CAPITULO 65 "Completos"

Narra Harry*

-¡No puedo aceptarlo! Esto es...es demasiado...-dice Ranjit algo conmocionado.
-¡Cójalo! A nosotros no nos supone tanto esfuerzo como a ti ganarlo-le digo serio.
-Además tu lo necesitas más-le apremia Ana.
Al final con una sonrisa Ranjit accede y coge las dos grandes bolsas de juguetes y ropa que Ana le tiende; y un poco más arregañadientes cogió de mi mano el grueso sobre, lleno de dinero, que le ofrecía. Cuando levantó la vista para mirarnos con ojos bañados en lágrimas y agradecidos sólo alcanzo a decir con la voz ronca.
-Gracias, de verdad, gracias. No saben lo que esto significa para mi y mi familia.
Ana se acercó y le dio un fuerte abrazo. Ranjit le susurraba en el oído que era la persona más buena que había conocido, mientras las lágrimas resbalaban por sus mejillas. Ana se separó sorbiéndose la nariz y cogiendo sus maletas se alejo algo de nosotros para recomponerse.
Yo le tendí mi mano al hombre que nos había aguantado durante todo el viaje, que nos había acompañado y mostrado su mundo, que nos había abierto las puertas de su casa; pero él, me abrazo dándome unas fuertes palmadas en la espalda.
-No tengo ni idea de porque se habrán enfadado pero nunca he visto a ninguna pareja tan enamorada y compenetrada como ustedes. No la deje ir Harry, le aseguro que cometerá un error si lo hace.
Me separo de él confundido, intentando averiguar como se había percatado de nuestro distanciamiento.
-No soy yo el que la quiere dejar ir, Ranjit...me parece que ella ya tomó la decisión.
-Sabes a lo que me refiero chico, los corazones pueden estar físicamente muy lejos pero sentirse muy cerca.
Le sonrio algo apesadumbrado, pensando en lo que me ha dicho y el vuelve a abrazarme. Cuando ya nos separamos definitivamente, me acerco a Ana que tiene la cabeza gacha, cojo las maletas que quedan y le dirigimos una última mirada a nuestro guía que antes de que entremos en el aeropuerto dice:
-Gracias, gracias de verdad. Gracias por ser como son. Espero volver a verlos.

 

Narra Marta*

-¡Corre Niall!¡Corre!-le voy gritando a mi irlandés.
Los dos vamos por el aeropuerto con los abrigos a medio poner, las maletas arrastrandolas del revés y los billetes arrugados en la mano.
-¿Cómo se te ha podido olvidar poner la alarma, Marta?-me va gritando Niall desde unos metros detrás mía.
-Porque me gusta hacer el ridículo y se que si llegábamos tarde lo haríamos-le grito algo sofocada por la carrera.
La gente nos mira sorprendidos pero yo no puedo sentirme avergonzada, lo único que puedo hacer es sonreir y reír a pequeños intervalos.
-¡Derecha!¡Derecha!-me va guiando Niall, ya que yo no se ni donde voy, simplemente corro.
Derecha, recto, izquierda...¡llegamos!

 

Entregamos los billetes a la azafata que sorprendida, no se si por mis pintas, los pelos de ambos o el abrigo que Niall lleva puesto como si llevase una capa, con la capucha en la cabeza y sin haber metido los brazos por las mangas; nos los recoge con una risa nerviosa.
Cuando ya estamos sentados en el avión, los dos respiramos hondo y nos miramos riendo con la mirada; Niall me coge la mano y la besa, en ese momento pienso y me pongo triste de pronto.
-Con tanta prisa no nos hemos despedido de la ciudad, Niall. El estanque en el patinábamos, los monumentos, las simpáticas limpiadoras del hotel...
Podría decirse que hemos huido del hotel y que nos hemos prácticamente vestido en el taxi, así que hemos pasado por alto todo aquello que durante este tiempo había sido tan importante y familiar para nosotros.
-¿Y por que nos íbamos a despedir? ¡Volveremos!
-¿Si?¿Cuándo?
-Cuando tenga vacaciones, cuando acabes el instituto, cuando termines la carrera, cuando nos casemos, podemos venir con nuestros hijos...-se me iluminan los ojos al oírlo decir esas cosas-Podemos volver cuando tu quieras.
Le beso y el avión despega y nos vamos, pero no me despido, no hace falta.

