domingo, 10 de agosto de 2014
CAPÍTULO 73 "El comienzo del fin"
LUNES
Narra Zayn*
-¿Si?¿Quien es?-oímos por el telefonillo la voz de Marta.
-Somos los hombres de tus sueños-dijimos todos al unísono.
Se oyó un estridente grito al otro lado. Marta nos abrió la puerta al instante. Entramos por la puerta del portal riéndonos, y nos reímos aún más cuando oímos como alguien bajaba por las escaleras gritando.
-¡Marta, baja con cuidado!-grito Niall, oliendose la desgracia.
-¡Barricada chicos! Ya llega...-nos dijo Louis en tono confidencial como si nos estuviésemos preparando para un ataque.
Los cinco nos pusimos en frente de la escalera esperando a que la cabra loca de Marta llegase...pero...ya no se la oía...no bajaba...
-¡Marta!-grito Niall, pero no recibió respuesta-¿Y si se ha caído?
-Lo hubiésemos oído-repuse seguro.
-Es una trampa-susurró Louis con una sonrisa.
Todos volteamos la cabeza lentamente hacia la escalera, con miedo, esperando el ataque inminente de la princesa de los nervios...
-¡Uh!-salto riendo Marta al descansillo que teníamos a la vista.
Niall soltó un sonoro resoplido mientras el resto reíamos.
-¡A por ella!¡Viene sola!-grito Louis adelantándose al resto empezando a correr.
Marta dio otro grito atronador mezclado con su típica risa antes de salir a correr escaleras arriba, seguida de Louis.
El resto nos miramos desconcertados un momento pero al momento nos emocionamos y salimos detrás de ellos.
Más momentos como este, por favor...
Que no se acabe esta semana...
Narra Ana Maria*
-¿A quién se le ocurre? Si es que estáis todos locos, de verdad...-les riñe Clara.
-No es nada grave, no os preocupéis-digo riendo.
-Ay, ay, ay, que me duele-me dijo Harry apartándome la mano con el algodón bañado en betadine de su pómulo.
-Pues yo creo que me queda sexy la herida en la ceja-añadió Louis delante del espejo del salón, al mismo tiempo que se colocaba el pelo de tal manera que el rasguño quedase enmarcado por su flequillo.
Eleanor bufo y le dio un manotazo.
-Yo también lo creo-le dijo mi hermana al tiempo que le guiñaba un ojo.
-¿Podéis explicarme que ha pasado otra vez?-pregunto Clara.
-Nos hemos caído-respondió Zayn masajeándose el pie.
-¡Más detalladamente que me quiero reír!-dijo Cristina emocionada recolocandose en el sofá en el que estaban sentados Liam, Zayn y ella.
Louis se puso delante de nosotros, justo delante de la televisión, carraspeo y se puso a interpretar su papel de narrador de troupe.
-Pues veréis, nosotros veníamos tranquilamente a veros cuando unos gritos nos alertaron de un ataque inminente. Por los gritos pensamos que debería ser un, o varios animales horribles que venían a separarnos de nuestras amadas. Pero no era otra cosa, que la aquí presente, princesa de los nervios-Marta,mi hermana se levantó de un salto del regazo de Niall e hizo una reverencia al resto con una sonrisa de oreja a oreja-Como no era ningún animal, sino que era alguien bastante inofensivo, nos lanzamos a su captura como los héroes que somos. Pero cuando subíamos velozmente por las escaleras, Martita se tropezó y yo, que soy un caballero pues me lance a cogerla pero claro al agarrarla me desequilibre un poco, me di una torta contra la pared, lo que me dejo esta bonita batalla de guerra-se señalo la brecha de la ceja.
-Esperemos que no se te quede la marca-dijo Eleanor chasqueando la lengua.
-¡Sigue contando!¡Sigue!-dijo Harry enfadado.
Louis sonrió inocentemente y continuo.
-Y claro, pues Harry, que venia detras nuestra, intento pararnos pero no consiguió otra cosa que caerse y darse en su elevado y perfecto pómulo contra un escalón de la escalera...no nos ayudo mucho...es bastante torpe, ¿sabéis?-dijo como si nos estuviese diciendo un secreto, lo que provoco la risa de todos y un lindo mohín de mi Harry-Y nada, que saltamos a Harry y seguímos bajando como pudimos por las escaleras, sin rodar, trastabillando, hasta que nos topamos con el fuerte Zayn, que nos paró y yo sin querer le pise un pie. ¡Y ya esta!
-Por una vez me he salvado-dijo Niall sonriendo con orgullo.
-¡Ay, ay, ay!-se quejó Harry.
Sonreí, le bese en la mejilla y le dije:
-Quejica.
En ese momento Liam apoyando su mano en la rodilla de Cristina se levanta y nos informa de que se va a ir bajando algunas cosas al coche.
-Me voy a peinar, ahora bajo, ¡cierro yo!-digo mientras voy a mi habitación.
-Esta lo que no quiere es bajar bolsas-oigo cuchichear a Louis, lo suficientemente alto para que lo oiga.
-Me has pillado-rio al tiempo que giro la cabeza mientras sigo caminando y le lanzo un beso.
-Ana, espera-me dice Louis mientras se acerca corriendo a mi y me pasa un brazo por los hombros, después me susurra en el oído-Cuando acabes, llama a la puerta del primer baño del pasillo.
Antes de que pueda preguntar que a que se refiere, grita:
-¡Voy al baño! Luego os ayudo a bajar las cosas, chicos.
-¡¡¡Louis!!!-grita Eleanor, que ha sido la única presente en nuestra conversación.
Los dos soltamos una risita contenida mientras seguimos andando y Louis me aprieta fuerte contra el.
Narra Liam*
-A este paso cuando salgamos, ¡ya es mañana!¡Venga rápidito!¡Moviendo el culo!-iba gritando mientras salía por la puerta del piso y bajaba los primeros escalones; llevando conmigo las bolsas llenas de bocadillos, hechos por las chicas.
Cuando llegue abajo, abrí el maletero y puse la bolsa de los bocadillos junto con la de refrescos y cervezas que traíamos nosotros.
Me quedo apoyado en el maletero, esperando a que todos bajasen. Creo que tardarán un buen rato más así que cojo el móvil y me meto en Twitter, decidido a seguir a un par de fans. Mientras me pongo a seguir a las primeras personas, algunos huevos incluidos, que salen en mi lista de seguidores, siento como alguien se recuesta en el maletero junto a mi.
-Hola Liam.
-Mmm...¿hola Marta? Creo haberte visto hoy y eso...
-Ya. Verás, tienes que hacer algo por mi.
-Ya veo.
-Es confidencial, obligatorio y muy importante.
-Ah, bueno, pues si es obligatorio no me puedo negar-le digo inclinando un pelin la cabeza.
Ella se recoloca y carraspea antes de seguir.
-Te voy a encomendar una misión, muy importante y la vas a tener que cumplir hasta que vuelva. Tienes que cuidar de Niall. Se que todos os cuidáis entre vosotros pero quiero que le eches un ojo especial a el. Niall es muy descuidado y muy infantil pero se que lo va a pasar mal cuando me vaya, porque es igual que yo; y yo ya me estoy empezando a dar cuenta de que esto no va a ser como un problema de esos que puedes obviar o reírte de ellos...-baja un momento la cabeza y no puedo verla bien, pero juraría que se ha quitado una lágrima de los ojos-Nos vamos en una semana, esto se acaba y tengo que irme con los cabos atados, Liam, ¿lo haras?¿Lo cuidarás por mi?
