...-se puso a decir sin parar mi primo de año y medio, mientras me echaba los brazos para que lo cogiese.


 

Y lo hice al vuelo porque sino podría haberse caído de la silla, ya que mi prima Paula no paraba de dar tirones del carrito porque una rueda se había quedado encajada en la puerta y la muy burra en vez de moverlo, daba tirones para sacarla.
Mi hermana se acercó rápidamente para hacerle carantoñas a mi primito y mi tía se puso a echarle la bronca a mi prima.
-¿No ves que puedes romper el coche con esos ademanes?
-No lo hubiese podido romper si no me hubieses mandado a por el niño y me hubieses dejado tranquila con mis amigos.
-¿Haciendo que? ¿Algo más importante que venir a ver a tus primas que han pasado tanto tiempo fuera?
-Algo mucho más importante, si.
Todo el mundo se había quedado callado, incluso mi primo dejo de repetir mi nombre como un loro.
-Ya esta, Sonia. No se ha dado cuenta...-intento de apaciguar el ambiente mi madre.
Mi prima roja de ira, saco su iPod del bolsillo y se fue a un rincón alejado donde se sentó. Al parecer seguía como siempre...

Narra Marta*

Lo bueno de tener un bebe en la habitación es que todas las miradas sin excepciones, van para él. A la gente le encantan los bebés con sus babitas, sus gorgoritos, sus manos rechonchas y sus ojos despiertos. Un bebe viene bien cuando quieres pasar desapercibida.
Me levanté de la mesa sin hacer ningún ruido y me alejé hacia la esquina de la habitación donde estaba mi prima, me fuí, bajo la atenta mirada de mi chico...al que le gustan los bebés, pero más yo y mi culete.
-Paula, no me has ni siquiera saludado. ¿Qué tal?-le dije dándole dos besos, que me respondió con algo de desgana.
-Ya ves...aquí...
Me quede mirándola. Siempre ha sido una chica algo retraída, supongo que las circunstancias la hicieron así. Mi tía y su padre se separaron al tener ella 5 años; siempre ha vivido una vida llena de discusiones y guerras internas, sin estar nunca del todo en un bando o en otro siempre ha sido una extraña en ambos.
Paula me miró un momento, meneó la cabeza y se quitó rápidamente los cascos.
-Marta, yo... Quería venir a veros y me alegro de que estéis bien y felices... Sólo he dicho eso para cabrear a mi madre...no lo sentía de verdad... Odio que me diga lo que tengo que hacer, ya lo sabes...
Solté una risita y la abracé con fuerza. Ella me rodeó con sus brazos también, esta vez con más entusiasmo. Yo le di un besito en el cuello.
-¡Ya lo se tonta! No te preocupes.
Siempre ha sido retraída y guerrera y firme defensora de su libertad pero por encima de todo, siempre ha sido muy buena chica; al menos con todo el mundo que no sean sus padres.
-Anda, ven...que te voy a presentar a mi novio y al resto.

Narra Zayn*

Cuando se acercó a darme dos besos, la mire a los ojos. Me gusto volver a hacerlo, me gustaba ver su cara de disgusto cuando lo hacía. Sus ojos eran marrones claros, rasgados, grandes, parecidos a los de Ana. La nariz pequeña y respingona, el pelo era liso y marrón, estoy seguro del que al tacto sería sedoso, muy, muy suave. Lo que más me llamo la atención fue la boca, tenía los labios gruesos, carnosos y al natural.
-Encantado.
-Encantada.
Cuando le di dos besos pude oler su pelo, lavanda. Pero también olí otra cosa...olía a tabaco. Iba vestida con ropa sport y sin pintar.
Su ropa, su mirada descarada y dura, su comportamiento...todo hacia ver que era una chica mala, como a mi me gust...
Un remordimiento me recorrió la columna vertebral, hasta llegar a mi nuca, lo que me provoco un dolor en el cuello, en la cabeza y mas intensamente en el corazon. Hoy no es mi día.
-Voy a salir a tomar el aire, ¿vale?-dije interrumpiendo la conversación que se había formado en torno a Paula. Louis le hablaba y el resto reía; ella solo asentía y le miraba más animada pero no sonreía. Al parecer tenías que ganarte más puntos para ver su sonrisa.
-¿Te acompaño?-me dijo Clara agarrándome del brazo.
-No, prefiero ir sólo.-le dije al más duramente de lo que quería. Para redimirme, le sonreí y le di un pico.
Y salí a la calle para intentar aclarar mis pensamientos.