Narra Clara*

Me doy el impulso suficiente como para levantar sin esfuerzo mi pierna sobre su cuerpo e incorporarme sobre él. Estoy prácticamente echada sobre Zayn, que sonriendo me aparta el pelo de la cara. Yo dejo de ejercer fuerza sobre mis antebrazos y mis rodillas y me dejo caer un poco más contra su cuerpo mientras junto nuestros labios en un pasional y profundo beso. De repente, con un movimiento brusco me agarra de la cintura, me deja caer de espaldas contra el mullido colchón y se pone sobre mi, yo rodeo con mis piernas su cuerpo y le miró con una sonrisa seductora cuando se aparta para contemplarme.
-No quiero irme, no quiero dejar este lugar...-me va diciendo mientras me da besos por la cara, los labios y el cuello-No quiero dejar nuestra intimidad, no quiero dejar de hacer esto cada mañana, cada mediodía, cada tarde, cada atardecer, cada noche...
Comienzo a reír y le aparto para que deje de besarme y me atienda. Le paso mis brazos por los hombros acercándolo aún más a mi para que me sienta.
-Tenemos que irnos, y dejar este lugar, y perder nuestra intimidad pero no tenemos porque dejar de hacer esto cada mañana, ni cada mediodía, ni cada...-no me deja terminar pues me cierra la boca con un fuerte beso mientras con sus manos, que día a día se han echo más confiadas y atrevidas, recorre mi cuerpo.
-La última vez, Clara, la última vez aquí, en estas vacaciones, la última vez en este momento perfecto.

 

Narra Liam*

Las maletas ya están en el coche que nos ha venido a recoger para llevarnos a Berlín, donde tomaríamos el vuelo dirección...
Cristina viene detrás mía con paso lento, con su bolso, cabizbaja y algo triste. Cuando nos metemos en el coche le paso un brazo por los hombros porque a pesar de haberme repetido mil veces que esta perfectamente bien y que no le pasa nada, se que esta triste y no me gusta verla así.
Cuando el coche se pone en marcha y giramos la primera calle, Cristina comienza a llorar desconsoladamente, se agarra a mi cintura, hunde su cara en mi pecho y aprieta fuerte mientras dice gimoteando:
-Yo no quiero irme, ya se que no me gustaba al principio, pero ahora si, Heidelberg es tan bonito...y además ahora volvemos, nos reencontráremos con todos y, ¡para nada! Mi xoxi y Martita se van a ir en unas semanas y no quiero que eso pase...Liam para el tiempo y quedémonos en este verano por siempre.
Yo suelto una risita mientras la achucho contra mi y le beso la cabeza con dulzura.
-Vamos, vamos...-le digo mientras le acaricio el brazo-Disfruta de lo que queda, no pienses en lo malo y sonríele a los árboles de colores, al castillo y a la maravillosa gente que hay aquí.
-¡No quiero!-grita contra mi pecho.
-Bueno, bueno...pues sigue llorando amor.