En las últimas palabras su voz se quiebra. La abrazo con fuerza mientras le masajeo con dulzura la espalda y ella se desinfla y comienza a sollozar silenciosamente. Nos quedamos ahí un rato y me siento por una vez en mi vida hermano mayor y no hermano pequeño.
-Lo haré Marta, te lo prometo.
-¡Soy tonta!-ríe Marta mientras se separa un poco de mi limpiándose la cara con las manos.
Yo le sonrió y ella me imita, me mira durante un rato y se pone de puntillas para darme un suave y dulce beso en la mejilla.
-Espero que lo hagas porque sino, ¡te castrare!-ríe ante mi expresión de horror.
-No se que te habrá hecho pero Marta, ¡quiero tener hijos!-oigo a Cristina decir mientras se acerca con más bolsas a nosotros.
Narra Clara*
Me quedo con la frente un momento apoyada en la puerta e intento de tomar aire, luego golpeo la puerta con los nudillos y oigo un ahogado; <<Pasa>>, desde dentro. Abro la puerta y allí esta mi amiga Ana cogiendose un moño alto con un pañuelo floreado. Cuando ve mi reflejo en su espejo, se queda un momento mirándome, antes de darse la vuelta y quedarse mirándome con una faceta neutral.
-Hola-me dice.
-Hola Ana, ¿podemos hablar?
-Seguro...
-Ya sabes como me pongo algunas veces, soy así. Quería pedirte per...
-No me pidas perdón-me corta de repente.
Suelta un pequeño suspiro y se sienta pesadamente en la cama antes de seguir:
-La que debería pedirte perdón sería yo-me sorprendo un momento y no se que decir así que simplemente espero a que continúe-Estas un poco nerviosa, eres mi amiga y si me dices que Zayn esta raro, tendría que preocuparme e intentar de buscar soluciones contigo y no enfadarme a la primera de cambio porque le insultes, ¿por que quien tiene más derecho que tu, su novia, a llamarle de todo?
Me sonríe débilmente y yo le devuelvo la sonrisa. Así somos nosotras regañamos, nos podemos hasta gritar, decirnos las cosas más feas del mundo y después en un momento perdonarnos y seguir como siempre.
-Te quiero-le digo antes de acercarme y abrazarla con fuerza.
Cuando nos separamos me agarra fuertemente de los brazos y zarandeándome suavemente me dice:
-Vamos a averiguar lo que pasa y si hace falta matar a Zayn, lo podemos hacer entre las dos, ¿vale? Así vamos juntas a la cárcel-me guiña un ojo y yo rio-Ahora vamos a por Louis, que todavía estará escondido en el baño, y, ¡nos vamos de picnic!-dice levantando los brazos en alto.
-¿Escondido en el baño?
martes, 15 de abril de 2014
CAPÍTULO 72 "Londres, hemos vuelto"
5 días más tarde...
Narra Cristina*
-¡Hogar, dulce hogar!-grité nada más entrar por la puerta de nuestros pisito de Londres.
-¡Ay, me ahogo!-la siguiente en entrar fue Marta que iba peleándose con su gran maleta, cuando por fin logro cuadrar sus hombros, con su gran bolso de mano y su maleta, tiro todo al suelo y corrió al sofá.
-¡Me apunto!-Marta se levantó como un resorte y se puso a saltar en el sofá como una loca.
-¡Y...yo!-la voz de la ahogada Ana apenas era audible.
Sólo faltaba...
-Yo me quedo, no tengo muchas ganas de salir...
Clara entro silenciosa y cargando con sus cosas se fue directa a su habitación.
Yo gire la cabeza conforme pasaba al lado mía para dirigirse al pasillo que daba a las habitaciones; Marta dejo de dar saltitos y se la quedo mirando también y Ana...bueno Ana hizo el intento de levantar un poco la cabeza, pero viéndose incapaz la dejo caer hacia atrás de nuevo.
Narra Marta*
-Yo no quiero entrar-susurre con decisión.
-Tu eres aquí la graciosa preguntona que te saca todo, así que, ¡entra!-me dijo Cristina también susurrando y empujándome ligeramente.Las tres, Cristina, mi hermana y yo nos encontrábamos en el pasillo, justo delante de la habitación de Clara y estábamos discutiendo sobre cual de las tres debía entrar a hablar con ella...
Clara llevaba un par de días algo inquieta, le preocupaba algo y no sabíamos que era. Queríamos ayudarla pero no podíamos porque se negaba a decirnos que era eso que le preocupaba aunque todas teníamos una idea de era algo relacionado con Zayn.
-¡Que entre Ana! Que es su amiga-dije señalando a mi hermana.
-A mi no me metáis en este enredo, ya sabéis que yo se lo he preguntado en el avión y con la mirada que me ha echado, he pensado que abriría la puerta del avión y me tiraría...sin paracaídas ni nada...
-¡Entra Ana!-la empujo Cristina.
-¿Y por que no entras tu, lista?-le pregunto mi hermana empujándola a ella también.
-¡Eso!¿Por que no entras tu, eh?-dije haciéndole cosquillas y uniéndome a la mini lucha libre que habíamos organizado en el pasillo.
Con tanto empujón, manotazo y cosquilla, las tres nos chocamos contra la puerta de Clara, tan fuertemente, que la abrimos de un tirón, cayendo las tres, una encima de otra, en el suelo de la habitación de Clara.
-Mmm...¿queríais algo?-preguntó dejando el montón de ropa que iba a colocar en el armario encima de la cama.
-¡Saber como estabas!-fuí yo al grano.
-¡Marta!-chistaron Cristina y Ana.
La mirada gélida de Clara no se hizo esperar... No me extraña que mi hermana se creyese que la iba a tirar del avión... Yo ya la veía con un cuchillo afilado matándome...
-Estoy bien, gracias. Ahora tengo que colocar mis cosas.
Me levanté de encima de Cristina, y esta de encima de Ana. Las tres nos acercamos con cautela a Clara y la sentamos en la cama.
-Estamos aquí para ti, Clara-le dijo mi hermana.
-¡Que no me pasa nada!
-¡Que si que te pasa!-le grito Cristina.
-¿Es Zayn, verdad?-le pregunté poniéndole una mano sobre la rodilla.
Las tres nos quedamos expectantes, esperando su respuesta que no llegaba. Clara se había quedado en silencio, confirmando de alguna manera lo que nosotras pensábamos.
-Es que...es que...-de repente levantó la cabeza con ojos chisporroteantes y boca crispada y se puso a decir-Oohhhh es que le odio, le odio, le odio, es un...¡un cara dura! Y un gilipollas y un capullo y un cerdo y...
-Eh, eh, eh, relajate Clara-dijo Ana levantándose bruscamente de la cama quedándose en frente nuestra con cara enfadada-No voy a permitir que hables mal de Zayn en mi presencia.
-Oye, perdona, ¿pero quien es aquí tu amigo?¿Zayn o yo?
-Ambos sois mis amigos por eso no pienso dejar que insultéis al otro estando yo delante.