Narra Liam*

-¿Esta algo raro, no?-menciono Clara mientras todos veíamos a Zayn salir por la puerta hacia la cafetería y después a la calle.
-Yo también voy a salir. Adiós.-Harry salió por donde Zayn.
Ana le miró suplicante con Iván en brazos mientras pasaba por su lado. Harry ni siquiera movió su cabeza, ni cambio su expresión.
El círculo que habíamos formado se quedo algo tenso y en silencio, hasta que Eleanor nos instó a sentarnos en una mesa, algo más apartada de los padres; los cuales habían empezado una animada conversación y no queríamos molestarlos hablando nosotros.
Se formaron dos grupos: los papis españoles y los chicos que hablaban en inglés.
-Esto se nos esta llendo de las manos-me dijo Cristina en susurros.
-¿Eh?
-¡Que esto es un desastre!¿Qué le pasa ahora a Zayn?-dijo gesticulando exageradamente, lo cual hacia cuando estaba muy nerviosa.
-No tengo ni idea... Esta así desde esta mañana.
-Pues no lo entiendo, de verdad...
Yo tampoco lo entendía, estaba más confuso que nunca, no entendía absolutamente nada. Sólo espero que todo se solucione...
De repente mi ceño fruncido se relajó, la expresión tensa y pensativa de mis ojos cambio a una de sorpresa, mi cuerpo se tenso como un resorte y mis pensamientos de preocupación se disolvieron en el aire, cuando sentí la pequeña y dulce mano de Cristina en mi pierna.
Volteé la cabeza para mirarla extrañado y ella solo me levantó las cejas y los hombros con una pequeña y burlona sonrisilla en sus labios para después decir:
-Obviamente son nuestros amigos y nos tenemos que preocupar por ellos pero no toda nuestra vida debe girar en torno suyo...yo también me lo quiero pasar bien...
Estas últimas palabras las dijo acercándose a mi para después darme un corto pero intenso beso en los labios, que me dejócon ganas de más.

Narra Zayn*

Hacía un calor horroroso fuera. Esto parece un infierno, no solo por el calor sofocante que quema la piel; también por la tortura a la que me estaba sometiendo yo mismo allí.
Saqué un cigarrillo, lo encendí y comencé a fumar. Fue reconfortante darme cuenta de que eso seguía como siempre, fue reconfortante sentir el sabor del tabaco bajando por mi garganta.


 

Al momento Harry salió por la puerta de la cafetería y se posicionó a mi lado. No dijo nada, simplemente se quedo allí, a mi lado, quieto. Y los dos sabíamos lo que pensábamos. Yo sabía porque el había salido, lo había echo porque odiaba ver a Ana y no poder demostrarle que la quería a cada maldito instante y él no sabía porque lo había echo yo, pero lo intuía, sabía que era algo que me martirizaba y que necesitaba ayuda...simplemente estaba esperando a que hablara y no tarde en hacerlo.
Le di un calada fuerte al cigarrillo y lo miré, girando la boca mientras expulsaba el humo, para que no le diese en la cara.
-¿Sabes? Ayer me enseñaste lo que era el amor.
Harry que tenía la cabeza gacha la levanto levemente pero seguía sin mirarme.
-Ayer cuando te pusiste a decir esas cosas maravillosas de Ana, me di cuenta de que mi sentimiento por Clara no es tan fuerte. No es el mismo...-le mire esperando que me dirigiese una mirada reconfortadora, animándome a continuar. Al parecer la gravedad de lo que decía, despertó a Harry, que ahora si, me miraba con los ojos como platos y algo extrañado.
-La quiero, quiero a Clara-dije con rudeza y enfatizando cada palabra-Pero no como lo debería hacer-añadi más bajo-No como lo hacéis tu o Liam o...no he hablado con Louis y Niall pero estoy seguro de que ellos me dirían algo muy parecido a vosotros, algo que yo no tengo claro y que no puedo decir.
Harry carraspeo.
-No todos amamos igual, Zayn.
-No todos queremos igual, pero amar...-sacudí la cabeza- Amar, amamos todos igual. Podemos tener diferentes formas de amar pero el sentimiento es siempre igual y es eso lo que yo no siento.
Nos quedamos un rato en silencio. Yo dando caladas desesperadamente y Harry mirando a un punto infinito.
-¿Estas seguro de lo que estas diciendo?-dijo de repente mirándome- Yo siempre os he visto muy enamorados...Mira Zayn, estas confundido y te estas agobiando tu solo, relájate, piénsalo y verás como te darás cuenta de que la quieres y...
-Quererla, la quiero y es por eso por lo que tengo que aclarar cuanto antes mi mente para no hacerla sufrir, para no hacerla creer cosas que no son verdad. Le he dicho cosas...le he jurado amor eterno y no se si...
-¿Le has mentido?-dijo con un tono acusador Harry.
Me quede pensativo.
Respira. Piensa. Repasa los momentos juntos.
Cigarrillo a la boca. Aspira. Expira. Piensa.
Giro la cabeza y miro los verdes ojos de Harry que esperan una respuesta impacientes.
-Puede que me haya mentido a mi mismo.
Harry resopló y se revolvió los rizos.
-Madre mia...