Narra Eleanor*

-¿Pero dónde vamos?
-Pues no se... Cada uno llega de un sitio diferente. Nos quedamos aquí en el medio y esperamos a que vengan a nosotros-dice Louis dejándose caer en un asiento del aeropuerto.
Yo rio, meneo la cabeza y me dejo caer a su lado. Pasa su brazo por mis hombros y acercándome a él me besa suavemente en los labios, dibujando una sonrisa en la boca de ambos.
Al cabo de un rato vino un guardaespaldas a recoger todas nuestras maletas y bolsas. El equipo se había trasladado a nuestro nuevo destino, todos guardaespaldas, ya que no era un sitio donde los chicos viajasen mucho y la gente se volvería un poco loca. Louis me lo había explicado todo por el camino y al parecer este viaje estaba incluso preparado antes de los individuales que habíamos echo. Las chicas se iban a poner locas de contenta. Estoy deseando verlos a todos...
¿Qué donde estamos esperando al resto? Pues estamos en...
-¡Zayn, esto es España!-oigo a Clara desde algún lado.
Louis y yo nos levantamos como un resorte y nos ponemos a buscar con la mirada hasta que los vemos a los dos. Zayn nos sonríe y Clara no deja de dar vueltas de un lado a otro.
-¡Hey!-Zayn levanta la mano saludando.
En ese momento Clara se da la vuelta y se le iluminan los ojos al vernos.
-¡Louis, Eleanor!-sale corriendo y nos agarra a los dos, fundiendonos en un fuerte abrazo.  Cuando Zayn llega, ya nos hemos separado, primero me agarra de los hombros y me achucha contra el, después se abraza a Louis.
-¡Joder, Zayn! Estas más oscuros que de costumbre-le suelta mi mitad, haciéndonos reír al resto.
-Y tu más tonto.
Louis se queda un rato pensativo y luego dice:
-Imposible, no se puede estar más tonto de lo que estaba ya.
Nos sentamos y esperamos la llegada de otra pareja contándonos nuestras mutuas aventuras, describiendo los maravillosos lugares en los que hemos estado, diciéndonos la gente que hemos conocido...
-¿España?¿España?¿Qué hacemos en España?
-¡Cristina!-gritamos Clara y yo, que nos levantamos de un salto y corremos a su encuentro. La tres nos abrazamos y nos ponemos a saltar y a gritar.
-¿Qué pasa?¿Qué a mi nadie me ha echado de menos?-se queja Liam.
-Ven cariño, que yo he estado muriendo sin ti-le dice Zayn.
-Yo al único que echado de menos ha sido a Harry...-dice Louis.
Comenzamos a reír y podría decirse que no paramos hasta que no llegan Ana y Harry.
-¿Era aquí donde teníamos que venir?¿Qué aeropuerto es este? Se parece a Barajas...-oímos a Ana confusa.
-Es Barajas-le responde seco Harry.
-¡Harry, amor!-grita Louis atrayendo la atención de los dos.
Ambos, mantenían una expresión sería y tensa; aún no se por que, ya me di cuenta ayer durante la videollamada de que las cosas no iban bien, pero no puedo hacerme una idea de que habría echo que se enfadasen. Sin embargo, nada más fijar su vista en nosotros, desapareció de su semblante cualquier tipo de malestar.
-¡Zayn!-grita Ana y se lanza a sus brazos. Él la coge con una sonrisa y la mueve de un lado a otro haciéndola reír.
Yo y el resto nos acercamos a Ana para abrazarla también, dejando espacio a los tórtolos que se retuercen en el suelo.
-¡Levanta Louis! Que no respiro, que me ahogo-dice Harry riendo intentando deshacerse de Louis que lo ha caído al suelo y no deja de darle besos mientras lo abraza.
-¡Te has quemado!-le digo a Ana, ya que ahora de cerca puedo verle la nariz y los pómulos rojos.
-Ya, es que se nos paso y no nos pusimos crema-me respondió Ana mientras me abrazaba fuerte.
El último al que abrazo fue a Louis, que ya había dejado de acosar a Harry y se había incorporado al grupo.
-Claro... Tendrías muchas otras cosas más importantes y entretenidas en las que pensar, ¿no? -le dijo Louis mientras le daba un pequeño codazo a Harry.
Todos comenzamos a reír descontrolados, todos, excepto Ana y Harry que serios no dejaban de mirarse a los ojos. Cuando vimos la tensión reinante en el ambiente todos dejamos de reírnos y Liam pregunto:
-¿Qué pasa?
Los dos bajaron la cabeza y no abrieron los labios. Estaba claro que no pronunciarían palabra. La escena se había convertido en algo bastante incómodo y habría seguido así, a no ser que...
-Mira, Niall, a mi se me habrá olvidado poner la alarma pero estoy segurísima de que, ¡yo no habría cogido el vuelo equivocado!
-Pero Marta...
-No, Niall no. Ahora tenemos que coger otro billete y hacer otro vuelo...yo quería ver a mi hermana y a nuestro amigos.-Marta iba tan centrada en la riña a Niall, que estaba pasando prácticamente a nuestro lado y no se estaba dando ni cuenta.
-Marta, escúchame...
-¿Cómo te pudiste equivocar? ¡Si parecías seguro! Y después esta la azafata, ¿cómo leches no se dio cuenta de que estábamos cogiendo el vuelo equivocado...? ¡Ui, hola Cris!¿Qué tal, Zayn?-Marta paso a su lado y siguió con su sermón, dejándonos a Niall y al resto flipando-¡Voy a poner ahora mismo una hoja de reclamaciones! Estamos aquí perdiendo...
De repente se para, deja caer las bolsas y maletas que lleva y se da la vuelta; pega un grito y se tira literalmente encima de todos nosotros. Nos besa y nos abraza uno a uno, sin parar de gritar y decir lo mucho que nos quiere y nos ha echado de menos.
Al momento todos nos unimos en un gran abrazo grupal. Y en ese momento se olvida todo, la ansiedad por el final del verano, el enfado de Harry y Ana, la tristeza por abandonar Heidelberg de Cristina...todo se olvida y lo único que siento, y se que que sentimos todos; es amor. Amor en nuestros corazones, mentes y almas; que ahora si, se sienten completas estando los unos al lado de los otros. Ahora estamos completos.