-¿Qué pasa que tu no te das cuenta de nada?-grita alto Clara-¿Y tu tampoco, verdad?¡Ni tu!-yo me echo para atrás cuando veo que su dedo índice se aproxima peligrosamente a mi pecho.
-No, claro que no Clara, nadie se da cuenta de nada, porque no pasa nada-gesticula exageradamente Cristina uniéndose a la discusión.
-Para vosotras no. Egoistas, todas sois unos egoístas; como a vosotras os va magníficamente bien con vuestros novios; a mi y a mis problemas que nos den, ¿no? No podeis parar de miraros ni un momento el ombligo, ni de maravillaros de cuan bonita es vuestra relación, como para ver que Zayn no esta como siempre conmigo, que pasa algo, que hay un problema, que os necesito.
-No tengo porque aguantar esto-sentencia segura mi hermana.
-Pues entonces vete-le responde con resolución Clara.
Mi hermana entrecerró los ojos algo dolida pero se dio la vuelta y con enfado cerro la puerta de la habitación de Clara con fuerza.
Las tres nos quedamos en silencio hasta que Cristina rompió el silencio:
-Clara, no ha estado bien lo que has dicho, ¿sabes? Te estas pasando bas...
-¡Otra igual! Si quieres tu también puedes irte, ahí esta la puerta.
-Estas insoportable chica-le dijo Cristina mirándola con asco-Pues si, yo me largo también.
Cristina siguió el mismo caminito que mi hermana.
Bueno...me he quedado sola...y tengo miedo...
-¿Y tu qué?¿No te largas? Vete como se han ido todos; vete y déjame sola-me dijo Clara.
-Yo no me voy a ir, quiero saber que es eso que te tiene tan preocupada como para hacerte hablar mal de tu novio y meterte de esa manera con gente que te quiere. Yo me quedo a escucharte y a ayudarte.
Los hombros tensados de Clara se relajaron y se quedo mirándome con ojos agradecidos pero tristes, muy tristes...
-Zayn y yo estamos mal. No se lo que le pasa...-dije estrujando se las manos con ansiedad-Hay veces que parece estar como siempre, pero después le digo que le quiero o hago algún comentario acerca de lo increíble que es y de lo muy importante que es en mi vida y parece acordarse de algo y cambia por completo. Deja de ser mi Zayn y se convierte en otro y no se que es, no se si es que me oculta algo, si le preocupa algo o si...-pareció dudar un segundo antes de decir las siguientes palabras, como si se resistiese a decirlas-O si ya no me quiere.
Meneé la cabeza, negando las palabras que había dicho. Imposible, Zayn quería a Clara.
-Y nadie me hace caso, digo que esta raro y todo el mundo lo ve normal. ¿Normal?¿Normal es que no me diga que me quiere?¿Normal es que no se acerqué a abrazarme y a besarme nunca?¿Eso es normal?-las lágrimas empezaron a caer por los ojos de Clara y mi corazón se encogió y un nudo nació en mi garganta-Mi Zayn normal era aquel que me achuchaba por la espalda, que me daba la mano mientras comíamos, que no se cansaba de besarme y que se dormía todas las noches a mi lado no antes de decirme que me quería más que a nada en este mundo. Así que no se...si con vosotros se comporta normal es que el problema es mío.
-Clara habla claro con el. Dile que te diga que le pasa y si el problema es tuyo, de vosotros, dile que no te haga sufrir, que te diga la verdad.Clara se sorbió la nariz y continuo:
-Justo eso es lo que no quiero hacer...tengo miedo, no quiero que me diga la verdad porque tengo el presentimiento de que será desgarradora y le quiero tantísimo que prefiero vivir una bella mentira a una asquerosa verdad.
Clara se derrumbó y yo la abracé, tranquila, sabiendo que esto se solucionaría como se había solucionado lo de Harry y Ana, sabiendo que nosotras estábamos hechas para ellos, que estaba claro y que no podía ser de otra manera.
Narra Harry*
-Ya veo...bueno tu tranquila...pero Ana no llores...que no llores que me pones nervioso...vale, vale...no te tomes muy a pecho sus palabras, esta un poco tensa últimamente...ahora hablare con él y le dejaré las cosas claras...¿Qué?...no, no, yo no se nada...vale...un beso, te quiero gorda.
¿Qué hago? Era el único que sabía toda la historia. Sabía que Zayn "creía" que ya no estaba enamorado de Clara y gracias a Ana, también sabía que Clara aunque con Zayn y con nosotros delante se portaba completamente normal; en el fondo sabía que algo pasaba y que Zayn no estaba igual con ella. Era el único que lo sabía y era una mierda; saber todo eso y querer ayudar a Zayn a aclararme y a hacer todo lo posible por no hacer sufrir a Clara estaba haciendo que me comiese la cabeza porque evidentemente, esto estaba afectando al grupo.
Me levanté soltando un suspiro, abrí la puerta de mi cuarto y me dirigí al de Zayn. Cuando entré me lo encontré tirado en la cama con los cascos puestos. Supongo que no me oiría entrar pero se dio cuenta de que había entrado porque volteó la cabeza y se quitó los cascos.
-¿Que pasa?-me dijo mientras se incorporaba y se quedaba sentado a lo indio enrollando los cascos alrededor del reproductor de música.
-Ana se ha cabreado con Clara-solté mientras me echaba en su cama boca arriba-Bueno, y Cristina también.
-¿Que ha pasado?-pude notar la preocupación en su voz.
-Al parecer Clara esta últimamente algo más insoportable de lo normal...-hice una pausa pensando como abordar el tema-¿Sabes por que estaría así?
Le mire a los ojos cuando giré la cabeza y el desvío la mirada, despreciando mis ojos.
Ya que no contestaba, decidí seguir hablando.
-Al parecer, esta muy nerviosa porque alguien, no se quien, se esta comportando de una manera extraña con ella y claro sus amigas le preguntan, ella insulta a esa persona y sus amigas se enfadan porque la persona de la que habla es también su amigo y no les gusta que hablen mal de él...pero claro es que esas amigas, que resultan que son una de mis mejores amigas y mi chica no saben lo que yo sé.
Zayn se revolvió el pelo mientras hacía un ruidoso de disgusto y se tendió a mi lado.
-Ya vale de echarme cosas en cara, ¿no?
-Hombre Zayn, ¡lo mínimo que puedo hacer es echarte estas cosas en cara! Clara esta mal, y si Clara esta mal se extiende al resto del grupo; para lo bueno y para lo malo estamos tan relacionados que lo que le pasa uno, le afecta a todos; así que, ya sabes, terapia amiguil.
Me senté en la cama y le pregunté:-¿Quieres a Clara?
-Si.
-¿Cuanto?
-Mucho.
-¿La sientes como la mujer de tu vida?
-No.-¿Vas a dejarla?
-No.
-¿Por que?
-Porque quiero cerciorarme de que realmente no la quiero tanto como pienso, porque quiero saber si estoy loco por ella y no me doy cuenta...porque no quiero estropear todo esto...
Le mire con tristeza.
-Arréglalo Zayn.
Me levanté de la cama y salí de la habitación sin decirle, que del amor no se duda, que el amor entra y te recorre entero, que se te entra en las venas y no sale, que si por un momento ha sentido que no quiere lo suficiente a Clara es; porque realmente no lo hace.