Narra Clara*

Sentada en la mesa me siento sola. Los padres de las chicas están en el restaurante y los míos no. Me siento la diferente, el bicho, la que destaca. Todas están riendo, incluso Ana que esta dándose besitos en los labios con el pequeñín; y más fuerte, Paula también. La seria y algo macarra prima de las hermanas parecía que ya se había integrado en el grupo y soltaba alguna risita tímida cuando Louis, el eterno alma de la fiesta la seguía intentando hacer reír de verdad, a carcajada limpia.
Y yo estaba allí sola. Sin padres, sin la atención de mis amigos y sin novio. Estaba algo molesta con Zayn. Sabía que la situación no tenía que ser del todo fácil para mi en casa cuando me había venido sola y ni si quiera se había dignado a mirarme por más de 5 segundo a los ojos, ni me había dirigido una mirada reconfortante, ni me había besado en condiciones. Estaba raro y un novio raro, después de lo que había echo por él, retar a mis padres y rebelarme, era lo que menos me esperaba y quería.
Voy a salir a buscarlo y se va a enterar.
-Voy a hablar con Zayn-informé antes de levantarme...nadie me hizo caso.
Salí del restaurante y fuí caminando hacia la puerta que daba a la calle. Al abrirla y asomar la cabeza pude ver a Zayn y a Harry hablando, los dos estaban algo nerviosos se les notaba por la manera de mover las manos y la cabeza. Me alarmé, ¿de qué estarían hablando? Puse el oído, para ver de que me enteraba pero entonces alguien dio un golpecito en la puerta de la cafetería y me sobresalté.
-Esta mal espiar, Clara.-me dijo Ana.
Le sonreí y salí de mi escondite, dejándola en la cafetería paseando a su primo y haciendo que Harry y Zayn parasen de hablar. Me acerqué lentamente a ellos. Mientras lo hacía, Harry se apresuró a susurrarle algo en el oído y a mirarle como advirtiéndole, tras esto dio media vuelta y mirándome con una sonrisa dijo:
-Yo ya me iba.
Asentí sonriéndole al tiempo que ponía una mano en mi brazo y lo apretaba suavemente. Recorrí los últimos metros que me faltaban hasta Zayn, que miraba a un punto más lejano que el mío, supongo que a Harry; y me quede muy cerca suyo.
-Zayn, ¿te pasa algo?
Él me miró por un largo instante a los ojos, con una mezcla entre miedo y algo que pude reconocer como...¿culpa? Abrió la boca como si fuese a decir algo pero se paró de repente y la cerro con fuerza. Lo vi tan confuso y tan dolido que el impulso que sentí de protección y cariño hacia él, me hizo darle un beso. Me acerqué, le cogí desde la nuca con una mano y con la otra recorrí su hombro y parte de su espalda, enredé mi lengua con la suya y acaricie suavemente sus labios. Intente transmitirle con ese beso todo mi amor.
Cuando nos separamos, quede mi frente pegada a la suya; rozándose nuestras narices pude sentir su aliento en mis labios. Le miré y el me miró, me sonrió sinceramente y acariciándome con delicadeza la mejilla me respondió al fin.
-Nada. No me pasa nada.
Y lo sentí como siempre, cariñoso, bueno, rebelde y mío. Como siempre excepto por esa duda y esa...¿culpa?; que reflejaban sus ojos.

Narra Harry*

Me fuí a paso veloz, no me quería quedar a ver lo que podría pasar si a Zayn le daba un arrepio y sin pensárselo la liaba. Cuando llegue a la puerta de la cafetería, mire hacia atrás y vi a Zayn quieto mientras Clara se acercaba a él. Le hice señas con las manos, para que actuara tranquilamente y se pensara las cosas, mientras pasaba a la cafetería.
Como estaba mirando a otro lado cuando entre sin mirar al frente, por la puerta, me choque contra algo. Me choque contra alguien y no de una manera muy adecuada. Choque algo contra algo que no se deben chocar en ciertas situaciones...
Ana estaba paseando a su primo agachada de una forma demasiado sensual, con el culo en pompa agarrando con sus manos las de su primo; y yo, al entrar, de repente, y sin apenas mirar, choqué mi entrepierna con su culo.
-¡Eeehhh!-grito Ana cogiendo a su primo y dándose la vuelta enfadada.
Al percatarse de que era yo, perdió la expresión de enfado y se quedo mirándome seria.
-Lo siento, ¿eh? No quería darte con...-tartamudeé-con...vamos, que no quería darte en el...no quería darte en ningún lado con nada...aquí y ahora...-me refregué la cara con las manos ante la atenta mirada de Ana- Aaiii Dios, ¿te he hecho daño?
Ana me seguía mirando, en sus ojos se reflejaba la risa y supe que se estaba aguantando una carcajada. A mi también me entraron ganas de reír así que me mordí los labios para que no se me notase y baje la vista pero no aguanté mucho rato y solté una risita, que vino acompañada con una carcajada de Ana a la que siguió una mía.
La mire mientras los dos reíamos, me fije en sus labios tensos por la carcajada  y en que sus ojos formaban arrugas al cerrarlos un poquitín al reír. Los dos fuimos perdiendo fuelle hasta que nos quedamos en silencio.
-¿Podemos hablar?-le pregunté.
-Si-me respondió.
Y ese <<si>> me supo a gloria viniendo de sus labios y en esos momentos.

NOTA: Este capi va dedicado a las cumpleañeras de este mes: Lidia y Laura :))