Narra Marta*

Estamos ya en un gran coche, saliendo de Madrid, camino al pequeño pueblo en el que hemos crecido Cristina, Clara, mi hermana y yo, para reencontrarnos con nuestros familiares y para que los chicos los conozcan, cuando de repente se me viene algo a la cabeza.
-Eeehhhh Ana, es el cumpleaños de Raquel.
-¿Qué Raquel?-me pregunta confundida.
-¿Qué Raquel va a ser? Raquel, nuestra amiga de Ourense.
-¡Es verdad! ¿Tienes su número? Podíamos llamarla y así le damos una sorpresa...quiero recordar que le encantaba One Direction.
-Yo recuerdo mejor y ahora que caigo, el que más le gustaba era Niall...-me quedo pensativa- No se si quiero llamarla-todo el mundo se ríe pero a mi no me hace gracia.
-¡Anda tonta! Llama a tu amiga que le vamos a dar una sorpresa. Además que soy su prefe, me hace ilusión hablar con ella-me dice Niall.
Yo pongo un mohín pero mi  hermana se toma la libertad de marcar el número de Bea, amiga íntima de Raquel.
-¿Bei?...¿Qué tal guapa?... Yo muy bien...Ya te explicaré eso otro día-rió mi hermana. Supongo que le habrá preguntado por nuestra aventura, ya que todo el mundo en todo el planeta se debe haber enterado de quienes son las novias de los chicos de One Direction-¿Estas con Raquel?...¿Si?...¿También están Lidia, Sara y Laura por ahí?...¡Mejor!...Pues pon el móvil un momento con el altavoz...-mi hermana habla en español así que nadie excepto las españolas y quizás Niall un poquito, nos enteramos de lo que dice.
Ella pone su móvil también en altavoz y cuando oímos un amortiguado <<Ya>> todos juntos nos ponemos a cantar el cumpleaños feliz en inglés. Cuando acabamos Liam se pone a gritar <<sacapuntas>>, Niall a cantar Dímelo,  la canción de Enrique Iglesias, Louis a gritar <<piñata>> y Harry , <<guapa>>.
Por la otra línea solo se oyen risas, mezcladas con llanto y gritos. Están eufóricas y solo por oír eso en alguna chica, ya sean amigas mías o desconocidas, presto encantada a mi novio...pero sólo un ratito...

NOTA: Capíulo dedicado a Raquel :) Felicidades!!