Narra Liam*
Nada más llegar de vacaciones y ya teníamos reunión para hablar del Tour y de todas las entrevistas y viajes que nos esperaban este año; y si no fuese poco deprimente tener ya todo un año planificado y empezar con el estrés, encima nos echaban la bronca por unos míseros días de vacaciones extras...
-¿Sabéis cuanto tiempo habéis estado desaparecidos?-nos grito Simon.
Todos nos revolvimos en nuestras respectivas sillas.
-¡Dije una semana se vacaciones!¡Una semana!-mientras gritaba, hacia gestos exagerados con las manos mientras se movía de un sitio a otro-Y vosotros os pasáis mis órdenes por el forro y no sabemos nada de vosotros en 2 meses. No hacéis ni entrevistas, ni conciertos, ni grabáis...
-Hemos escrito-dijo Niall subiendo la cabeza sonriendo amigablemente.-¡No me digas!¿Y estáis cansados?¡Cuanto trabajo!
Le di un pequeño codazo a Niall, indicándole que cerrase la boca.
-Simon nos merecíamos unas vacaciones, unas vacaciones de más de una semana-dijo seguro Louis.
Y tenía mucha razón.
-Cuando yo digo algo, se hace lo que yo digo, ¿estamos?
-No estamos. Somos personas, no tus peones y tenemos vida a parte de todo esto y vamos a disfrutarla-dijo con el ceño fruncido Harry.
-Quizás os deba llevar otra persona-repuso rápidamente Simon con una sonrisilla de suficiencia-Quizás alguien que os de más vacaciones y asi trabajéis menos, una persona con la que seréis olvidado en unos pocos años pero, pero que os deje vivir unas bonitas vidas al lado de vuestras familias y vuestras novias.
-Quizás-dije yo-Quizás debiéramos cambiar, si.
Me miró a los ojos con rabia contenida y guardamos todos un tenso silencio.
Simon recogió todos los papeles que tenía esparcidos por la mesa, los metió en una carpeta con rabia y antes de darse la vuelta se recostó, apoyando las palmas de la mano en la mesa y nos dijo con tono amenazador:
-Empezáis mañana.
-No, empezamos en una semana-le corrigió Louis.-¡Empezáis mañana, he dicho!-grito a pleno pulmón dando un tortazo en la mesa, que hizo saltar a Niall y al hasta ahora abatido Zayn.
-Mañana nos vamos de picnic, Simon. Tenemos que aprovechar los últimos días de vacaciones con nuestras chicas-dijo Harry sonriéndole y mirando al resto que nos pusimos a asentir enérgicamente-Podemos ir algún día con ellas a ensayar durante la semana. El sábado y el domingo, vuelve a ser nuestro.
Simon dejó caer la cabeza hacia adelante.
-Esas chicas son las que nos sostienen ahora mismo-dije yo.
-Muy bien, como queráis, vosotros veréis...-se rindió Simon.
Simon es un buen hombre, sólo quiere lo mejor para nosotros, quiere que triunfemos y que sigamos en esta industria por mucho tiempo; y era eso lo que nosotros queríamos también pero no de la forma que el quería.
NOTA: Hola!!! Muchisisimo tiempo, lo sé. Me quereis matar, lo sé. Se que ahora mismo no tendré ni la mitad de lectores y que claro, ya ni os acordareis de la novela, ni de por donde iba, pero un día dije que la terminaría y lo voy a hacer, porque esta historia se merece un final. Así que nada, hoy dos capítulos y ya veremos como van las cosas :))
Un beso enorme aquí siga aquí!
CAPÍTULO 71 "Nada es lo que parece"
Narra Clara*
-Me voy a por mi Coca Cola, ya que Zayn parece haber desaparecido otra vez-dijo Niall.
-Aquí desaparece todo el mundo-sentenció Eleanor.
Hacia cómo una hora que Paula se había ido, al momento salió Zayn para pedir unas bebidas y aún no había regresado. Hace menos de una hora que se había ido Liam a por el móvil y no volvía. Tras lo cual, inmediatamente, se fue Cristina "al baño" y tampoco ha vuelto. Harry y Ana no aparecen, lo que se extiende también al bebe.
-¿Nos vamos a dar una vuelta?-pregunto Marta.
-Zayn esta raro hoy o, ¿me lo estoy imaginando?-pregunté con curiosidad.
-¿Raro en que sentido?-me dijo Louis.
-Raro, no se explicarlo. Esta como evasivo conmigo, me rehuye, desaparece.
Los chicos levantaron los hombros indicándome que no sabían nada.
-¿Podríais preguntárselo?-les dije con cara de súplica.
-No nos pidas eso...-me respondió Niall como disculpándose.
-Verás Clara, Zayn, es muy reservado. No le gusta que le preguntemos nada cuando lo vemos raro o triste. Cuando este preparado para contárnoslo nos lo dirá; en el caso de que tenga algo que decirnos, porque yo no lo veo muy distinto a como suele ser normalmente, quizás este cansado y sea sólo eso-me intentó convencer tranquilizadoramente Louis.
Suspiré, dejando el tema aparcado, pero me mostré descontenta e insatisfecha con sus explicaciones.
De repente la puerta del restaurante se abrió. Harry y Ana aparecieron agarrados de la mano.
-¡Parejita!-gritó Niall.
-¿Otra vez, Harry?¿Otra vez?-dijo Louis indignado-Creí que ya había quedado claro que no me podías poner los cuernos con Ana.
-No he podido evitarlo.
-¿Ya estáis bien?-pregunto Marta emocionada, mientras daba palmitas y saltaba en la silla.
Harry y Ana se miraron y se sonrieron amorosamente, dándonos a entender cual era su respuesta. No dijeron ni una palabra, pero no hacia falta.
-Entonces, ¿te vienes a Londres este año?-dijo esperanzada Eleanor, haciendo que el resto levantarán la cabeza, dejarán de reír y abrieran de par en par los ojos.
-No, me quedo en España-respondió Ana.
Todos bajaron la cabeza y resoplaron apenados.
Pero Harry y Ana seguían sonriendo, a pesar del futuro desagradable que se les acercaba, a pesar de saber que en unas pocas semanas se separarían por un periodo de tiempo más largo del que cualquier pareja enamorada quiere pasar. Y aún así, sonreían.
Y yo estaba triste y mustia como una hoja que se cae en otoño, yo, que me iba a quedar todo el año en Londres, que iba a poder ver a Zayn cada vez que quisiese, que iba a poder ir a sus conciertos y que iba a estudiar en una prestigiosa universidad. Y aún así, estaba triste, triste y mustia y sin ganas de hacer nada, porque yo no tenía a Zayn a mi lado, ni sonreíamos.
Narra Zayn*
-Despacio, despacio...-le dije a Paula, cuando empezó a reaccionar, agarrándola del brazo derecho obligándola a apoyar la cabeza en la pared del portal donde la había dejado después de echar a la loca con la que se estaba peleando.
Se quedo un momento allí apoyada con los ojos cerrados, yo no pronunciaba palabra, no quería asustarla o ponerla nerviosa. Le había limpiado la sangre que emanaba del labio roto y había comprado una botella de agua helada en un bar cercano para echarla en un pañuelo que encontré en mi pantalón y así poder refrescarla un poco y de paso rebajarle con frío el dolor que tenía que sentir en el golpe de la sien.
Cuando abrió los ojos se quedo asombrada mirándome, supongo que sería la persona que menos esperaría encontrarse. Se le desorbitaron un momento los ojos, se recompuso rápidamente y su expresión entre miedosa y asombrada, cambio radicalmente a la típica expresión que reinaba en su rostro, soberbia y segura, aunque algo tensa.
-¿Qué haces aquí?-me preguntó.
Yo me quede algo confundido y enfadado, me había costado mucho echar a esa tipa y además la había cuidado, para que me dijese que qué hacia allí.
-¿Yo?¿Tu me vas a preguntar a mi?¿Qué hacías tu peleandote con una tía?
Paula se terminó de tensar entera, sus gruesos labios se convirtieron en una fina línea, pude sentir como sus manos se crispaban y su espalda se enderezaba de repente.
Se levantó velozmente y se tocó el bolsillo trasero con una expresión de horror absoluto en su cara, como cuando crees haber perdido el móvil y te palpas entero esperando encontrarlo, pero mil veces peor. Su expresión se relajó en parte y después me miro como si no me hubiese visto hasta ahora. Hizo un ademan como despidiéndose y se dio la vuelta.
-¡Eh!¿No vas a responder a mis preguntas?-le iba diciendo mientras la seguía- ¿Ni si quiera me darás las gracias?
-Gracias-dijo mientras seguía andando y sin ni siquiera voltear la cabeza.
-Al principio pensé que no conocías a esa tía y que te atacaba sin más, pero después de ver como te comportas...supongo que sabías quien era y que quería...-tenía la sartén por el mango y me iba a aprovechar de esa situación-Me podrás decir tú quien era o quizás deba contarle a tu madre lo que he visto y preguntarle por si ella la conocía.
De repente Paula se paró en seco, se dio la vuelta velozmente y me agarró del cuello de la camiseta.
-Tu no vas a decirle nada a nadie.
-Oohh, claro que se lo diré, a quien sea para mantenerte a salvo, ya que esta claro que tu no sabes cuidarte sola.
-¿Sabes? No soy una princesa en apuros, ni tu eres mi héroe, así que déjame en paz y desaparece de mi vista cuanto antes. No te necesito ni a ti, ni a nadie.
Se volvió a dar la vuelta y yo aproveché ese momento para intentar de buscar eso que tenía en el bolsillo trasero y que tanto miedo le había dado perder en manos de esa loca.
En cuanto sintió mis dedos rebuscando, se fue a dar la vuelta, pero antes de que pudiese la agarré de la cintura con fuerza impidiendo que se pudiese dar la vuelta y pegarme un puño.
-¡Sueltame!¡Que me sueltes!-no paraba de moverse y dar saltitos haciéndome dura la tarea de llegar a eso que escondía con tanto celo.
Cuando por fin lo saqué, averiguando que era, solté a Paula que se quedo mirándome, mientras yo no podía apartar la vista de esa bolsita de plástico llena de polvo blanco.
Narra Niall*
La verdad es que ver a Harry y Ana venir de la mano fue un alivio. Por fin las cosas seguían su cauce, todo estaba solucionado, todas las parejas éramos de nuevo esas que un día fuimos...o eso creía en ese momento.
-Me voy a por mi Coca Cola, porque me parece ridículo seguir esperando a que Zayn las traiga, la verdad...-dije levantándome.
-Tráeme una Fanta a mi, por favor-me dijo Ana.
-Una Coca Cola.
-Otra.
-Acuarious.
Se unieron algunos más. Resoplé y respondí:
-¿Qué pasa?¿Esperabais a que me levantase o qué?
Cuando salí del restaurante, me fijé en que la cafetería estaba considerablemente más llena, sobre todo de gente joven. Supongo que se habría extendido el rumor de que estábamos allí y la gente se estaba acercando al hotel para confirmar o desmentir el rumor.
Sin embargo, la gente se mantuvo bastante respetuosa y solo tuve que aguantar unas cuantas miradas, un par de fotos y abrazos, hasta llegar a la barra. Cuando llegué me apoyé, y esperé a que se acercase el camarero; mientras, eché una ojeada a mi alrededor; los padres de las chicas ya habían vuelto y al parecer, al entrar Ana y Harry habían dejado al pequeñín con su madre. Los mire un momento pero rápidamente desvié la vista al ver a Miguel mirándome fijamente. Se le veía buen hombre (evidentemente era buen hombre si tenía hijas como las que tenía) pero era callado y eso me ponía nervioso. Quería evitar a toda costa hablar con él a solas...
-Hola.
Era Miguel...que suerte la mía...
Me di la vuelta y farfullé el peor <<hola>> español de mi vida antes de apartarme un poco dejándole hueco a él para apoyarse en la barra.
-¿Si te hablo lento me entenderás?-me preguntó.
Afirmé con la cabeza y esperé.
-Es evidente que mis hijas os quieren y por eso no las voy a prevenir de los riesgos que corren teniendoos como novios, pero habéis sido la peor elección que podían haber tomado.
Le miré algo sorprendido y bastante molesto, me pregunté a mi mismo si le habría entendido mal pero todo estaba bastante claro: Harry y yo no éramos bien recibidos para él.
La mirada de Miguel permanecía fría e impasible.
-Habéis sido la peor elección porque tendrán que aguantar y sobrellevar una vida que ellas no han elegido, una vida donde se sentirán agobiadas, vigiladas y amenazadas y todo por vosotros.
Bajé la cabeza, pensando en sus palabras y dándome cuenta de que tenía razón. Pero no por ello me iba a rendir y a guardar mis sentimientos; así que con el mejor español que pude, parándome a pensar en mis palabras de vez en cuando, confundiendo algunas terminaciones de verbos y teniendo que recibir ayuda incluso por parte de Miguel, le intenté expresar lo que sentía acabando con su dura charla. Más o menos, esto podría ser un resumen:
-Su hija...Marta, es la persona más increíble que he conocido en toda mi vida... Estoy seguro de que jamás podré encontrar a alguien como ella, porque la quiero con todo mi corazón, tal y como es. Amo todo en ella-me detuve para pensar mis próximas palabras, aunque el español fluía como nunca-Así que, como la quiero tanto y se que nunca encontraré a alguien tan afín a mi como ella, voy a luchar para permanecer a su lado, a pesar de lo que usted pueda pensar de mi. La defenderé siempre que haga falta, intentaré que permanezca lo más alejada posible de los medios, y cuidaré de ella si por alguna razón sale lastimada. Puede que no sea el mejor hombre que podía haber tenido a sus ojos, pero ella piensa que yo soy el mejor de los hombres, y con eso me basta.
Miguel se quedó parado mirándome. Bajó la cabeza, mirando hacia el suelo, mientras sacudía la cabeza y mostraba una pequeña sonrisa.
-Chico, eso que has dicho, es muy bonito pero no me has dejado terminar. Creo que por un lado habéis sido su peor elección, pero mis hijas no son tontas y aunque las circunstancias a las que las vais a someter no van a ser fáciles, se que han elegido a hombres que las quieren y que sabrán cuidarlas...-me miró y me puso una mano sobre el hombro aún con una sonrisilla antes de añadir- Y con este hermoso, a la vez que cursi discurso me lo has demostrado. Habéis sido su peor y a la vez, mejor elección. Estoy feliz de ver a mis hijas felices, no hagáis que mi alegría desaparezca.
Estas últimas palabras se tiñeron de una suave amenaza.
Me quede mirándole con los ojos abiertos de par en par, sin saber muy bien que decir a continuación. Así que sólo le sonreí y dije:
-No suelo ser tan cursi.
Miguel rió, palmeandome el hombro amigablemente.
-Te ayudo a llevar lo que pidas.
Narra Paula*
Le iba a quitar de un manotazo la bolsita que miraba embobado pero en el último momento, apartó rápidamente la mano, dejándola fuera de mi alcance.
-¿Te metes esto?
Obvie su pregunta y le grite:
-¡Dámelo!¡Te van a ver!¡Que me lo des!-le dije mientras saltaba para llegar a la droga.
-Dímelo, ¿te metes esto?-dijo tenso.
-¡Que no!¡Cállate, dame eso y te lo explicare todo!
Zayn se relajó un poco, pero sin bajar la mano con la bolsa, antes de añadir.
-¿De verdad?
-Te lo prometo.
Me miro un momento, mientras yo le echaba una mirada ansiosa. Cuando bajo un poco la mano, agarré la bolsa y me la guardé rápidamente en el bolsillo de los pantalones y miré a mi alrededor buscando a cualquier persona que nos pudiese haber visto.
-Habla.
No tenía escapatoria, se lo tendría que contar todo y no tenía ninguna gana. Le miré desafiante a los ojos, pero como las veces que lo habia echo en el dia de hoy, no me aparto la vista, se quedo fijo, sin pestañear, sin sentir miedo.
Me fuí a sentar a un banco cercano y espere a que él se sentase a mi lado, cuando lo hizo, suspire y empece.
-Lo primero de todo es decirte que no tengo ningún problema con la droga, ¿vale?-le dije bajando la cabeza.
-¿No? Entonces, ¿eres un camello?
-Más bien eso, si.
-¿Por que?-me pregunto.
Abrí la boca para responder pero antes de poder hacerlo, Zayn me corto para explicarse.
-Quiero decir-continuo-Lo tienes todo. Una familia, dinero, ¿por que te complicas la vida de esta manera?
-Y yo te pregunto: ¿por que no? No lo hago por nada en especial. Hacer esto para mi es como un trabajo, y ya esta. Gano mucho dinero.
-Un trabajo algo peligroso, ¿no crees?
Sonreí antes de añadir:
-Me gusta lo peligroso.
Zayn meneo la cabeza. No me entendía, nadie me entendía nunca.
-Verás...mis padres se separaron cuando yo era pequeña, nunca he tenido muy buena relación con ninguno de mis padres y mi carácter algo reservado y huraño no me ha costeado muchos amigos. Siempre...he buscado... meterme en problemas...-Zayn levantó su cabeza y me miro con sus grandes ojos marrones rodeados de largas pestañas con interés-Lo se, suena estúpido, pero una madre coraje ocupandose de su hija, de su trabajo y buscando recobrar su vida amorosa y un padre volcado por entero en su nueva familia no tienen suficiente tiempo para ocuparse por entero de una hija que no encaja en sus nuevas vidas-hice una pausa y me pase un mechón de pelo por detrás de la oreja-Meterse en problemas es la única manera de llamar su atención y así lo hago...me junto con mala gente, llego tarde a todos lados, les oculto cosas... aunque sólo sea para que me griten y se enfaden conmigo, ya me hacen caso. La primera vez que me sentí integrada fue en un grupo de gente marginal en mi instituto, una amiga me metió en todo este mundillo...y aquí estoy.
Sin darme cuenta le había contado toda mi historia; es como si en realidad se la quisiese contar a alguien, como si necesitase soltar toda esta mierda, como si ya no aguantase más y buscase a alguien que pudiese ayudarme.
-Paula, esto es muy peligroso. Escúchame, entiendo como deberás de sentirte... Sola e incomprendida entre muchos adjetivos negativos más pero no todo es tan difícil como tu crees. Te has sumido en tu tristeza y crees que todo te sobrepasa pero no es así. Te has caído de un acantilado, te jodes, mala suerte, ahora estas hundida y las olas te están abatiendo, puedes dejarte llevar por la corriente, es el camino fácil, fastidiar a tus padres, no hacer nada con tu vida, correr riesgos y ser quien no quieres ser; pero créeme puedes nadar, nadar y subir a la superficie y respirar, puedes hacerlo, ¿me escuchas?
Baje la cabeza y cerré los ojos, intentado aclarar las ideas que bullían sin control en mi cabeza.
-Todo el mundo se equivoca, pero puedes arreglarlo. Deja esto atrás, no te juntes con gente que no te conviene, perdona y busca el perdón de tus padres, perdonate a ti misma, nada, nada hacia la superficie, nada y respira.
En ese momento cogí aire y me llene de ellos los pulmones y con lágrimas en los ojos, con dolor de cabeza y con el labio partido aún latente, me di cuenta de lo que me rodeaba. Tenía unos padres, un hermano, una familia, coño, estaba sentada en un banco con el que había sido uno de mis ídolos. No todo se iba a solucionar rápido y sin esfuerzo pero lo iba a hacer, iba a luchar.
Sonreí devilmente y le dije un simple:
-Gracias.
Gracias Zayn Malik. Gracias por salvarme de mi misma.
-Me voy a por mi Coca Cola, ya que Zayn parece haber desaparecido otra vez-dijo Niall.
-Aquí desaparece todo el mundo-sentenció Eleanor.
Hacia cómo una hora que Paula se había ido, al momento salió Zayn para pedir unas bebidas y aún no había regresado. Hace menos de una hora que se había ido Liam a por el móvil y no volvía. Tras lo cual, inmediatamente, se fue Cristina "al baño" y tampoco ha vuelto. Harry y Ana no aparecen, lo que se extiende también al bebe.
-¿Nos vamos a dar una vuelta?-pregunto Marta.
-Zayn esta raro hoy o, ¿me lo estoy imaginando?-pregunté con curiosidad.
-¿Raro en que sentido?-me dijo Louis.
-Raro, no se explicarlo. Esta como evasivo conmigo, me rehuye, desaparece.
Los chicos levantaron los hombros indicándome que no sabían nada.
-¿Podríais preguntárselo?-les dije con cara de súplica.
-No nos pidas eso...-me respondió Niall como disculpándose.
-Verás Clara, Zayn, es muy reservado. No le gusta que le preguntemos nada cuando lo vemos raro o triste. Cuando este preparado para contárnoslo nos lo dirá; en el caso de que tenga algo que decirnos, porque yo no lo veo muy distinto a como suele ser normalmente, quizás este cansado y sea sólo eso-me intentó convencer tranquilizadoramente Louis.
Suspiré, dejando el tema aparcado, pero me mostré descontenta e insatisfecha con sus explicaciones.
De repente la puerta del restaurante se abrió. Harry y Ana aparecieron agarrados de la mano.
-¡Parejita!-gritó Niall.
-¿Otra vez, Harry?¿Otra vez?-dijo Louis indignado-Creí que ya había quedado claro que no me podías poner los cuernos con Ana.
-No he podido evitarlo.
-¿Ya estáis bien?-pregunto Marta emocionada, mientras daba palmitas y saltaba en la silla.
Harry y Ana se miraron y se sonrieron amorosamente, dándonos a entender cual era su respuesta. No dijeron ni una palabra, pero no hacia falta.
-Entonces, ¿te vienes a Londres este año?-dijo esperanzada Eleanor, haciendo que el resto levantarán la cabeza, dejarán de reír y abrieran de par en par los ojos.
-No, me quedo en España-respondió Ana.
Todos bajaron la cabeza y resoplaron apenados.
Pero Harry y Ana seguían sonriendo, a pesar del futuro desagradable que se les acercaba, a pesar de saber que en unas pocas semanas se separarían por un periodo de tiempo más largo del que cualquier pareja enamorada quiere pasar. Y aún así, sonreían.
Y yo estaba triste y mustia como una hoja que se cae en otoño, yo, que me iba a quedar todo el año en Londres, que iba a poder ver a Zayn cada vez que quisiese, que iba a poder ir a sus conciertos y que iba a estudiar en una prestigiosa universidad. Y aún así, estaba triste, triste y mustia y sin ganas de hacer nada, porque yo no tenía a Zayn a mi lado, ni sonreíamos.
Narra Zayn*
-Despacio, despacio...-le dije a Paula, cuando empezó a reaccionar, agarrándola del brazo derecho obligándola a apoyar la cabeza en la pared del portal donde la había dejado después de echar a la loca con la que se estaba peleando.
Se quedo un momento allí apoyada con los ojos cerrados, yo no pronunciaba palabra, no quería asustarla o ponerla nerviosa. Le había limpiado la sangre que emanaba del labio roto y había comprado una botella de agua helada en un bar cercano para echarla en un pañuelo que encontré en mi pantalón y así poder refrescarla un poco y de paso rebajarle con frío el dolor que tenía que sentir en el golpe de la sien.
Cuando abrió los ojos se quedo asombrada mirándome, supongo que sería la persona que menos esperaría encontrarse. Se le desorbitaron un momento los ojos, se recompuso rápidamente y su expresión entre miedosa y asombrada, cambio radicalmente a la típica expresión que reinaba en su rostro, soberbia y segura, aunque algo tensa.
-¿Qué haces aquí?-me preguntó.
Yo me quede algo confundido y enfadado, me había costado mucho echar a esa tipa y además la había cuidado, para que me dijese que qué hacia allí.
-¿Yo?¿Tu me vas a preguntar a mi?¿Qué hacías tu peleandote con una tía?
Paula se terminó de tensar entera, sus gruesos labios se convirtieron en una fina línea, pude sentir como sus manos se crispaban y su espalda se enderezaba de repente.
Se levantó velozmente y se tocó el bolsillo trasero con una expresión de horror absoluto en su cara, como cuando crees haber perdido el móvil y te palpas entero esperando encontrarlo, pero mil veces peor. Su expresión se relajó en parte y después me miro como si no me hubiese visto hasta ahora. Hizo un ademan como despidiéndose y se dio la vuelta.
-¡Eh!¿No vas a responder a mis preguntas?-le iba diciendo mientras la seguía- ¿Ni si quiera me darás las gracias?
-Gracias-dijo mientras seguía andando y sin ni siquiera voltear la cabeza.
-Al principio pensé que no conocías a esa tía y que te atacaba sin más, pero después de ver como te comportas...supongo que sabías quien era y que quería...-tenía la sartén por el mango y me iba a aprovechar de esa situación-Me podrás decir tú quien era o quizás deba contarle a tu madre lo que he visto y preguntarle por si ella la conocía.
De repente Paula se paró en seco, se dio la vuelta velozmente y me agarró del cuello de la camiseta.
-Tu no vas a decirle nada a nadie.
-Oohh, claro que se lo diré, a quien sea para mantenerte a salvo, ya que esta claro que tu no sabes cuidarte sola.
-¿Sabes? No soy una princesa en apuros, ni tu eres mi héroe, así que déjame en paz y desaparece de mi vista cuanto antes. No te necesito ni a ti, ni a nadie.
Se volvió a dar la vuelta y yo aproveché ese momento para intentar de buscar eso que tenía en el bolsillo trasero y que tanto miedo le había dado perder en manos de esa loca.
En cuanto sintió mis dedos rebuscando, se fue a dar la vuelta, pero antes de que pudiese la agarré de la cintura con fuerza impidiendo que se pudiese dar la vuelta y pegarme un puño.
-¡Sueltame!¡Que me sueltes!-no paraba de moverse y dar saltitos haciéndome dura la tarea de llegar a eso que escondía con tanto celo.
Cuando por fin lo saqué, averiguando que era, solté a Paula que se quedo mirándome, mientras yo no podía apartar la vista de esa bolsita de plástico llena de polvo blanco.
Narra Niall*
La verdad es que ver a Harry y Ana venir de la mano fue un alivio. Por fin las cosas seguían su cauce, todo estaba solucionado, todas las parejas éramos de nuevo esas que un día fuimos...o eso creía en ese momento.
-Me voy a por mi Coca Cola, porque me parece ridículo seguir esperando a que Zayn las traiga, la verdad...-dije levantándome.
-Tráeme una Fanta a mi, por favor-me dijo Ana.
-Una Coca Cola.
-Otra.
-Acuarious.
Se unieron algunos más. Resoplé y respondí:
-¿Qué pasa?¿Esperabais a que me levantase o qué?
Cuando salí del restaurante, me fijé en que la cafetería estaba considerablemente más llena, sobre todo de gente joven. Supongo que se habría extendido el rumor de que estábamos allí y la gente se estaba acercando al hotel para confirmar o desmentir el rumor.
Sin embargo, la gente se mantuvo bastante respetuosa y solo tuve que aguantar unas cuantas miradas, un par de fotos y abrazos, hasta llegar a la barra. Cuando llegué me apoyé, y esperé a que se acercase el camarero; mientras, eché una ojeada a mi alrededor; los padres de las chicas ya habían vuelto y al parecer, al entrar Ana y Harry habían dejado al pequeñín con su madre. Los mire un momento pero rápidamente desvié la vista al ver a Miguel mirándome fijamente. Se le veía buen hombre (evidentemente era buen hombre si tenía hijas como las que tenía) pero era callado y eso me ponía nervioso. Quería evitar a toda costa hablar con él a solas...
-Hola.
Era Miguel...que suerte la mía...
Me di la vuelta y farfullé el peor <<hola>> español de mi vida antes de apartarme un poco dejándole hueco a él para apoyarse en la barra.
-¿Si te hablo lento me entenderás?-me preguntó.
Afirmé con la cabeza y esperé.
-Es evidente que mis hijas os quieren y por eso no las voy a prevenir de los riesgos que corren teniendoos como novios, pero habéis sido la peor elección que podían haber tomado.
Le miré algo sorprendido y bastante molesto, me pregunté a mi mismo si le habría entendido mal pero todo estaba bastante claro: Harry y yo no éramos bien recibidos para él.
La mirada de Miguel permanecía fría e impasible.
-Habéis sido la peor elección porque tendrán que aguantar y sobrellevar una vida que ellas no han elegido, una vida donde se sentirán agobiadas, vigiladas y amenazadas y todo por vosotros.
Bajé la cabeza, pensando en sus palabras y dándome cuenta de que tenía razón. Pero no por ello me iba a rendir y a guardar mis sentimientos; así que con el mejor español que pude, parándome a pensar en mis palabras de vez en cuando, confundiendo algunas terminaciones de verbos y teniendo que recibir ayuda incluso por parte de Miguel, le intenté expresar lo que sentía acabando con su dura charla. Más o menos, esto podría ser un resumen:
-Su hija...Marta, es la persona más increíble que he conocido en toda mi vida... Estoy seguro de que jamás podré encontrar a alguien como ella, porque la quiero con todo mi corazón, tal y como es. Amo todo en ella-me detuve para pensar mis próximas palabras, aunque el español fluía como nunca-Así que, como la quiero tanto y se que nunca encontraré a alguien tan afín a mi como ella, voy a luchar para permanecer a su lado, a pesar de lo que usted pueda pensar de mi. La defenderé siempre que haga falta, intentaré que permanezca lo más alejada posible de los medios, y cuidaré de ella si por alguna razón sale lastimada. Puede que no sea el mejor hombre que podía haber tenido a sus ojos, pero ella piensa que yo soy el mejor de los hombres, y con eso me basta.
Miguel se quedó parado mirándome. Bajó la cabeza, mirando hacia el suelo, mientras sacudía la cabeza y mostraba una pequeña sonrisa.
-Chico, eso que has dicho, es muy bonito pero no me has dejado terminar. Creo que por un lado habéis sido su peor elección, pero mis hijas no son tontas y aunque las circunstancias a las que las vais a someter no van a ser fáciles, se que han elegido a hombres que las quieren y que sabrán cuidarlas...-me miró y me puso una mano sobre el hombro aún con una sonrisilla antes de añadir- Y con este hermoso, a la vez que cursi discurso me lo has demostrado. Habéis sido su peor y a la vez, mejor elección. Estoy feliz de ver a mis hijas felices, no hagáis que mi alegría desaparezca.
Estas últimas palabras se tiñeron de una suave amenaza.
Me quede mirándole con los ojos abiertos de par en par, sin saber muy bien que decir a continuación. Así que sólo le sonreí y dije:
-No suelo ser tan cursi.
Miguel rió, palmeandome el hombro amigablemente.
-Te ayudo a llevar lo que pidas.
Narra Paula*
Le iba a quitar de un manotazo la bolsita que miraba embobado pero en el último momento, apartó rápidamente la mano, dejándola fuera de mi alcance.
-¿Te metes esto?
Obvie su pregunta y le grite:
-¡Dámelo!¡Te van a ver!¡Que me lo des!-le dije mientras saltaba para llegar a la droga.
-Dímelo, ¿te metes esto?-dijo tenso.
-¡Que no!¡Cállate, dame eso y te lo explicare todo!
Zayn se relajó un poco, pero sin bajar la mano con la bolsa, antes de añadir.
-¿De verdad?
-Te lo prometo.
Me miro un momento, mientras yo le echaba una mirada ansiosa. Cuando bajo un poco la mano, agarré la bolsa y me la guardé rápidamente en el bolsillo de los pantalones y miré a mi alrededor buscando a cualquier persona que nos pudiese haber visto.
-Habla.
No tenía escapatoria, se lo tendría que contar todo y no tenía ninguna gana. Le miré desafiante a los ojos, pero como las veces que lo habia echo en el dia de hoy, no me aparto la vista, se quedo fijo, sin pestañear, sin sentir miedo.
Me fuí a sentar a un banco cercano y espere a que él se sentase a mi lado, cuando lo hizo, suspire y empece.
-Lo primero de todo es decirte que no tengo ningún problema con la droga, ¿vale?-le dije bajando la cabeza.
-¿No? Entonces, ¿eres un camello?
-Más bien eso, si.
-¿Por que?-me pregunto.
Abrí la boca para responder pero antes de poder hacerlo, Zayn me corto para explicarse.
-Quiero decir-continuo-Lo tienes todo. Una familia, dinero, ¿por que te complicas la vida de esta manera?
-Y yo te pregunto: ¿por que no? No lo hago por nada en especial. Hacer esto para mi es como un trabajo, y ya esta. Gano mucho dinero.
-Un trabajo algo peligroso, ¿no crees?
Sonreí antes de añadir:
-Me gusta lo peligroso.
Zayn meneo la cabeza. No me entendía, nadie me entendía nunca.
-Verás...mis padres se separaron cuando yo era pequeña, nunca he tenido muy buena relación con ninguno de mis padres y mi carácter algo reservado y huraño no me ha costeado muchos amigos. Siempre...he buscado... meterme en problemas...-Zayn levantó su cabeza y me miro con sus grandes ojos marrones rodeados de largas pestañas con interés-Lo se, suena estúpido, pero una madre coraje ocupandose de su hija, de su trabajo y buscando recobrar su vida amorosa y un padre volcado por entero en su nueva familia no tienen suficiente tiempo para ocuparse por entero de una hija que no encaja en sus nuevas vidas-hice una pausa y me pase un mechón de pelo por detrás de la oreja-Meterse en problemas es la única manera de llamar su atención y así lo hago...me junto con mala gente, llego tarde a todos lados, les oculto cosas... aunque sólo sea para que me griten y se enfaden conmigo, ya me hacen caso. La primera vez que me sentí integrada fue en un grupo de gente marginal en mi instituto, una amiga me metió en todo este mundillo...y aquí estoy.
Sin darme cuenta le había contado toda mi historia; es como si en realidad se la quisiese contar a alguien, como si necesitase soltar toda esta mierda, como si ya no aguantase más y buscase a alguien que pudiese ayudarme.
-Paula, esto es muy peligroso. Escúchame, entiendo como deberás de sentirte... Sola e incomprendida entre muchos adjetivos negativos más pero no todo es tan difícil como tu crees. Te has sumido en tu tristeza y crees que todo te sobrepasa pero no es así. Te has caído de un acantilado, te jodes, mala suerte, ahora estas hundida y las olas te están abatiendo, puedes dejarte llevar por la corriente, es el camino fácil, fastidiar a tus padres, no hacer nada con tu vida, correr riesgos y ser quien no quieres ser; pero créeme puedes nadar, nadar y subir a la superficie y respirar, puedes hacerlo, ¿me escuchas?
Baje la cabeza y cerré los ojos, intentado aclarar las ideas que bullían sin control en mi cabeza.
-Todo el mundo se equivoca, pero puedes arreglarlo. Deja esto atrás, no te juntes con gente que no te conviene, perdona y busca el perdón de tus padres, perdonate a ti misma, nada, nada hacia la superficie, nada y respira.
En ese momento cogí aire y me llene de ellos los pulmones y con lágrimas en los ojos, con dolor de cabeza y con el labio partido aún latente, me di cuenta de lo que me rodeaba. Tenía unos padres, un hermano, una familia, coño, estaba sentada en un banco con el que había sido uno de mis ídolos. No todo se iba a solucionar rápido y sin esfuerzo pero lo iba a hacer, iba a luchar.
Sonreí devilmente y le dije un simple:
-Gracias.
Gracias Zayn Malik. Gracias por salvarme de mi misma.
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